Capítulo 18

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_____'s POV

Su cuerpo emanaba un calor que no había sentido nunca antes. Sus brazos se enredaban en mi cintura haciéndome sentir segura, a salvo, como si cerca suyo nada pudiera hacerme daño. Como si él fuese a protegerme de todo y de todos. Y no quería separarme, no quería soltarlo. En sus brazos me sentía como nunca me había sentido, y era algo que no quería perder. No sentía dolor a su lado ¿Por qué él me hacía sentir así? ¿Cuál era su secreto? 

Suspiré, conté mentalmente hasta tres y di un paso hacia atrás, quedando frente a él, pero con la mirada baja -

- Lo.. lo siento - me sequé las lágrimas que habían quedado en mis mejillas, pero un escalofrío me recorrió el cuerpo, haciéndome más notoria la falta de su calor.. -

- Está bien.. - dijo rascándose la nuca despreocupado. Subí la mirada y volví a encontrarme con sus hermosos ojos avellana.. eran tan.. diferentes. Y al mirarlo era como si todo a mi alrededor estuviera bien. Como si sólo fuéramos él y yo en este mundo.. se aclaró la garganta y yo bajé mi mirada otra vez, haciendo que mi cabello cayera por ambos lados de mi cara - bueno, creo que es hora de irme.. -

- De acuerdo - dije casi inaludiblemente. Él se hizo a un lado y yo le abrí la puerta - adiós - me acerqué y le di un beso sonoro en la mejilla, a lo que él respondió con un tembloroso -

- Adiós.. - y cuando estaba cerrando la puerta el la frenó con el pie, y me vi obligada a abrirla - llámame si estás en problemas.. o necesitas algo - me dijo sin miedo mirándome fijo a los ojos como él solía hacer. Asentí y lo miré alejarse. 

Cerré, y subí corriendo a mi habitación. Necesitaba aire, tenía que pensar.. tenía que despejarme. Tomé mi chaqueta, las llaves de mi casa, y salí rumbo a.. ninguna parte. Caminé unos largos minutos, hasta que llegué al parque, el cual se veía bastante concurrido el día de hoy. La gente que caminaba por la vereda me empujaba, y parecían que iban apurados como si su vida dependiera de ello. Maldije en mi mente, y me desvié hacia el césped, donde casi nadie pasaba. 

Caminé hasta un pequeño banco vacío y me senté mirando a la gente pasar.. vivían su vida a toda velocidad, sin detenerse dos segundos a disfrutar de la brisa. Del sol que les calentaba la piel, o de los pájaros cantar -

- ¿Qué tal Amara? - estaba sentada en el borde izquierdo del banco, mirando hacia la misma dirección, pero al oír esa voz del otro lado volví a sentir el mismo miedo que sentí la noche del baile, y sólo una persona me había conocido por ese nombre. Me voltee lentamente y le di una sonrisa al castaño de ojos cobrizos únicos que se encontraba sentado a mi lado sonriéndome -

- Abaddon, ¿cierto? - asintió y se me quedó mirando fijo. Durante unos segundos pude mantenerle la mirada, pero poco a poco sentía que caía a un vacío. Me aclaré la garganta y miré mis manos, las cuales estaban congelándose.. -

- ¿Qué te trae por aquí? - sentía como al oír su profunda voz, el aire me abandonaba los pulmones y me asfixiaba lentamente - 

- Necesitaba.. aire fresco - 

- Tenemos tantas cosas en común, linda - ¿linda? Eso ya no me cayó para nada bien. Apenas me conocía.. odiaba a los chicos así, tan.. imbéciles. 

Suspiré y miré fijo hacia adelante, ignorándolo. Quizás así se iba.. - 

- Se te olvidó esto en el baile, no te molesta que me lo quede, ¿no? - lo miré y vi como de su mano colgaba mi máscara -

- ¿Cómo.. - sonrió con los labios sellados. Una sonrisa que quizás para algunos no significaba nada, pero para mi fue diabólica. Había algo en ese chico que me causaba terror.. - 

- La encontré en el suelo, ¿la quieres? - negué demasiado rápido, y luego suspiré -

- Quédatela - me crucé de brazos intentando calmar un poco el frío, y para aislarme un poco de aquel castaño demoníaco - 

- Gracias. Se te veía bonita esa noche - le di una mirada de reojo y volvió a poner esa maldita sonrisa en su rostro. Vaya que daba miedo. Me puse de pie, sonreí intentando parecer amigable y me voltee mirándolo -

- Debo irme, Ric- me interrumpí a mi misma en mi mente - mi padre, va a castigarme si no me ve en casa cuando vuelva. Fue lindo verte -

- Lo mismo digo Amara - hice una media sonrisa, voltee y comencé a caminar rumbo a la vereda. Oía sus pasos detrás mio, pero lo ignoré. Luego de caminar algunas cuadras, la gente iba disminuyendo hasta que quedé yo sola caminando, con aquellos pasos que venían detrás mio desde el parque. 

Él estaba siguiéndome, pero yo lo tomé algo así como un juego. Yo me detenía, y él se detenía -

- ¿Piensas seguirme tod- me voltée pero no había nadie. Quedé boquiabierta mirando la extensa calle que había frente a mis narices, y no había ni un alma vagando por ahí.. miré hacia mis costados, algo asustada, voltee y seguí caminando. No llegué ni a dar tres pasos, que volví a oír aquellos pasos siguiéndome. Voltee, pero no había nadie - mi*erda. Si estas jugando conmigo, no es gracioso - pero lo único que oí fue mi propio eco. Ni un maldito auto pasaba. 

Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, y volví a caminar, pero otra vez oí esos pasos. Caminé más rápido, pero en lugar de dejarlos atrás, los oía más cerca, y cada vez más y más hasta que oí un leve gruñido. Me frené en seco y voltee. Un perro enojado me miraba fijamente, como si yo fuese su enemigo. 

Mi respiración comenzó a agitarse cuando el perro, que visto más de cerca pude darme cuenta que en realidad era más un lobo que un perro, dio unos pasos hacia mi. Y yo retrocedía, pero eso parecía enojarlo más. Y cuando creía que iba a morir comida por un lobo en el medio de la ciudad, oí otro sonido peculiar. El lobo se calló de la nada, y miró hacia la derecha. 

Yo imité su acción y pude ver a un pequeño cuervo en la acera, a unos metros de nosotros. El cuervo volvió a trinar (sonido que hacen los pájaros) bien fuerte. ¿Qué rayos pasaba? Un cuervo y un lobo, ¿peleando? ¿Acaso eso es legal en la naturaleza? El lobo le dio un ladrido y luego volvió su vista hacia mi, y cuando comenzó a correr para morderme el cuervo se le fue encima y comenzó a picotearlo en todo el cuerpo. 

Dejé que los dos animales terminaran su disputa y corrí hacia mi casa a toda velocidad. Maldita sea, me persiguen un lobo y un cuervo, era lo único que tenía en mente. 

Llegué, abrí la puerta, y la cerré deslizandome y sentándome en el suelo. ¿Qué había pasado? Un lobo me perseguía, intentó morderme y un cuervo me defendió.. mi vida cada día se volvía más extraña ~

The heart of the Darkness - (Zayn y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora