Sangre y lodo

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El viaje era infernal, el tiempo transcurría mas que lento, con cada minuto y movimiento de Jensen me colocaba mas roja y tensa, podría jurar que mi cara era como un incendio forestal.

¡Por dios!.

Sálveme alguien.

Los pedales era lo único que se escuchaba ninguno de los dos se atrevía a emitir un sonido para romper el hielo. Jensen se movía sin cesar al parecer lo hacía adrede sabía lo que me ocasionaba el contacto con su piel . Ademas me rodeaba cada vez mas, con sus fornidos brazos.

Descarado.

El camino por donde me había indicado Jensen, era un parque muy hermoso,grande y con muchos arboles y hermosas flores, al parecer había estado lloviendo toda la noche, ya que un olor a tierra mojada impregnaba mis fosas nasales y en algunas partes se encontraban unos grandes charcos de agua con lodo, en otras palabras todo estaba cubierto de lodo. 

Tenía los pelos de punta, no sabía por que estaba tan nerviosa ni adonde me dirigía y eso era ,lo que mas colocaba los nervios a flor de piel.

¿A donde me llevas?

Estaba tan sumergida en mis propios pensamientos, que me sacó de un halón de ellos, encontrar al idiota oxigenado inclinando su cabeza hacia mi cuello.

Sangre.

Viene sangre...

¿Ya empece a sangrar?

En un abrir y cerrar de ojos estaba sangrando por la nariz—eso era lo que me ocurría cuando me emocionaba desde que tengo uso de razón—lo que provoco que perdiera el equilibro de la bicicleta, cayendo en un charco de barro. 

¡¿Por que soy asi?!

En segundos me senté en aquella fosa, cubierta de lodo, en búsqueda de Jensen que no sabía en donde había caído, mi búsqueda terminó casi al instante al observar a un hombre que salía con uniforme blanco excesivamente pulcro de una fuente todo empapado de agua.No tenia en claro si debía atender el sangrado de mi nariz o burlarme.

—Me las vas a paga...—expreso acercándose a mi con una mueca rara en el rostro viendo la cascada de sangre que salia por mi nariz.

—¡Te golpeaste!..¿Por que carajo sangras por la nariz?, si serás idiota, de verdad.—afirmo tratando de levantarme  de un girón, pero lo único que ocasiono fue que el se resbalara y cayera al charco manchando su bien lavado uniforme.

 —¡Tengo que ir a trabajar, Harriet!—Grito tratando de molestarse pero no podía estaba tan serio que provocó que me riera a carcajadas de el.— Ojos de canicas, ¿de que te ries?— dijo intentando levantarse, pero volvió a resbalarse y cayo de trasero en el charco salpicandome, produciendo un ataque de risas de mi parte, el ni sonreía.   

¿Por que no sonries Jensen?

 —De ti — respondí calmando un poco mi risa quitándome el barro de la cara mientras tocaba mi estomago, sentí que me iba orinar.

«—Callate, pelo de vagabundo— hablo en español acercándose a mi con una bola de barro en su mano.» 

  «— Siento manchar tu uniforme — enuncie con una gran sonrisa en el rostro.»

  «—No importa ya — respondió sin gracia, lanzandome la bola en el cabello.»

Bastardo.

  «— ¿Que coño te pasa?, me disculpe por lo de tu ropa.— espete fulminandolo con la mirada apunto de golpearlo de la rabia que me consumía por dentro. » 

Harriet and Jensen .©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora