Capítulo Final

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El rubio se encontraba en la cocina, preparando chocolate caliente para el indefenso moreno que estaba en su sofá cubierto por una manta, también estaba preparándolo para el pelirrojo que se encontraba en su baño, dándose una ducha caliente. Estaba al tanto de lo que había pasado, estaba triste por su amigo, todos en el grupo confiaban plenamente en que ambos estarían juntos y que pase esto era un poco desmotivante.

—Ten —Extiende la taza al moreno y este la recibe con una expresión triste y aún temblando de frío. —¿Quieres que encienda la calefacción?

—Está bien —Responde en un susurro el destrozado Armin. Nathaniel toma un pequeño control remoto y enciende la calefacción, vuelve a echar un vistazo al más bajo y suspira pesadamente.

—No pienses en eso —Murmura audible para el contrario. —Ya pasará.

Armin suspira y observa a Nathaniel subir las escaleras luego de dedicarle una sonrisa. Se queda mirando un rato la televisión, pasaban una película romántica, se limitó a no prestar verdadera atención a lo que sucedía en ella. Se le venían a la mente millones de cosas, sobre todo y lamentablemente, las que tenían que ver con Lysandro, su mente aún tenía la imagen de verle abrazado tan íntimamente con Lynn.

Y él pensaba que era el único. Que gran equivocación. Pero, ¿Era culpa de él? ¿Lysandro se había cansado de esperar por él? Y si era así ¿Por qué entonces se había acostado con él? Suspira nuevamente al recordar eso, esa noche que ambos se quitaron el frío de manera íntima, cuando le entregó todo sin miedo a nada, esa noche realmente pensó que todo podía funcionar. 

De pronto el timbre de la casa lo sacó de sus pensamientos, Nathaniel no bajaba, y el timbre volvía a sonar. Decidió abrir él, ya que Nathaniel debía de estar ocupado arriba, se sacudió un poco y se quitó la manta que lo cubría como si fuese un anciano. Caminó a la entrada, no sentía ruido absoluto en la segunda planta y ya se preguntaba que estaban haciendo esos dos arriba, prefería no imaginarlo. Abrió la puerta y su cuerpo se paralizó completamente, no podía correr a ninguna parte, podía cerrar la puerta pero la verdad es que le daría mucha pena, porque el albino estaba ahí afuera arrodillado con la respiración sumamente agitada, empapado completamente y algo herido.

—Nathaniel... —Murmura como le sale la voz sin darse cuenta de quien le había abierto la puerta. —¿...Me dejas pasar? Solo quiero... Explicarle algo...

Armin comenzaba a temblar, miró hacia atrás y Nathaniel estaba atrás de él mirándolo dubitativo. Armin asintió suspirando de terror, Nathaniel sonrió y subió nuevamente las escaleras, Armin alcanzaba a observar como Castiel se paseaba en toalla por la segunda planta.

—¿...Qué haces? —Lysandro observa quien le esperaba dentro de la casa, sus ojos se cristalizan cuando ven a Armin mirándole algo aterrado.

—Yo...

—¡Te estás mojando! ¡Entra! —Grita desesperado el moreno. Aunque estuviese roto, no podía dejarle ahí, no a él, no a Lysandro porque a pesar de eso lo seguía amando, no era necesario ser malo, no cuando se veía como el muchacho había corrido entre la lluvia para hablar únicamente con él.

Lysandro pasó, se quedó en la puerta luego de cerrarla, el calor se impregnó en su cuerpo inmediatamente.

—Estas... ¿Bien? —Incomodidad. Lysandro sentía la incomodidad del momento, y le llegaba a causar dolor porque lo que menos quería era que pasara esto.

—Supongo... Yo... ¿Tú lo estás? —El moreno suspira sin saber que responderle, solo se queda observando como el más alto estilaba.

—Creo —Musita con timidez.

—Lo siento —Suelta Lysandro. —Perdón, te hice daño... Debes pensar que soy una persona horrible.

—Yo... —Ahora quedaban dos opciones, seguir callando lo que sentía, o simplemente echarse a llorar y decírselo todo.

—No estoy con ella... Ella solo vino a decirme lo que sentía —El albino hace una pausa. —La rechacé.

—¿Qué? —Armin de pronto parecía anonadado, su corazón comenzaba a palpitar agitadamente otra vez. —¿Por que...?

—Porque no me gusta... Estoy enamorado de otra persona hace mucho tiempo —Armin sentía que su corazón de detenía, ¿Lysandro estaba enamorado? Pero si era así entonces seguía en la misma situación. —No se lo he podido decir...

—Ah... —Armin tenía ganas de llorar, Lysandro lo miró como con terror, sus manos comenzaban a temblar y sus palabras no se creían capaces de salir.

—Armin eres... —El "tú" Salió demasiado bajo, ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando se decide a decirlo por fin las palabras no le salían? —Eres tú... —Susurra suficientemente fuerte para que el moreno lo escuche.

—¿C-Cómo...? —Su corazón estaba paralizado. Lysandro suelta una sonrisita.

—Eres tú, estoy completamente enamorado de ti... —Hubo un silencio sepulcral. Lysandro cada vez sentía más miedo. —Perdón si no te lo dije... Pero no quería que... Te alejaras de mi, sin embargo, últimamente he sentido que... Aunque quizás sean cosas mías.

—¿Q-Que sientes?

—Que podría tener una posibilidad contigo... Digo, no sé que sentiste exactamente cuando tú y yo...

Se crea otro silencio, ambos compartían una mirada insegura, el chico que estaba estilando suelta una risa nerviosa. Armin no podía responder, su cerebro se había paralizado y sus emociones habían volado lejos. Sí, lo que había estado esperando mucho tiempo estaba pasando justo ahora, ¿Y por que no reaccionaba? Aún su pequeño corazón dudaba, tenía miedo de salir aún más herido y nuevamente quedar como un pequeño tonto. 

—Entiendo si no... —Susurra el Albino al borde de las lágrimas. Armin reacciona cuando lo ve voltear para irse de la casa.

—¡No! —Le agarra por el brazo y se pega a su pecho para evitar su mirada. —No te vayas ahora por favor...

No supo articular más palabras, solo supo soltar unas pocas lágrimas que aún quedaban en su interior, se abrazó al cuerpo del más alto, a quien le bastaba ese solo gesto para saber que probablemente el muchacho que tenía en su corazón también lo tenía a él en su corazón.

—Esperé esto demasiado tiempo... Quería decírtelo, pero tenía miedo de que todo saliera mal... No quería que fuese incómodo... —Oye el albino al más bajo que seguía en su pecho. Sonrió, su corazón por fin sentía tranquilidad y comodidadd. —Siempre me gustaste...

—Tú a mi también —Respondió suavemente depositando un beso en el suave cabello negro del contrario.

—Soy un tonto ¿Verdad...? —Armin levanta suavemente su mirada para ver el rostro mojado del más alto y su expresión tan serena y feliz.

—No, el tonto aquí soy yo —Ambos siguen en un trance de miradas apasionadas, tantas emociones en un solo día tenían su lado positivo al final.

Ambos, que seguían abrazados, se dan el indicio de querer algo más que mirarse. El albino se acerca suavemente, tomando los cabellos del contrario, depositando un beso lento y suave en sus labios. Y ya no importaba nada, ni siquiera que Lysandro siguiese completamente mojado, para Armin era el mejor momento de su vida y no quería separarse de él.

—Lysandro tonto... —Murmura el más bajo en los labios del más alto una vez separado el beso.

—Te amo... —Por fin salió de los labios del más alto.

—Y yo a ti.

【CDM】Like A Fool 【YAOI】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora