Una adicción.

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Eh perdido la cuenta de cuantas veces he soñado con ella. Tanto, que ahora me pongo más feliz que antes, de encontrarla en los rincones de mi mente, todo mi ser se complace e incluso me desespero cuando el sueño no me invade. Y cuando no logro que ella aparezca en mis sueños, me vuelvo infeliz.

Cierro los ojos. Miro los suyos.

Las imágenes cobran vida dentro de mi cabeza haciendo que cada noche me vuelva adicto a aquella presencia de imaginación. Ella entrelaza sus dedos con los míos y su sonrisa es tan brillante que deslumbra en la oscuridad de la habitación, "Te quiero" se escucha un murmullo proveniente de sus labios. "Y yo te amo" pasa por mi mente. No puedo explicar lo tan feliz que me siento por su sola presencia.

Miro sus labios que están cerca de los míos. Cierro los ojos y soy todo sensaciones, el roce de sus labios con los míos hacen que suelte un suspiro. Entonces como en cada sueño "Lo siento Diego, pero nada de esto está bien. Creo que es mejor que nos separemos."

Aquellas palabras me destrozan, se sienten tan reales como la vez que me lo dijo, el corte profundo que había estado cicatrizando durante la mañana/tarde se vuelve abrir haciendo que los tejidos de mi piel se separen aún más que la vez anterior.
Es así como despierto a mitad de la noche, con lágrimas en los ojos y sudor en todo el cuerpo.

Mi respiración se vuelve pausada, tranquila, estoy relajado.
Miro la laptop y me doy cuenta que no he escrito nada así que me pongo a teclear:

"Hola, de nuevo yo.
Hoy pasaron muchas cosas en el consultorio, como cada día, sin embargo ninguna de mis muchas pacientes dio a luz hoy.

Quiero decirte que hoy también pensé en ti. Siento que cada día enloquezco más, por el hecho de que en mis pensamientos, en mi mente e imaginación estás tú, y cada vez te siento más real.

¿Cómo le hiciste?, Dime, ¿Cómo pudiste olvidarlo todo? Necesito saber, en serio que necesito saber qué hiciste tú para no pasar por esto que yo estoy pasando.
Y es que no me lo puedo explicar ¿por qué no puedo sacarte de mi cabeza?

¿Sabes algo? Me duele pensar que alguien más tenga lo que yo tuve una vez, sí, por más egoísta que suene eso me pasa.

No sabes la cantidad de preguntas que pasan por mi mente, una de ellas es... ¿Amas a esa persona más o igual de lo que me amaste a mi?

Es algo masoquista el querer saber aquella respuesta, pero es necesaria para mi. Porque siento que muero por dentro. Cada parte, rincón de mi, está muriendo con el paso de los días, necesito tu respuesta por más dura que sea.

Suelo pensar que no te hago falta, que tal vez tú nunca me quisiste con la intensidad que solías decir, pero pocos segundos después me voy en contraria y siento que estás sufriendo por mi como yo por ti justo ahora.

Quiero ser coherente con todo lo que escribo y realmente no sé si lo estoy logrando. Sólo quiero dejar en claro que tu ausencia es aún más notable que el día anterior y el anterior al anterior.

No sé en qué fallé si quise y traté de darte todo.
Debes decirme que fue lo que hice mal. Dime y yo buscaré la forma de repararlo.
Dime y regresa.

Por favor."


Al terminar de escribir aquello, pasó mis manos por mi rostro. ¿Pararé esto algún día? Porque no me veo aquí en cuatro años más, escribiéndole al vacío, pero tampoco me veo si no es con ella de nuevo.

Miro el reloj y me doy cuenta de que tan rápido pasa el tiempo cuando ella invade mi cabeza.
Suelto un suspiro, cierro y pongo a un lado la portátil para acomodarme en la cama, listo para cerrar mis ojos, listo para que otra vez sueñe con ella.

Como siempre todo es ella, ella que es música, paz, tranquilidad, naturaleza, aire. Ella que es arte, vida, sonrisas e incluso es abismo y oscuridad, paraíso.

Todo hace que me hunda en recuerdos, que la tenga presente a cada segundo o paso que doy.

Olvido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora