Viaje 03 El Más Genial De Todos Los Nombres

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Pasado: 1012 E.c. Isla desconocida del trópico de Lowbawa. Cúspide.


Pluma. Una extraña pluma. Al final, eso es lo que encuentran Jari y su amigo. Mientras tanto, Miguel vigila los alrededores y Jari toma nota de todo, hasta del más mínimo detalle. Ahora él no puede dar crédito a lo que ven sus ojos. Aunque ya ha pasado un buen tiempo en el paraíso de la cúspide, no termina de admirarse. ¿Qué están viendo?

Es un peñasco perforado. El enorme peñasco ha sido limpiamente cortado o más bien atravesado por un círculo perfecto. Una circunferencia de unos seis metros de radio. Vista desde de lejos parece como si el peñasco hubiera sido acribillado por una bala. Ahora bien, si lo pensamos mejor, esto es prácticamente imposible. Nada de este mundo pudiera hacer tal cosa.

Con sus manos temblorosas Jari toca la herida del peñasco, un limpio y bien delineado corte. En su inspección se encontraron, como ya dije al principio, una peculiar pluma del tamaño de dos palmos. Al inclinarla levemente se puede apreciar el contraste de color causada por la luz del sol, efecto de iridiscencia Es como si la pluma estuviera hecha de escamas plateadas y rojas. Su inestable brillo y suave aroma terminaron convenciéndolo. Recuerden esto: él se la llevó.

Después de ponerla en su bolsa e inspeccionar el lugar un rato más, ellos toman el camino de vuelta. El lugar es glorioso. Después de verlo vez tras vez, tienen que rendirse ante la evidencia de lo que ven. La hermosura de este lugar les obligaba a detenerse a cada momento. ¡Hay tanto que mirar! ¡Cuántas flores! ¡Miren aquellas aves! ¡Qué enorme cascada! ¡Qué cristalina agua!

De pronto, algo los sobresalta. Miguel toma inmediatamente a su compañero del brazo y ambos se tumban al suelo, sobre el pasto. Escondidos entre la maleza, él le dice en voz baja.

M: (señalando) ¡Mira Jari! ¡Por allá!

J: ¡Fascinaste! Es un esplendido ejemplar de jaguar. ¡Qué hermoso!

A continuación Jari saca sus apuntes y empieza a escribir. Miguel solo observa y cavila.

M: Ahora que lo pienso mejor, ¿No le parece extraño?

J: (escribiendo) ¿Extraño? ¿Qué?

M: La diversidad de este lugar. Desde que llegamos aquí hemos registrado y visto jaguares, elefantes, hipopótamos, cebras, osos, nutrias, búfalos, zorros, hienas... ¿Como puede ser posible? ¿"Todo" en un mismo lugar?

J: hmmm... tienes razón. Quizás esté relacionado con lo que vimos la primera vez que llegamos aquí, el fuego de colores. Regresé a buscar respuestas y lo único que obtengo son más preguntas. Y para complicar más las cosas, los nativos no están dispuestos a decirnos nada.

A medida que abre la boca, sus ojos saltan ansiosamente y sus manos enfatizan sus palabras. Él tiene claro que quiere.

J: ¡Necesito volver a ver aquella fuente de poder! ¡Saber qué es! ¡Y si hay una manera de capturarlo para poder examinarla! Tendremos que venir de nuevo.

Después de sus últimos apuntes en hojas amarillentas, Jari se pone de pie y continúa con Miguel de regreso a la aldea.

Mientras descienden por el túnel infestado de raíces e insectos, Miguel reflexiona en la gran variedad de flora y fauna que hay en la isla. El lugar hermoso, agradable y placentero; una pradera cubierta de preciosas flores silvestres. Sigue pensando en el poder que es más allá de lo normal, en la obra creativa.

A estas instancias ya han salido del túnel y lo han dejado atrás. Centenares de metros antes de llegar al campamento, Miguel expresa una inquietud.

El gran viaje a Nueva MombasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora