Me encuentro en el humo que me asfixia y el sonido incontrolable que quiera hacernos estallar los tímpanos. Te persigo entre una multitud de rostros, de emociones, de sensaciones. Creo hallarte en el beso agridulce de un desconocido, pero te parecías nás al  toque temeroso del chico de la esquina.
Respiro tu presencia, y me arde en los pulmones. Estás en el patio, estás en el balcón, estás esperando entre medio de la gente desorientada. ¿Dónde? Nunca hubieras pensado que esta sería la última vez ¿o sí? Me lastima desearte, me hiere quererte contra mí y saber que tu cuerpo etéreo no podrá desnudarme otra vez.

En pedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora