Hoy desperté solo. Me puse las medias altas, azules, desgastadas. Me lavé el rostro. El espejo estaba vacío, otra vez.
Hoy desperté solo y las campanas acusadoras de la iglesia aún no habían dando las diez. Y me perdí entre las paredes que me acogen hace casi veinte años. Las maderas tiemblan y parece que se van a romper.
Hoy desperté solo, contemplando la lluvia que no caía, con las manos bañadas en sangre y la conciencia apagada.
Hoy desperté solo y me encontré en un blanco inmaculado, enfermizo, que a veces mientras más lo miraba, más cerca parecía estar.
Hoy desperté solo porque ayer no estuve. Y mi cuerpo inocuo tuvo que ser escudo de mis tormentos.
Hoy no desperté. Y nunca más lo volveré a hacer.

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En pedazos
PuisiAlguna vez amé a alguien, y en el dolor de su pérdida desaparecí yo también. Algunas veces, también le escribo, otras ya no es para el que fue. Resurjo en cada estrofa, con la misma intensidad del día en el que me rompió. Y de esta pasión arruinada...