Capitulo VII
Un suspiro involuntario partió de su boca por el brillo de la armadura de Dohko.
Los vio marcharse, supuso que se irían todos pero no fue así; miro de solayo al hombre de melena blanca cerca de él. Que mirada fielmente el cielo.
Shion había llegada a mantenerlos al margen, aunque más a milo en realidad.
Analizo la situación un momento; la disputa involucraba tanto a su compañero como al hombre de cabellos de plata; pero este último no se fue, en su lugar fue Camus quien tomo la iniciativa y se marchó al lado de shion al templo patriarcal; y a su parecer el no tendría que ir. No había nada que lo involucraba a el, en dicha disputa o al menos que el supiera.
Quizás sea por su autoridad pero el rostro pasivo del patriarca suavizo todas sus sospechas de "algo malo"
— que está sucediendo? ¿Acaso esto es normal? — su voz fue interpretada por Minos como una pregunta y a pesar de que no tenía nada que ver con el no Le molesto responderle
Pensó un momento antes de hablar, y cuando lo hizo capto la atención del griego — No exactamente. Siempre hay impertinentes pero hay que mantener la calma.
Saga volteo completamente a mirarlo. Su expresión era calmar a pesar de que hace poco milo amenazaba con romperle la boca.
— Eres nuevo no — soltó su pregunta con su sonrisa ladina. Con la intensión de cortar el ambiente
Saga solo asintió y Dejo su vista en la lozana que cubría el terreno, reino el silencia entre los dos Minutos después, observo un cambia, un pequeño chispazos en sus ojos
Lo vio irse quedando solo esta vez definitivamente. Pero esa mirada.
Sintió un escalofrió que lo hizo temblar levemente, pero más que miedo fue la gracia que le causo estar en esa situación.
Levanto a mirar el cielo, de allí en imponente viento helido que se encargó de ahuyentar a la gente obligándolos a buscar cobijo en sus casa
Despejo su viste de su panorama y miro detrás de él. Camus estaba a una distancia enorme de, el pero le fue posible distinguirlo entra la soledad del lugar
— El mundo al parecer es muy pequeño. — miro a Minos delante de el a metros cargando sacos volvió la mirar Asia atrás, Milo no estaba, y al parecer tardaría en venir.
Sí; esa mirada no fue para él.
Camus se fue luego de unos segundos más quien sabe que era el foco que tan fantásticamente tenia la mirada del otro tan concentrada
No tardo en notar que después de Camus la silueta de Minos desapareció también; ambos por caminos distintos.
Decidió que no se quedaría con la duda, y al darse la vuelta hecho a correr
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La brisa movió el cabello de ambos. Caminando uno a la par del otro
— Milo me comento sobre algunos pormenores — sonrió con gracia — pero me oculto los detalles donde su orgullo no quedo bien parado — llevo él te nuevamente a su boca.
Camus por otra parte movió la cuchara una y dos veces más para probar el contenido de su taza.
'El orgullo de milo herido, eso lo explica todo' Pensó
— Por otro lado Sobre Minos la cosa es más compleja — Provo su bebida nuevamente. y Saga enfoco su viste en el.
— Si; vive aquí — fue más una afirmación inconsciente — ¿ porque no lo reconociste cuando los ataco? O el a ustedes
— te explicare desde cero así podrás entenderme — dejo la taza al lado de su cuerpo sobre la madera
— Quien construyo de verdad desde un inicio esta ciudad fue Dohko. El rescato a shion de una posible muerte — su mirada se volvió soñadora al nombrar el acto valiente de su relato — el deseaba dejar de luchar o al menos tener un lugar donde poder volver, como un hogar al conocer a shion la amistad surgió y esos deseo se acentuaron con mas profundidad por dicha razón existe esta sociedad que conocemos como "Santuario"
— entonces porque...
— manda shion? — continuo su pregunta. Saga solo asiente
— piénsalo. No es tan difícil, dohko es un gran hombre pero pierde los estribos antes de pensar; el no busco codicia cuando forjo el santuario el solo quería un hogar. Fue el quien nombró a Shion patriarca y a partir de eso se formaron las 4 generación.
Permaneció unos segundos taciturno para responder más a fondo la incógnita que albergaba la mente de su acompañante, mientras Saga entrecerró sus ojos Aioria formaba parte de una de ellas. Decidió no decir nada ni interrumpir
— 1 ° soldados: A resumidas dividen en dos a esta ciudad, las personas que cosechan o ayudan en la lavandería no deben involucrarse con los que tengan conocimiento de la decadencia del exterior
— ¿la gente civil normal?
— Exacto — le confirmo — la 2° vigilante: cuidan los alrededores del santuario desde afuera; de día como en las noches, únicamente hacen patrullaje. 3° los generales o guardianes: salen al exterior generalmente por Misiones. Por último El concejo: Solo existen Shion y Dohko supongo que habrá alguien mas o no pero son los que siempre intervienen en todo. Son la máxima autoridad — bebido de su café de leche un poco mas
— ¿y Minos que es?
Camus Encogió sus hombros — como mucho un vigilante. Se marcha sin permiso no tiene ninguna etiqueta pasa por las noches como si fuera un vigilante pero sale por su cuenta como un guardián. No lo reconocí porque él no es uno de los nuestros, es uno más del pueblo pero no de la generación como tal.
— ¿eso es posible? es decir, hacer esas cosas sin represalias — movió sus hombre y manos buscando el termino apropiado — traición.
Camus encoje de hombros una vez más en un gesto que al parecer era muy común en la presencia de saga — la gente no permanece aquí por obligación lo hacen porque quieres, si Minos desea abandonar estos muros nadie se lo Puede prohibir. Shion estaba al tanto y lo llevaba por trabajos mínimos probablemente ya sea general. Para evitar esto están los soldados pero la mayoría han muerto y shion se niega a reclutar a jóvenes como lo hacen los turcos
Saga estuvo en silencio analizando lo dicho por Camus abrió su boca para hablar pero lo que salió no fue su voz
— Me gustaría participar en la conversación, pero tengo hambre — esa voz no fue la de saga, si no la silueta de alguien caminando así ellos. Saga había visto a milo venir hacia ellos pero no dijo nada. Desvió su vista al pasto que acariciaba sus pies. Como le gustaría estar descalzo y sentir esas caricias. Sonrió y miro de reojo a los otros dos.
Camus miro a milo un momento. Observo su expresión cansada. No le sorprendió que no preguntara sobre lo que hablaban supuso que estas alturas, el encierro con shion le habían dicho más de lo que el mismo acabo de contar
*
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Miro sus pies en cada paso, las estrellas estaban tan brillantes en ese cielo y sin embargo no volteo a mirarlas en ningún momento. ¿Para qué?, su brillo solo resaltaría más el opaco de su mirada
Y es que después de toda ya sentía que no podían más tantas engaños que no hacían saludable a nadie ya estaba harto. Basura Eso es lo que. Al fin y al cabo ya nada tenía sentido
Miro a su derecha un pequeño puente que unía el terreno, normal al estar en la parte alta de la cuidad cerca de las montañas y más alejados de los bosques la nutrición de agua era inmensa y aunque dicha agua fue o ES la causa de la falta de sembradíos no podían si no sentirse afortunados
— La gente valora cuando tiene muy poco — de nuevo esa voz bajo su vista directo a sus ropas y vio entre ellas el brillito casi blanco — ¿porque estas triste mi nene? — dijo tan suave, tan dulce que como una gota de alegría en lágrimas le recordó a su madre
Pensó Responderle. Era desesperante llevo su mano a la cuerda oscura que la anclaba en a su pecho dispuesta a tirarla al basurero
— Todos vivimos en el bien y el mal. Si vives en el mal la gema alumbra tu camino No te dejara caer ante los errores de la gente, aliviara tu alma. Pero si viven en el bien la perla no te dirá en sí que quieres o necesitas ella al contrario puede controlarte para que caigas en el dolor.
Recordó lo único que sabía. No lo creyó entonces y tampoco lo aria ahora
Desprendió el collar de su cuello mientras camino un poco entre algunos arboles
Hasta que vio de lejos la casa de Camus, miró fijamente la puerta pensó en si seguir con lo planeado o dar la media vuelta y marcharse
Apoyo su palma sobre la madera sintiendo entre sus dedos el relieve tosco de la misma. Cerro sus dedos para tocar la puerta que segundos después fue abierta
— Milo — dijo suave un tanto adormilado el dueño de la morada. No esperaba que quien llamara fuera el griego
—Dormías —fue casi más una afirmación propia porque no le fue necesario saber una respuesta de la boca gala. Sus constantes bostezos y sus ojos húmedos eran muy claros
Llevo la gema que tenía en su mano dentro de su pantalón
Camus le llevo a la parte trasera de su casa; un patio más grande del que compartía con sus camaradas con muchas flores blancas y en el medio un pequeño cumulo de agua donde algunos pajaritos disfrutaban una ducha mientras el ambiente era rodeado por luciérnagas atraídas por la humedad. Mientras en el cielo la luna tan grande y brillante dando más belleza a toda la belleza que ya existía
Volvió la mira al francés, el cual le sonreía burlonamente a su cara embobada
— Camus yo… lamento mi anterior comportamiento —abrió su boca pero no salían palabras, no hallaba nada que decir o como expresar que quizás no había manejado las cosas con madures —bufo— incluso pensándolo no podría explicarlo
— no tienes que disculparte milo — acaricio su brazo en consuelo —tampoco era necesario que llegaras hasta aquí por algo tan sencillo
— gracias Camus pero es más que eso — hizo una pausa con los zafiros fijos en el, igual de claros de la luna — me gustaría que fuéramos amigos —se apeno y alejo su cara de la vista parisina, no se sentía cómodo con eso, en lo absoluto y la sensación de cosquilleo y nerviosismo cuanto la odio.
Camus Parpadeo en desconcierto no se esperó eso, noto a leguas su incomodidad. Milo no era la clase de hombre que diría ese estilo de palabras muy a menudo ´quizás si fuera Saga´ – pensó
Meneo su cabeza para alejar dicha comparación de su cabeza. Que ni supo a qué venia
Sin pretendérselo la distancia a causa de su propio movimiento los acerco más de lo habitual
Se notaron en semejante situación y no pudieron más que explotaron en risa y hay lo pensó: fue la primera vez que Milo sonreía con su dentadura blanca y bien dotada — como la de Saga —
— Otra vez — Se dijo en voz alta impresionado
— ¿Qué?
Meneo la cabeza estaba vez el sonroje fue suyo. Algo que conforto a milo, así estarían igual.
— “tu espíritu guerrero-competitivo nunca muere”
Corto de tajo su risa esa voz… de nuevo
Miro el bolsillo del pantalón. Imposible que imaginara eso
La voz de Camus sonó en su plática pero poco estuvo atento a él, miro la gema oculta entre su ropa y luego miro a Camus
Y si quizás
– analizo, sus pensamientos.
La plática continuo; con el mas integrado disfrutando la compañía mutua. Ignorando su problema por un momento
Mientras Camus no había podido dormir cuando el llego por esos sus constantes bostezos
Y si quizás – volvió a penas milo: esta vez decidido
—Camus —llamo a este, que miraba la luna
Camus lo mira sin decir nada, se quedó un minuto pensando que hacer mientras con su mano dentro de su pantalón apretaba la gema
Segundos eternos pasaron en lo que él pensaba que decidir, y aunque por un instante pensó en darle a Camus la gema, desistió al final
— Creo que ya es hora de que me marche —bostezo no mentiría estaba muerto de sueño desde antes ya veía borroso aunque su activa mente no lo dejaba descansar. Se paró lento y soltó un bostezo nuevamente más siguió caminando hacia la puerta por la que antes había entrado
Camus iba detrás de, él. Este Se dio la vuelta para cerrar la puerta de la parte trasera
Y camino para alcanzar al griego, lo que no espero fue encontrarlo echado en el sofá, boca arriba y… DORMIDO…
— ¡Que! — Lo miro incrédulo — no puedes dormirte hay milo, no puedes dormirte en mi casa — corrió hacia el zarandeándolo para despertarlo este apenas abrió sus ojos para llevar su mano a su bolsillo sacando la gema de este y así la deposito sobre la mano del francés
¨El sueño le había quitado algo muy importante y fue su lucidez, su último razonamiento lógico ya había desaparecido y pensando para el que la decisión incorrecta era realmente la correcta, Sin saber lo que hacía…actuó sin pensar.¨
Se sentó en el sofá aun con sus manos unidas y dentro de ellas la gema brillo pero la impresión de Camus y la somnolencia de milo no les hizo notar su brillo rojizo que poco a poco se tornó negro y desapareció
— es un regalo… Por todo, Gracias —sus ojos flaqueaban ya veía borroso — yo no me arrepiento de nada
Camus alejo su mano de la contraria y hay la observo le pareció a primera vista una piedra preciosa.
Titubeo un instante y pensó preguntar qué significaba eso último que había dicho cuando el peso del griego callo sobre él, su cabeza reposo en su pecho estando el aun arrodillado lo tumbo completamente en el sofá al final Nuevamente milo dormía y con resignación lo llevo a una habitación donde lo dejo dormir ya mañana le daría las gracias, sonrió antes de marcharse a su cama.
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Hijo... del Empalador
FanfictionResumen: Conocemos quien es Vlad, su crueldad, maldad y su guerra contra los trucos. Pero... no sabemos nada de su hijo. ¿?