Como sueñan las sirenas

Capítulo 6

Como sueñan las sirenas.

Fanfic YAOI por Yukino.

Basado en el anime de Yuri!!! On Ice

Viktor x Yuuri

"A pesar que los momentos con él, habían sido los mejores del mundo para mi, debía alejarme un tiempo. El amor que nos sentíamos estaba perjudicando mucho nuestra carrera. La necesidad infinita de estar abrazados o de estar en la cama haciendo el amor, nos estaba agotando, y no estábamos al cien por ciento en las prácticas. Los entrenadores de cada uno, ya habían notado esto y nos advirtieron que sólo de amor no se vivía. Que las cuentas no se pagaban con besos y caricias.

Viktor se iba de viaje y me vio con esos ojos lujuriosos que me excitaban tanto. Sabía que quizás no podría resistirme y que si debíamos escondernos en un baño lo haríamos. Tuve que controlarme y tomar la iniciativa para no sucumbir.

—Yuuri, cuando regrese, vamos a amarnos hasta que nuestros cuerpos no reaccionen.

— ¿Qué acaso no es lo que hacemos siempre? —Se acercó sonriendo y me dio un beso. Pero empezó a subir de tono hasta que sentí sus manos inquietas bajo mi camiseta..."

Sentado junto a su ventana, veía las calles ruidosas a las que ya se estaba acostumbrando en San Petersburgo. Había carcajadas a todo pulmón, o gritos de madres intentando frenar a sus hijos. Ya todo eso se había convertido en paisaje para Yuuri, todo menos el hecho que no le hallaba sentido al estar ahí, jugando al asistente, jugando al amante. En su mano una de las historias que Viktor le había devuelto y odió la ironía de todo aquello. Y además el exceso de cursilería que para nada podía aplicar con el de carne y hueso.

Un golpe para su ego, era todo aquello. Su dignidad la había perdido entre las piernas de Viktor, pero aún así quería recuperar un poco de esta. Y estaba asustado, sus problemas de ansiedad se multiplicaron y empezó a llegar a la paranoia. Su corazón empezaba a planear el día desde muy temprano con miles de escenarios todos ellos muy malos. La sudoración en sus manos le estaba enloqueciendo y el empezar a caminar de un lado a otro sin control se le estaba volviendo hábito. Cualquiera podría decir que llevaba una vida tranquila, era amante de un hermoso hombre, era su asistente además, estaba recibiendo un pago muy bueno. Pero la verdad era muy diferente. Ese pago era como el de una prostituta. Quizás de aquellas muy finas llamadas 'damas de compañía' pero puta al fin y al cabo. Cuando ya acabaran las historias saldría de la vida de Viktor ¿y dónde quedaría su corazón?, seguro sepultado en uno de los tantos encuentros sexuales que aún les faltaba.

En ocasiones odiaba a Viktor. Él sabía perfectamente de sus sentimiento y gozaba haciéndolo infeliz. Yuuri no solo hablaba de sexo en sus historias, hablaba de hacer el amor, de todas las formas posibles, en todos los lugares existentes. Hacerlo con alguien a quien amaba. Esa era la base de sus historias, pero cada vez que intentaba insinuarlo, Viktor le destazaba las esperanzas con un "no puedo amarte, soy de él" y lo dejaba tendido en la cama con el corazón y el trasero ambos perforados. Y ya estaba harto.

Y por otro lado, estaba Viktor. Iba por la calle intentando cubrir su boca golpeada, de la que salía sangre a chorros. El sabor metálico lo odiaba, y sentía que cada que lo miraban, todos sabían lo que había pasado con su ingrato y ebrio amante. Aunque 'amante' era una palabra que le quedaba muy grande a ese hombre. Toqueteos obscenos no era tener sexo. Y pensaba cada que daba un paso, que faltaba un metro menos para estar con su Yuuri. Para ver sus ojos inquietos a través de sus lentes, que vería esa sonrisa tímida y esas mejillas sonrojadas, vería salir de su boca esas palabras que lo consolarían y después de haberlo curado, subirían al minúsculo cuarto a amarse. Era una total ironía que Yuuri y Viktor pensaran acerca de eso desde extremos tan distantes.