Como sueñan las sirenas.
Fanfic YAOI por Yukino.
Basado en el anime de Yuri!!! On Ice
Viktor x Yuuri
Capítulo 13.
"Nadie sabe que el rey de las mareas la vistió de arrecife y madre perla..."
Con las manos sudando y el corazón en la boca, se sentó en la oficina de quien manejaba 'Las Sirenas', le tenía importantes noticias, o eso al menos le había hecho saber con el chico que lo acompañó ahí para ayudarle con la traducción. Temblaba al creer que ya sabían que era él el amante de Viktor y que debían desaparecerlo, o que a Viktor le había pasado algo por su culpa, o a Sasha. Pero lo que estaba por escuchar, parecía mucho peor.
—Muchacho, aunque llevas muy poco tiempo en esta casa, creo que ya estás listo para ser Hosted por completo. Nunca lo imaginé, pero han ofrecido y pagado una cifra exorbitante por tenerte y la junta ha decidido que atiendas a este cliente. Ya has aprendido modales, etiqueta, danza, seducción y maneras de protegerte, tú sabes a qué me refiero. A este cliente no le importa que seas virgen o no, te quiere y punto.
— ¿Cómo es eso posible? Yo pensé que el señor Leo los tenía como mercancía especial, que por nada del mundo debían tocarse —intervino el joven que había acompañado a Yuuri hasta esa oficina, un poco preocupado por la situación.
—Es cierto eso, el señor Leo sólo quería que ellos fueran tratados como chicos de paso, pero el señor Leo no es el único en la junta, y la cifra ofrecida por un chico japonés de sus características fue tanta que no se pudo rechazar la oferta. Así que entonces mañana en la noche...
Y ellos siguieron hablando, pero la razón y la conciencia de Yuuri habían cruzado la puerta hacía ya varios minutos. Miraba fijo hacia la chimenea de aquella oficina organizando en su cabeza los sucesos de su vida, desde que era un fracaso como patinador, donde no ofrecían un centavo por él, hasta ahora que parecía se estrenaría como 'compañía' de alguien que había pagado millones por él. En su corazón siempre creyó que todo se solucionaría como en las películas, que Viktor llegaría sobre un corcel blanco a rescatarlo, que la música de fondo sería de violines en la más alta nota y un fade out* para indicar el fin. Ya un poco de manera más realista, creía que los dejarían ir a él y a Yuri, al saber a la policía cerca. Pero nada de sus supuestos había pasado. Y se sintió tremendamente solo. En un lugar donde apenas si le entendían, en un punto geográfico que sólo conocían quienes lo tenían ahí, sin saber de Viktor, de Sasha, de los suyos, de nadie. Yuri tenía razón, la situación siempre fue muy peligrosa, no era gracioso, no se debía tomar a la ligera y tenían que escapar de ahí. Un muchachito de diecisiete años tenía más claridad en las cosas de la vida que él con veinticinco. Ya no había nada porqué sentirse tranquilo, ya ahora empezaba la angustiosa espera por un milagro que no había pasado en casi un mes.
La conversación al parecer había terminado y lo supo cuando el joven que lo había llevado a esa oficina, lo tomaba del brazo para sacarlo de ahí. El gentil muchacho no se explicaba cómo era posible que ofrecieran tanto dinero por el japonés, cuando era claro que ni él ni el niño rubio parecían ser parte de ese negocio. Todos creían que los estaban escondiendo porque eran amigos del señor Leo, pero al parecer ellos estaban ahí, secuestrados. Lo llevó hasta su habitación donde estaba Yuri esperándolos. La cara de Katsuki lo llenó de angustia y al preguntarle qué pasaba se puso histérico.
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Como sueñan las sirenas
أدب الهواة«Se aferró a esos escritos que ahora tenían el aroma de su piel, con esperanza en que nada pasara. Con esperanza que diera un paso atrás y lo escogiera a él, que fuera ese que describía en cada palabra. Verlo fingir felicidad era una pesadilla, que...