Thor llegó a Asgard a pedido de su padre, quien lo había mandado a llamar con urgencia, pensó que su madre no había mejorado, hasta que su padre le dijo la verdadera razón por la que estaba en palacio.
Loki, su hermano menor estaba vivo, ni siquiera esperó a que su padre terminara de hablar y fue en su búsqueda, poco le importó que lo llamara a gritos, tenía que encontrarlo y darle una paliza.
¡Ese embustero!
Lo había llorado por siglos y resulta que estaba vivo y en palacio. Fue directamente a su habitación y no lo encontró, su siguiente parada sería la biblioteca, hasta que pasó por el jardín.
Su corazón se detuvo por unos instantes para reanudar sus latidos, el pobre parecía un caballo desbocado por lo rápido de su latir al ver la aparición divina que era su hermano.
Ataviado en ese traje que se le pegaba al cuerpo de color verde y negro, así como la túnica de cuero abierta que complementan su atuendo de diario, lo hacían verse espectacular. Su cabello negro como la noche sin luna brillaba a la luz del sol, contrastando fuertemente con la palidez de su piel, resaltando a su vez sus ojos verde esmeralda.
Siempre lo vio como una joya de gran valía que debía proteger a toda costa y por eso siempre espantaba a cuanto pretendiente de cualquier género y especie se le acercaba. Nunca lo entendió muy bien, pero no tenía importancia, él no permitiría que nadie lo tuviera.
Pero ahora, debía luchar con más ahínco, no sabía en qué momento su hermano se había convertido en esa beldad ni por qué le estaba causando problemas cardíacos, pero lo averiguaría.
- Thor, ¿te vas a quedar ahí parado en vez de venir a saludar a tu madre?
Loki levantó la mirada en su dirección, su hermosa sonrisa se transformó en un rictus de desprecio en cuanto lo vio.
- Madre, que gusto ver que te hayas repuesto, gracias a las Nornas por ello.
Thor se arrodilló y besó a su madre en ambas mejillas.
- Vaya, sí que te has vuelto más fuerte desde la última vez que estuviste aquí, y ciertamente más guapo - Frigga miró con intención a Loki, quien sólo rodó los ojos aburrido y se cruzó de brazos.
- Gracias madre, no hay halago más esperado que el tuyo.
- Que educado, supongo que tu padre ya te habrá dado la buena nueva.
- Precisamente venía por eso, - Thor se levantó y miro a su hermano- Necesito hablar contigo.
Loki sabía a lo que se refería, iban a pelear y eso era algo que él deseaba con todas sus fuerzas.
- Madre te importaría quedarte aquí por unos momentos, te prometo que volveré pronto.
- No te preocupes mi cielo, Astrid ya viene en camino.
Ambos hicieron una reverencia y besaron sus mejillas. Cuando estuvieron lejos de la vista de su madre Thor lo cogió del brazo y lo arrastro hasta otra zona del jardín que ambos conocían muy bien.
- ¡Quieta tus sucias manos de mi idiota!
Loki se soltó de su agarre y lo empujó lejos.
- ¡Embustero!
- Ese es mi segundo nombre.
- Te creí muerto, te lloré por siglos ¿y de repente te apareces aquí como si nada?
- Para tu información no aparecí aquí, me trajeron la fuerza y no sé qué tanto te quejas, tu humana está viva ¿no?
- Eres un idiota- Thor lo agarró por los hombros - ¿como puedes compararte con ella? Tu eres mi hermano y...
Loki lo volvió a empujar lejos, cada vez que escuchaba esa palabra refiriéndose a ellos dos le daban náuseas.
- Tu y yo no somos nada, lo dejaste más que claro aquella vez, no me vengas con sentimentalismos baratos ahora.
Thor se enfureció y lo golpeó en el rostro. Loki se tambaleo un poco pero planto los pies, giró rápidamente y levantando una pierna golpeó a su hermano en la cara. Dando inicio así a una batalla campal.
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Dueño de mi Corazón
Fiksi PenggemarOdín no era tonto, por algo lo llamaban el Padre de Todo, por lo que podría decir que conocía a sus hijos a la perfección. Él sabia lo que ocultaba el corazón de sus hijos, aquellos sentimientos no fraternales que ambos sentían por el contrario, era...