ocho.

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Él me miraba esperando una respuesta y yo no sabía dónde meterme.
Era obvio que no podía ir con la verdad y decirle que sí sabía quien era, porque supuestamente nunca le había visto y no debía delatarme.

-¿Vas a responder o no? -dijo un poco cansado de esperarme.

Intenté tranquilizar mis nervios para que no me temblase la voz y así evitar quedar como un tonto.

-No nos conocemos, pero tu voz me suena mucho y es por eso que te estaba observando. -expliqué.

Al menos no había mentido del todo, porque en realidad al principio sí le había reconocido por la voz.

-¿En serio? -alzó ambas cejas. -Quizás alguna vez hemos hablado.

Alguna vez no, muchas.

-Sí, será eso. -respondí incómodo.

¿En serio yo era capaz de reconocer su voz pero él no la mía? Me decepcionaba lo despistado que era.

-Perdona si te he incomodado al preguntarte tan directamente. -hizo una mueca.
-No te preocupes, entiendo que hayas preguntado de esa manera. La culpa ha sido mía por mirarte tanto rato. -sonreí para que no se sintiese mal.
-Bueno, entonces todo aclarado. Adiós. -alzó su mano y luego se giró para seguir con lo suyo.

¿Aquí se iba a terminar nuestra conversación? No podía permitir eso.
Tenía al mismísimo Im Jaebum delante de mí, a quien realmente estaba empezando a considerar un buen amigo y no podía dejar que se marchase como si nada.

Al mirarle de nuevo me percaté de que seguía atento en busca de algún álbum, por lo que entendí que realmente este género de música le gustaba. Así que lo que mejor podía hacer era sacarle algún tema de conversación relacionado con ello.

-¿El R&B es tu género de música favorito? -pregunté de repente con tono interesado.

Él me miró y luego asintió.

-¿El tuyo también lo es?
-Sí, es uno de mis favoritos. ¿Estás buscando algún álbum en concreto?
-Sí, pero por lo que se ve aquí no está. -suspiró.
-¿Cuál es el que buscas? Quizás puedo servirte de ayuda. Ya sabes, cuatro ojos ven más que dos.
-No te preocupes, -sonrió. -sé que no está. Ayer también vine y lo busqué. -comentó.
-¿Vienes mucho por aquí?

Si respondía que sí entonces podría animarme a venir aquí más veces.

-De vez en cuando, pero no mucho. ¿Y tú? -me miró curioso.
-Vengo pocas veces, pero cuando lo hago me quedo mucho tiempo aquí. -contesté mientras agarraba un disco cualquiera.
-Me pasa igual. -sonrió.

Después de unos cinco minutos más donde estuvimos hablando sobre varios artistas que a ambos nos gustaban, Jaebum decidió cambiar de género e irse al pop.

-¿Quieres acompañarme? -me ofreció al ver que él se estaba yendo pero yo me quedé quieto.
-Bueno, vale. -acepté con desinterés aunque en el fondo me moría por seguir con él.

Llegamos hacia la zona de pop, la cual era mucho más grande y tenía más pasillos y álbumes.

-¿Tienes algún grupo de kpop favorito? -me preguntó mientras agarraba un álbum de Infinite. -Estos chicos tienen unas voces increíbles. -dijo mientras me enseñaba el álbum.
-Concuerdo totalmente. -asentí. -Y no, no tengo un grupo favorito porque me gustan muchos. ¿Tú sí tienes?
-Tampoco, porque escucho a demasiados y no me puedo decidir, pero sí tengo un TOP 5.

Continuamos hablando de música y distintos grupos, hasta que llegó una pregunta que me puso demasiado tenso.

-Por cierto, ¿cómo te llamas? Yo soy Im Jaebum.

Era una pregunta muy simple, pero que me estaba dando miedo responder. ¿Cómo iba a reaccionar ante mi nombre?

Intenté no darle demasiadas vueltas, ya que estaba esperando a que le respondiese.

-Choi Youngjae.

Al escuchar mi nombre abrió un poco más sus ojos, algo sorprendido.

-Tengo un amigo que se llama igual que tú. -sonrió contento. -Y ahora que lo pienso, vuestras voces son muy similares.

Me tensé completamente con su respuesta. ¿Este era el momento en el que debía dar a entender que yo era el chico con el que solía hablar todos los días?

-Yo también tengo un amigo que se llama como tú, y vuestras voces son similares. ¿No es demasiada coincidencia? -pregunté de manera inocente.
-¡Demasiada! -exclamó. -Echo mucho de menos a mi amigo, hace demasiados días que no hablo con él. Supongo que se habrá cansado de mí, pero no le culpo, no es que sea una persona interesante.

Su ánimo bajó repentinamente al confesarme aquello, por lo que me sentí demasiado mal. ¡Por supuesto que no me había cansado de él! Estaba deseando de tener un móvil nuevo para poder volver a llamarle cada día.

Necesitaba tirar alguna indirecta muy directa para que se diese cuenta de que yo era ese amigo.

-Yo también llevo días sin hablar con él, pero porque mi madre me rompió mi móvil. Y como no tengo su número, pues...
-Espera, ¿por qué no tienes su número? -me interrumpió confundido. -Es tu amigo, lo normal es que lo tuvieses. Sino, ¿cómo hablas con él?

Este era el momento perfecto para soltar lo más importante y que le haría darse cuenta de que soy Choi Youngjae.

-Bueno, él trabaja en una línea erótica y hablamos por ahí. Él sí tiene mi número, pero yo nunca le he pedido el suyo. -confesé.

Jaebum cambió su semblante a uno de asombro y se quedó sin habla. ¿Se había dado cuenta por fin? Me observó de arriba hacia abajo, como analizándome.

-¿Eres tú? -me señaló aún sin cambiar su expresión.
-¿Soy yo? -fingí no comprender.
-¿Eres Choi Youngjae? ¿Mi Youngjae? -se acercó un poco más a mí. -¿El chico que llamó por videojuegos gratis pero que en realidad todo fue una broma de su amigo?

Sonreí abiertamente sin poder evitarlo. Jaebum se había dado cuenta y no podía estar más feliz.

Asentí varias veces, dando a entender que estaba en lo correcto. Y sin ninguno dudarlo ni un segundo, acortamos toda distancia y nos fundimos en un fuerte abrazo.

Línea erótica [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora