Línea erótica [2Jae]

quince.

La sensación de bienestar que embriagó todo mi cuerpo al tener sus labios pegados a los míos me dejó en un estado en el que parecía que estaba flotando encima de una nube.

La boca de Jaebum se movía con agilidad y lo único que podía hacer era intentar seguir el ritmo igual de bien que él.

Nuestros labios, igual de rápido que se separaban se volvían a juntar. Eran descansos de un solo segundo.

La lengua de Jaebum intentó colarse dentro de mi boca, pero justo en ese momento me separé por completo. Él notó que no quería continuar con el beso y se alejó de mi rostro para poder mirarme.

-¿Qué ocurre? ¿He hecho algo mal? -me miró un poco confundido.
-No, -negué rápidamente. -todo está bien. Pero no quiero que profundicemos más el beso, porque luego vamos a acabar haciendo otras cosas y es muy pronto para eso. -expliqué como pude, estaba avergonzado.

Él se quedó callado mirándome por unos segundos. Luego sonrió y dejó escapar una leve risa.

-Tienes razón, no lo niego. Me parece bien que me hayas parado.

Se reincorporó y se sentó en el sofá, dejándome a mí también sentarme.

-Me gustas mucho, Youngjae. -soltó de repente, logrando así que latiera muy deprisa mi corazón.
-Me he dado cuenta con el beso. -intenté sonar tranquilo.
-En realidad me gustas desde antes de conocerte en persona. -confesó.
-¡¿Qué?!

No pude evitar soltar un chillido. ¡¿Cómo que le gustaba antes de siquiera ver mi cara?! Entonces, ¿había estado fingiendo?

-Unos días antes de que tu madre te rompiese el teléfono, ya estaba sintiendo cosas distintas por ti. No me gustabas literalmente, pero sí me sentía muy atraído. -contó nervioso.
-Pero tú dijiste...
-Y sé que yo no suelo sentir nada sin haber visto antes a la persona. -me interrumpió. -Pero contigo fue muy distinto.
-Entonces, el primer día que nos vimos en la tienda de música, ¿qué pensaste sobre mí? -tenía mucha curiosidad.
-Cuando te vi mirándome, la verdad es que me pareciste precioso, pero nada más allá. Luego en cuanto supe que eras mi Choi Youngjae, ahí ya empecé a verte distinto. -sonrió tímido.
-¿Comencé a gustarte desde ese momento?
-Sí. -asintió.

¿Por qué no me había dado cuenta? Seguro sus sentimientos eran demasiado obvios y aun así yo seguía cegado creyendo que solo me veía como a un amigo.

-Intentaste disimular un pequeño tiempo que te gustaba. -dije más para mí que para él.
-No quería estropear nuestra amistad así de rápido. -suspiró. -Tenía que disimular, aunque lo hice muy mal. Entonces mentí un poquito, pero ya ves que no ha durado mucho.

Negué divertido y me acerqué un poco a él. Le sonreí de la manera más tierna que pude y agarré su brazo mientras mis ojos estaban fijos en los suyos.

-¿Y qué es lo que más te gustó de mí? Lo que hizo que comenzase a gustarte.
-Todo. -respondió con rapidez. -No hay absolutamente nada en específico, todo me gusta. Hasta tus defectos me parecen bonitos. -dejó un beso en mi frente. -Tú entero eres maravilloso.

Me encogí de la vergüenza al escuchar sus palabras tan cursis. Jaebum era tan lindo, cariñoso, sincero y atento. A mí también me gustaba todo de él.

Y bueno, quizá no correspondía sus sentimientos a un nivel tan alto como el suyo, pero sabía que en poco tiempo iba a estar coladito por él. Quería vivir estos sentimientos primerizos junto a él, no quería tenerle lejos de mí y tampoco me apetecía tener que conformarme con solo llamarle.

-Jaebum, deja tu trabajo mañana mismo. -dije con voz decidida.
-¿Qué estás diciendo? -me miró incrédulo, mis palabras le habían pillado de sorpresa.

Ya tenía todo en mi cabeza. Lo que le iba a decir a mis padres, el trabajo que le iba a conseguir, el tiempo que se iba a quedar a vivir conmigo... Todo. Y no iba a salir mal porque me iba a ocupar muy bien de eso.

-Vamos a hablar con mis padres, quiero que vivas una temporada conmigo.

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Hasta ahora todo ha ido bien en este fic.

¿Os gustaría algo de drama o preferís que las cosas continúen igual de bien hasta el final?

Lo que más prefiráis será lo que haré ^^