Felicitaciones y habitaciones

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— A partir de ahora se os asignaran un robot de asistencia personal que os garantizará una experiencia única en las instalaciones. Son una herramienta para cumplir vuestros horarios a la perfección y hacer todos los trabajos con el mayor rendimiento posible —las pantallas se volvieron negras y dejaron entrar a la sala a unos veinte autómatas blancos, con símbolos y marcas verdes—. También es uno de mis múltiples métodos para seguir vuestra evolución en la empresa.

Cada robot se fue añadiendo a cada uno de los asistentes. A Oliver le asombró el diseño y la capacidad de objeto de levitar sin turbulencias, de forma elegante. Tenía una pantalla holográfica que parecía simular una cara humana. 

— Buenas, soy Oliver...

— Oliver Reyes —parecía una voz humana, era dulce y agradable de escuchar—. Tengo la información básica sobre su persona instalada en mi base de datos y mi comportamiento se irá modelando para compenetrarnos en un futuro —Oliver prestaba atención fascinado—. Espero que la experiencia en Mortem sea de su agrado, señor.

— No, em... no soy ningún señor...

— ¿Señorito, pues?

Oliver lo miró incrédulo... juraría que la voz tenía algo de sarcasmo...

— Oliver, por favor.

— Encantada, Oliver. Yo me llamo 1.12.1.9.1. —hace una pequeña pausa—: aunque puedes llamarme Alaia.

Oliver asintió y prestó atención a Álvaro Pina, quien hacía un gesto para hablar y dar por cerrada la primera charla motivadora del grupo.

— Vuestras unidades os llevarán a vuestras habitaciones individuales y terminarán de daros la información. Como aún sois iniciados, sólo tenéis derecho a una audio-llamada en directo por el momento —se quedó mudo, mientras mantenía una sonrisa forzada en la cara—. Muchas gracias.

El líder les dio la espalda y se marchó hasta terminar desapareciendo por los laberínticos pasillos. Alaia no dejó que Oliver pudiese despedirse de sus compañeros, ni tampoco le permitió hacerla más preguntas. Mandó al pelirrojo que la siguiese por los pasillos laberínticos hasta que se paró en una pared sin nada que destacar.

— Coloque la mano en mi panel de la pared —la superficie lisa dejó que un pequeño panel al descubierto. Oliver ordenó y esperó—. Ésta será vuestra nueva habitación. Mi cuerpo aguardará fuera en todo momento, yo estaré cuidando las instalaciones en el interior.

Oliver entró al completo en la sala con la boca abierta. Era una sala enorme, más grande que toda su casa, seguramente. Estaba limpia, tenía claridad y daba una sensación de limpieza y novedad increíble.

— Así que... —no estaba seguro de lo que hacía mientras no paraba de mirar los detalles de la sala—, ¿vas a vigilarme en el baño también?

— Afirmativo.

— ¿Y no podría cambiar esa opción?

Alaia rio, sorprendiendo a Oliver.

— Ahora mismo no tienes suficiente autoridad para hacer ese tipo de ajustes.

El pelirrojo se tiró a la cama.

— Eres entonces de los últimos modelos, ¿no?

— Si se refiere usted a mis actualizaciones: sí.

Oliver no pudo contener su emoción ante tener el dominio de una tecnología avanzada.

— Siento mi curiosidad, pero es que aún no he conocido a ningún robot tan potente... En la zona de Nympha donde he estado viviendo aún no han llegado los reajustes... —Oliver mira con cautela hacia el robot que está desactivado—. ¿Tienes sentimientos?

Proyecto Regreso (Tom Holland) #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora