Cambio

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De repente todo empezó a cambiar, Taeyong ya no se acercaba a jugar con el castaño, prefería estar acostado en el sillón de la sala y cuando esté quería acariciarlo le gruñía y alzaba su pata con la intención de rasguñarlo.

El único consuelo de Jaehyun era que Cassie si se portaba cariñosa con él.  Al principio pensó que el felino actuaba así por la reciente llegada de Cassie pero sus dudas fueron despejadas cuando Taeyong se acercó a Cassie y empezó a jugar con ella e incluso lamía su pelaje.

Ahí fue cuando entendió que tal vez el problema era él.

—No sé si estás pasando por la pubertad o me odias Taeyong —dijo mientras se sentaba en el sillón individual de la sala ya que el pelirrojo se había adueñado del más grande.

El felino solo lo miró con indiferencia y gruñó enseñando sus colmillos, Jaehyun suspiró derrotado, esperaba que Taeyong estuviera mejor los próximos días.

Extrañaba la forma en la que ronroneaba cuando acariciaba su cuello o cuando se subía a su regazo y dormía toda la tarde haciéndole difícil levantarse sin despertarlo.

Jaehyun se levantó y Cassie lo siguió, le acarició su cabeza y le dejo comida en su plato antes de irse a bañar.

Cuando regresó del baño observó que Taeyong estaba dormido, con cuidado lo acarició, tenía miedo de despertarlo.

—Buenas noches Taeyongie

Jaehyun se durmió poco después de acostarse, durante la noche creyó haber escuchado ruidos provenientes de la sala pero pensó que era parte de sus sueño.

Se levantó y se sentó un rato mientras esperaba que el sueño abandonará su cuerpo, se estiró un poco antes de dirigirse al baño.

No lo noto lo primera vez que pasó pero después de lavarse la cara y estar bien despierto, miró con sorpresa lo que había en su sillón.

—¿Taeyong?

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