STITCHES | ❝tropezando conmigo misma estoy adolorida rogando por tu vida.❞
Nadie me había visto ver el mundo de otra manera que no fuera ma real. Pero nada es perfecto, y ahora necesitare puntadas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
'━━━━━━━━━━ • ━━━━━━━━━━´
Carl Grimes.
Me quede un rato despierto admirando a Rebbeca, hace tantos años que no veia su rostro, a cambiado tanto física como psicológicamente. Ahora es mas sería, reservada y obstinada, la rabia y el orgullo mas el rencor me impedia ir y decirle cuanto la extrañe. Me sentía traicionado por ella, pudo habernos buscado, pero no lo hizo. Puedo habernos dado una señal cuando escapamos de la granja, pero no lo hizo.
Me siento de cierto modo mal por ignorarla y tratarla de un humor no muy agradable. Pero por una parte de mi me dice que se lo merece, al tiempo de estar despierto me recargue en la ventana de la derecha para poder dormir y así olvidar que tengo a Becca junto a mi.
A las horas, Sentía que alguien me movía frenéticamente, una respiración agitada me hizo despertar, le iba a reclamar a la persona que me allá despertado de mi sueño pero al ver la cara de angustia que tenía Becca todo mi sueño y enojo se fue. Sentí como alguien golpeaba el vidrio del auto. Eleve la vista y lo que me encontré fue un hombre gordo y robusto mirando el rostro de becca morbosamente.
Ella con la voz cortada y lágrimas cayendo lo sus ojos claros, solo pudo articular la palabra "Peligro" que era como un código cuando eramos pequeño de que algo no iba para nada bien. Sus ojos lo demostraban mas su boca totalmente seca que no lograba articular alguna palabra, su rojiza melena completamente empapada por él sudor, pegada a su cuello, frente y mejillas sucias. De un momento a otro el hombre abrió la puerta del auto y me tomo por los hombros. Mi respiración se comenzó a acelerar.
Otro tomo a Becca por los hombros y la amenazó con un cuchillo, no teniamos escapatoria, tenia miedo, era la segunda ves que ese sentimiento tan insólito se apoderaba de mi cuerpo. Acababa de encontrar a mi mejor amiga y no pensaba perderla por mas que estuviera molesto con ella, veía como el filoso cuchillo del hombre se pasean por el cuello lleno de tierra y lágrimas de Anna. Veía el miedo recorrer sus facciones al igual que ella veía el mío.
Sentía como las manos de perverso hombre comenzaban a recorer mi cuerpo, mientras un grito desgarrador se escucho, era de Anna, luego otro. Lágrima tras lágrima comenzaron a bajar por mis ojos, ver a la gente que quiero ser amenazada y yo sin poder hacer nada me da tanta impotencia. Tanta rabia.
—No me hagas contar Rick —La voz del hombre canoso llegó a mis oídos —Bueno, si así lo quieres así será, Diez misisipis, Nueve misisipis, Ocho misisipis.
—¡Alto!.
« ↻»
Sentía un amargo sabor en mi boca, aun recordaba cada momento, cada parte de lo que sucedió anoche. Me sentía sucio, atascado en mi propia mente tan corrompida. Sentía la respiración entre cortada de Becca en mi cuello, aun se podían oír los sollozos inaudibles salir de sus labios, los podía oír perfectamente. Un suspiro de angustia y frustración se escapo de mis labios haciendo que Becca se removiera en mi hombro.
