Capítulo 12

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25 de junio de 1940.

Me levanté de un susto otra vez, de nuevo esas pesadillas, esta vez estaba en una ciudad rodeado por mis camaradas en un par de edificios, y de repente aparecen tanques y nos empiezan a disparar, yo salgo, viendo a Luther que estaba combatiendo; disparando sin cesar y recargando al momento. En cuanto me vió me dijo que corra y una bala perforó su cabeza en un instante, matándolo. Yo no podía creerlo... corrí lo más que pude, sabiendo que tenía que buscar un arma ya que no tenía ninguna. Encontré una pistola tirada en el piso, no era mucho pero de algo serviría seguramente, me agaché para recogerla, pero justo siento algo tibio en mi cabeza, había alguien que me estaba apuntando con su arma.
Levanto mis brazos en modo de rendición y el soldado me da un golpe con su arma en el cerebelo. Haciendo que quede inconciente y luego despierto.

Son las 08:04, me levanto y me dirijo al baño para hacer mis necesidades. Luego de 10 minutos salgo y me encuentro con mi madre preparando el desayuno. Mis hermanas no estaban, se habían ido a la escuela.
Me siento en la silla y mi madre me da una taza café, galletas con miel y pan.
Ella se sirve una taza y toma de ella. sentada en frente mío.

De repente decide romper el silencio.
-¿Estás bien Hans? Te noto algo preocupado.

¿Tan mal estaba por ese sueño? Le tuve que mentir, si le decía la verdad ella se preocuparía mucho y se enfermaria, y no quería eso, por lo tanto decido contestarle
-Algo... conoceré a una chica que Luther me va a presentar hoy.

Ella, como toda madre, contesta emocionada -¿En serio? Muy bien hijo al fin una chica. Te pareces mucho a tu padre, ¿sabías que él era un galan?, las chicas lo querían y se volvían locas, pero una joven humilde, señorita, se ganó su corazón por ayudarlo cuando nadie estaba...  y esa joven soy yo.

-¿Si? Wow mamá. Amm... ¿yo un galán dices? Pff, yo me siento horrible, un cerdo es más hermoso que yo.

-Patrañas, querido hijo, ambos son bellos.

Gracias madre.

-continua- ¿Conoces a la muchacha?

Rodeo los ojos, ganándome una mala mirada por su parte -No, es anónimo, Luther me la va a presentar esta tarde.

-Ah, le agradaras hijo, seguramente es una hermosa dama.

Algo cansado del tema, me limito a responderle
-Si tu lo dices, madre.

-Oh, ¡Dios santo, Hans! Ya verás que si, aunque si me traes a una inútil e irresponsable no dudes que agarre tu rifle y la saque de mi casa.

Me ahogo con el café que estaba bebiendo.

-¡Mamá tranquila! No pasará.

-Más te vale Hans Oscar.
Bueno hijo, termina tu desayuno que necesito que vayamos a comprar al mercado.

-Si madre...

Luego de dos horas caminando y haciendo las compras íbamos por la calle caminando a casa cuando veo un cartel que había sido colocado estos días.
Decía que se acercaba un desfile en una semana. Mi madre me llama y dice que me apresure.
Llegamos a casa y la ayudo a guardar las compras.

Eran las 10:30, hoy me tocaba patrullar las calles de Berlín.
Voy por mi uniforme, agarro mi rifle y me encamimo al centro de nuevo.

Lo único que hago es caminar y caminar, vigilando que nada malo pase.
Pero siento algo extraño, un escalofrío

Miro para todos lados, hasta que enfoco a una chica con una capa cubriendo su rostro, robandole a un hombre sin que se de cuenta, cuando logra su "objetivo" huye, yo la persigo, se da cuenta de mi presencia y corre, despues de 20 minutos de persecución entró en un callejón sin salida, y la tuve rodeada. Le dije que devuelva lo que robó y que se entregara.
Saco mi rifle y le apunto, obviamente no tenía intenciones de matarla, solo de asustarla.
Ella levanta sus brazos y yo me acerco, le digo que se quite la capa y me dejara ver su rostro.

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N/A
-En multimedia la bella ciudad de Berlín en época nazi.
❗-Por favor, no sean lectores fantasmas y si les gusta lo que leen voten cada capítulo, sino se siente como si se estuviese escribiendo para nada, gracias.


@adolfyeva

Hans Schell y la segunda Guerra MundialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora