Amor en un sentido ||JOERICK||

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— ¡Al fin se me ha dado el privilegio de conocerte jovencito! — dijo alegremente la señora daysi una vez me presenté

Desde hace unos días rondaba por mi cabeza la idea que había tenido, pero no estaba del todo seguro de comentarla, así que decidí por venir a conocer a la mamá de Erick, Richard me había mencionado anteriormente donde vivía, fue una platica trivial en un comentario sin demasiada importancia  pero a mi me sirvió de mucho para mi gran idea, como había decidido llamarla, pero justo en este momento no era ese el motivo de mi presencia en la casa de Erick, ya tendría un mes aproximadamente desde que lo conocía y no me parecía correcto que todas las veces que lo veía fueran en la cafetería ya que Richard no tenía permiso de dejarlo salir.

— no es para tanto señora daysi — fue lo único que pude articular e internamente me felicité por no tartamudear, estaba nervioso.

Así lo estaría en un tiempo cuando le pidiera el permiso para ser novio de Erick, por que quiero hacer las cosas bien, formales.

Ella me adentró hacia su casa y me encaminó hasta lo que parecía ser la cocina, la casa era pequeña pero acogedora

— de todas maneras cariño, Richard me ha contado de ti, por lo que me ha dicho eres un buen muchacho y Erick, es más felíz.

Una oleada de ficidad inundó mi sistema, Él era feliz por mi.

Ella caminó hasta su estufa y sirvió un poco de lo que parecía ser chocolate en una pequeña taza y me lo entregó para después servirse otro, supuse que para ella.

—me alegra mucho escuchar eso, de verdad se lo digo — tomé un poquito del chocolate tibio que tenía en mis manos, Estaba delicioso.

— y cuéntame más de ti Joel, me agradas.

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Caminé despacio por el pequeño y angosto pasillo, estaba emocionado, Erick no sabía que estaba aquí

Abrí con cautela la puerta que la señora me había dicho y cuando lo hice lo primero que vi fue a un Erick frente escritorio dibujando, trazaba con las llemas de sus dedos por toda lo que parecía ser un papel especial para dibujo, tenia una pequeña charolita y colocaba sus dedos ahí para después pasarlos por toda la hoja, me acerque hasta el y observé su arte

Era yo, otra vez

— Hola, niño bonito.

Puse mi mano encima de la suya y miré su rostro, quería ver su reacción y así fue, el sonrió y con su otra mano sujetó la mía y dejó ahí y casto beso.

Se levantó de la silla y me abrazó y se  que lo que diré es demasiado pronto pero de verdad sentí  que tenía mi mundo en mis brazos.