Capitulo #4

1.1K 97 11
                                    

❇❇❇❇❇

Aunque tu cielo parezca nublado
recuerda que detrás de las
nubes hay un cielo claro cargado
de luz.

❇❇❇❇❇

El sol quema sus mejillas y el agua aun moja sus pies, la arena en su rostro se a secado y comienza a toser.
Entre abre sus ojos ante el brillo deslumbrante de un nuevo día.
Se levanto aun débil y mira a su alrededor.

- Al parecer la marea me arrastro a una isla. - dice para si misma. - ¿Y ahora que hago? - Se levanta, sacudió su ropa y se dio cuenta que el arco aun colgaba de su espalda. Preocupada, comienza a vagar por la isla buscando a alguien mas.
Después de un par de horas caminando se dio cuenta que la isla estaba desierta. Estaba sola ahí; sedienta decide aventurarse al interior de la maleza de la isla con la esperanza de encontrar agua dulce.
Mientras tropezaba entre las ramas y raíces de las plantas a su alrededor, buscaba arboles frutales para comer de sus frutos, al mismo tiempo que agradecía al viejo sr Damocles por haberle enseñado tanto en esos días de casería, como usar el arco y encender fuego.
- Je, jamas creí que esas cosas que creía tontas, las usaría algún día. Doy gracias de que Sr. Damocles permitiera que lo acompañara a sus días de cacería. Tal vez por eso nunca fui lo que mi madre quiso y me enseño a ser una señorita culta y sumisa que permití que hicieran conmigo lo que quisieran.
Es raro que un pirata, que conocidos por salvajes, groseros, burdos, me respetara después de no mostrar acto alguno de resistencia y... el no. - Marinette iba hablando sola en medio de la selva analizando su vida y agradeciendo por el hecho de que aquel anciano agradable la dejara saltar y corretear en el bosque, los momentos mas felices de su vida, asta que la alejaron de el, para rectificar sus modales y aprender a someterse a un hombre, todo una guerra dentro de ella.

Finalmente encontró una pequeña laguna donde caía una linda cascada y al parecer también había algunos peses, toda una maravilla, tomo agua y comenzó a buscar un lugar donde pasar la noche, creo algunas flechas con un poco de dificultad ya que no podía lograr que estas se fueran derechas.
Se dirigió a un riachuelo, dirigió su flecha y con su gran puntería logra atrapar un pez.

La noche al fin a llegado, Marinette descansa en una pequeña cueva a la luz de la fogata que logro encender.

•••

•••

Caminaba por la costa 2 días después de su llegada ahí. Se aventuró a entrar a una cueva que vio a la orilla del mar, tubo que nadar para llegar a la entrada, solo quería encontrar algo que la ayudara a salir de la isla.

Dentro de la cueva encontró un pequeño barco de una vela, pero ella no sabia nada de barcos ni navegación intento revisarlo y solo encontró algunos hoyos en el.
Intento sacarlo pero le fue imposible, así que desistió y salio de ahí.

El sol se comenzaba a poner pintando la tarde de un bello naranja que se reflejaba en el mar haciendo que este brillase y al mismo tiempo pareciera que este ardiera en llamas, una vista increíble que extrañaría si lograba salir de ahí.
Caminaba por la orilla de la playa cunando vio a lo lejos algo flotando, al parecer la marea arrastro algo o alguien.

Marinette se adentro al mar para averiguar que era eso que la marea había arrastrado.
Cuando finalmente llego, no lo podía creer, una mata de cabellos rubios y mojados se asomaba por encima de un un barril.

- ¡El capitán Agreste! - Exclamo ella al darse cuenta de quien era. Lo examino como pudo y noto que aun seguía con vida. Dudosa de si ayudarlo o devolverlo al mar y dejarlo morir. Después de unos segundos de pensarlo decidió ayudarlo.
Lo jalo a la orilla como pudo y acostó en la arena, el se veía pálido con los labios algo morados y secos, se encontraba deshidratado y hambriento, muriendo poco a poco.

Con mucho trabajo y después de varios golpes y moretones logro llevarlo a su refugio, humedeció sus labios con agua fresca y le depositaba pequeñas cantidades de agua de vez en vez para que se repusiera.
Durante la noche su temperatura subió bastante, Marinette le ponía compresas frías para bajar la fiebre, fue una noche larga y agotadora.

❇❇ ▶Adrien P.O.V.◀ ❇❇

Abro mis ojos poco a poco, la luz me ciega y me cubro. Examino mi alrededor, al parecer estoy en una cueva, me incorporo un poco y al instante me mareo volviendo a acostarme de repente me siento desnudo y levanto la manta que me cubre, efectivamente no traigo nada puesto, pero mi garganta me quema pide agua, busco alrededor de la cueva y encuentro un poco de agua en un cuenco echo con un cocó, bebo el liquido que refresca mi garganta y la siento caer fría en mi estómago.
- ¡Es deliciosa ! - Digo disfrutando de este liquido vital. Cuando alguien parado en la entrada hace sombra y llama mi atención.

- ¡Oh! Veo que ya despertó, su ropa esta aya. - Me dice señalando la ropa que esta doblada en un rincón.

- ¿Qui-quien eres? - preguntó confundido.

- Tan pronto me olvido capitán Agreste.

Se acerca y la luz finalmente me deja ver su rostro.

- Eres la esposa del jefe de la guardia. - Le digo al fin reconociéndola.

- Marinette capitán, mi nombre es Marinette.

Sonrió al notar en su voz la molestia por no reconocerla por su nombre, al igual que noto esa chispa que tuvo cuando la enfrente en el barco.
Esa chispa que me encantó.
Esa chispa que me movió el piso cuando la vi peleando a mi lado.

- ¿Tenias ganas de verme desnudo?

- Ja, ja, ya quisiera Cap...

- Adrien, llámame Adrien. - Le digo interrumpiéndola.

Ella me mira asombrada y sonrojada.

- Bien, iré de pesca mientras se viste, para darle algo de privacidad.

- Pero, si ya me viste desnudó, acaso no te gusto lo que viste.

Ella solo sonrió tomo un arco que estaba recargado de la pared de la cueva y se fue...

PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora