Una muerte trágica

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DRACO P.V.O

Tengo que hacerlo ya.

Ahora mismo.

Aprovechar que está dormido para matarle de una vez por todas.

Voy al río que hay cerca de la tienda de campaña y cojo dos piedras. Empiezo a frotar una contra otra, haciendo que la que tengo en la mano derecha se haga cada vez más cortante.

Ahora está empezando a amanecer. Me he pasado toda la noche afilando la piedra y no he podido dormir, tendré que matarlo en otro momento.

-Vaya, Malfoy. Te has levantado temprano hoy, ¿acaso tienes planeado algo?

-Sí, algo bastante desagradable para ti.

-¿Que tú estés cerca de mí? Sí, parece bastante desagradable. No quiero que se me pegue tu narcisismo, egocentrismo y tu mal gusto por la ropa -aprieto mi mano alrededor de la piedra afilada, cortándome un poco la mano. Tengo que afilarla más.

-Será algo más desagradable, te lo prometo.

Ron se marcha, indignado. Yo me quedo afilando la piedra, pensando en el mejor sitio donde cortarle.

Escucho a Weasley gritarme que va a por algo de comer. ¡Qué extraño, Weasley tiene hambre! Hago caso omiso y sigo a lo que estaba haciendo.

Después de dos horas la piedra ya está totalmente afilada, tanto es así, que con solo tocar el borde te cortas. Me doy la vuelta, levantándome, y veo al pelirrojo con sacos llenos de carne, de un tipo de animal que no soy capaz de reconocer.

-¿Sólo traes eso? Que poco... -le digo, con tono decepcionado.

-Al menos yo estoy haciendo algo productivo, y no jugando con una piedra.

-Weasleypis, soy vegetariano. No sé si tú entiendes el significado de esa palabra: solo como vegetales.

-Bueno, mejor así. Tú te mueres de hambre, y yo regreso a Hogwarts para quedarme con la sangresucia esa de Hermione.

-¡¡NO TE ATREVAS A LLAMARLA DE ESA FORMA, TRAIDOR A LA SANGRE!! -él no la quiere, solo desea joderme la vida porque sabe que soy feliz con ella.

-Yo llamo a quien sea como me da la regaladísima gana. Precisamente tú no me lo vas a impedir -Weasley cierra las manos en un puño, en señal de enfado -Ya estoy harto de este juego de niños. ¡Pelea como un hombre!

-Es que es de mala educación pegarle a una chica, Weasley. Ya sabes algo de nuevo de tu inexistente libro de modales -le digo sujetando la piedra, preparado para atacar.

-¡Yo no soy una chica!

-Pues lo parece. Ya sabes, por el tema ese de que te gustan los chicos.

Aparentemente, el pelirrojo se marcha sin ninguna muestra de enfado, y yo, me doy la vuelta para beber algo de agua del río. En ese momento un brazo me rodea el cuello, apretándomelo con fuerza.

-Eres...un...hipócrita,...Weasley...

-No puedo permitir que vivas para que le cuentes a todo Hogwarts mi secreto.

-Tendrás...que apretarme...más fuerte...si quieres...que me...enamore...de ti... -digo asfixiado. Me empieza a doler la cabeza, como si me fuera a explotar de un momento a otro.

Consigo recoger la piedra, que se me había caído del susto, y con un ligero, rápido y certero movimiento, le clavo la daga improvisada en el estómago.

Su cuerpo cae al suelo, inerte. Y por primera vez en muchísimo tiempo, me da pena que muera. Que haya muerto por mi culpa.

ENAMORADOS DE LOS SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora