ENAMORADOS DE LOS SLYTHERIN

Confesiones

Capítulo 10: Confesiones.

Los Slytherin, las Gryffindor y la Ravenclaw decidieron parar de momento las reuniones. Ya tenían bastantes problemas como para buscarse más aún. Las amistades entre ellos se fueron hacie do más fuertes. Harry y Ron notaron este cambio, pues Herms en vez de sentarse con ellos en Pociones, se sentaba con los tres Slytherin.

- Hermione, ¿qué te pasa? Nos estas dejando de lado por aquellas personas que te insultaban.- consiguió decir Ron cuando Hermione estaba sola.

- Exacto. Has dicho "insultaban", está conjugado en pasado. Ya no son como antes.- explicó Herms.

- No te fíes de ellos, acabarán lanzándote un Avada por la espalda. 

- Comadreja, dejala en paz. Se ve que ella no quiere hablar contigo.- interrumpió Draco.

- Cállate, hurón albino. Nadie está hablando contigo ni a pedido tu opinión.

- Ten cuidado, Weasley. Ten cuidado.

- ¿Es una amenaza, Malfoy?

- No, solo es una advertencia. Tómatelo como quieras.

La clase se fue mientras Hermione se reía junto a los Slytherin y Ron le regañaba a Harry el por qué dejaba que su amiga se comportara así.

Harry P.V.O

- Ron, tienes que olvidarte de Herms. Si ella decide pasar un rato con los de Slytherin es su decisión, no somos quienes para impedírselo.- le digo

- Ella es MI novia. Tengo todo el derecho a reclamarle las amistades que tiene.

- ¿Cómo es eso de que soy TU novia? ¿Puedes repetirlo? No te he escuchado muy bien, imbécil.- Hermione había escuchado lo que dijo Ron- Olvídate de mí. Ol-ví-da-te. No quiero saber más de ti. Te dejé bastante claro en la Madriguera que no somos NADA. Yo puedo estar con quien me dé la del gana. No serás tú quien me lo impida.

Narrador P.V.O

Ron estaba furioso. Lo había dejado en ridículo en medio de un pasillo. Ese echo lo animó, más aún, a seguir con su plan ideado junto a Astoria. Los encuentros entre ellos se volvieron más frecuentes.

Todos estaban ya en sus respectivas habitaciones. Todos dormían o, por lo menos, lo intentaban. El día de mañana sería duro para cierto rubio y cierta castaña. Una tormenta se avecinaba encima de ellos.

Hermione P.V.O

Me había despertado a las cinco y media de la mañana (una hora y media antes de lo habitual) a causa de una lechuza negra como el azabache con ojos azules intensos. No reconocía a esa lechuza. Pero como suele decir el dicho muggle: la curiosidad mató al gato. Me dirigí hacia el alfeizar de la ventana para recoger la carta. Decía así:

"Querida Hermione Jane Granger:

Lamento mucho serte distante e indiferente. Me extraña escribir esto pero creo que me estoy enamorando de ti. En San Mungo no lo tenía claro (ésta clase de sentimientos nunca han estado presente en la familia Malfoy). Sinceramente, no creo ser el único que se ha enamorado: Theo está muy cariñoso con Lovegood y Blaise más de lo mismo con la pelirroja. Lo de Blaise empezó desde sexto, pero como teníamos que "presumir" de la pureza de sangre, no quiso reconocerlo. Este es nuestro último año en Hogwarts. Mi mansión está hecha tierra (¿era así la expresión muggle?). La comadreja no soporta que esté contigo. No sé tú, pero yo lo veo bastante claro: ¿quieres casarte conmigo?. Es un poco cobarde decírtelo en una carta y no a la cara, pero cada vez que veo tus ojos pierdo la razón. Mi padre no habría aprobado esta propuesta, pero me da igual. Él ya no está aquí y mi madre hubiese querido que fuera feliz. Es una decisión importante, piénsatelo. Te amo. Te amo. Te amo. Y te amo, nada ni nadie podrá cambiar ese hecho. Hoy por la noche ve a la orre de Astronomía con la pelirroja y la rubia, si quieres trae a Potter pero a la comadreja no le gustará ir. Te espero allí a la medianoche, sin whisky ni alcohol, debemos estar todos sobrios.