Amar Es Comprender

Advertencia

Jonathan y los muchachos por fin se habían marchado, solo quedaba una cosa por hacer, atar cabos sueltos. Nina tomo un cuchillo de la cocina, un cuchillo dentado,  también lleno  una cacerola con agua helada, ya que era el único recipiente digno que tenia a su alcance.

La joven, derramo el agua helada sobre sus prisioneros,  quienes  se despertaron sobresaltados.

Tommy: ¡Maldita Puta!  voy a  destrozarte, cerda. vocifero el joven

los otros muchachos solo gritaron ante el sobresalto, pero el miedo de despertar a atados los paralizo . la joven no respondió a los insultos de Tommy, se limito a sentarse en el piso frente a ellos, y a estudiar sus rostros. 

el silencio duro unos instantes,  pero pareció eterno y espeso.

Los ojos  de la joven se cerraron y sus pupilas se movían frenéticas bajo los parpados, la respiración se le  había vuelto profunda, y a los jóvenes los invadía un profundo terror , era una escena tétrica. Sus ojos se abrieron, no había pupilas en ellos; solo blancura y unas venas finas y rojas. Con esos ojos  los busco, apunto con su cabeza en la dirección en la que cada uno estaba... tenia el cuchillo en la palma de su mano derecha. 

 A Tommy los parpados se le hicieron pesados, no pudo controlarlo y se desmayo junto con sus compañeros.

Cuando abrieron los ojos, no había nada a su alrededor, ni piso ni techo, ni cielo,tampoco  se sentía el  viento; o el frío,  o  el calor. Ese sitio  era la nada misma. La obscuridad extrema pero aun así podían verse con claridad.

¿Pero que mierda?... pensó Tommy

De repente las miradas se centraron en una silueta conocida era Nina, Tommy corrió hacia ella para derribarla,  pero antes de llegar hacia ella no pudo moverse mas, una fuerza externa increíble e invisible se lo impedía.

Nina soltó una cínica carcajada.

Nina: En este lugar, yo lo controlo todo, yo decido si hablan,  si corren y sobre todo  si sienten. Nada pueden hacer aquí contra mi, y estarán aquí el tiempo que yo decida. tengo poder absoluto sobre Ustedes,  Y ya que nuestro amable compañero se ofreció de voluntario, les mostrare algo que quiero que tengan en mente la próxima vez que nos veamos.

La joven se acerco, e hizo aparecer un pequeño cuchillo dentado  en su mano,  con el  destrozo la camisa de Tommy, dejando su pecho y amplia espalda al descubierto. Le paseo el filo por la espalda, sintió el frió del metal por el cuello y no pudo hacer o decir nada, simplemente los insultos no salían de su boca, por mas que lo intentara, por mas que la rabia lo quemara por dentro.

Sus amigos miraban con horror la escena, por mas que lo intentaran, sus músculos estaban tensos pero no podían mover los pies ni las manos, tampoco se les permitió cerrar los ojos, La joven era un verdugo severo.

comenzó a cortar sus brazos, pequeñas incisiones a lo largo de ambos brazos, no eran superficiales ni  profundas, solo quería que sienta en todo su esplendor lo que era la piel desgarrarse a merced de los dientes del pequeño cuchillo. Solo podía Gritar, Gritar y sentir.. nada más.

La sangre cálida le recorría el cuerpo, lo colmaba de pánico, no era ahora un hombre tan feroz, era mas bien un niño frágil y lloraba y gritaba como tal, Sus seguidores lo escuchaban, sus agudos alaridos pero era lo único que se les estaba permitido hacer.

Ver y escuchar.

Así transcurrieron las horas ¿ 5 o 6 quizá?  Tommy no lo sabia, para el era una eternidad ya no podía soportar mas los pequeños cortes en sus brazos, en sus manos, alrededor de su espalda un profundo ardor lo carcomía...  se estaba volviendo loco, los ojos estaban inyectados en sangre por llorar.

Nina se acerco a su oído, y recogió el cabello de Tommy tras su oreja, sus  manos fueron el primer contacto amable que padeció el muchacho,  y le susurro : Tranquilo, esto terminara ahora... lo dijo de una manera muy dulce, algo espeluznante.

Nina tomo el cuchillo y con la otra mano estiro la oreja de Tommy,  comenzó a serruchar con el pequeño cuchillo ensangrentado la unión de la oreja con la cabeza del muchacho,  el dolor era impresionante, pero  Nina no lo dejaba desmayarse, el estomago se le revolvía pero no podía vomitar, estaba a su merced.

El tejido cartilaginoso  era difícil de cortar, pero con paciencia logro arrancarle la oreja, alzo su pequeño trofeo y lo expuso ante la vista de todos los muchachos, que contemplaron aterrados y asqueados.

Despertaron, Seguían atados en esa choza, y tenían enfrente a la joven sentada, no se había movido un milímetro, Los jóvenes miraron a su líder, estaba intacto su camisa nunca había sido cortada, no tenia una sola herida, sin embargo Tommy  fue el mas agobiado,  el sintió todo en su propia carne, y ahora su cuerpo no estaba tullido, no había ningún corte.

 Nina: Pasaron 3 minutos desde que me metí en sus cabezas,  yo puedo hacer esto a voluntad, por favor no me obliguen a usarlo otra vez, los liberare,  Si hablan de esto o de mi, lo sabre,  y la próxima vez no solo serán sensaciones...

dijo esto mientras usaba el pequeño cuchillo para cortar las ataduras de los jóvenes,  ni uno pronuncio palabra, se fueron apenas Nina les abrió la puerta y una vez la hubo cerrado, corrieron hacia el auto donde los esperaba Carol, impaciente y fastidiada.

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Una vez que huyeron,  fui al baño a vomitar, ya no podía más; el papel de mafiosa no me queda bien, no sirvo y la sangre me revuelve las tripas. cuando termine de vomitar, fui a buscar agua fría la bebí y empape una pequeña toalla para desinflamar mi cara.

la casa era un desastre, yo era un desastre, y mi vida no podía ser mas caótica, mira si tener que llegar a estas instancias por esta tontería. Con suerte los habré asustado lo suficiente como para que ninguno abra la boca, ojala así sea...

Recostada en el sofá, con la pequeña toalla sobre la boca y los ojos alternando para deshinchar la zona, desee profundamente que me teman lo suficiente, lo suficiente como para no delatarme ni molestarme . Ser el monstruo  nunca me fue sencillo, precia natural, me criaron como tal, pero  la realidad es que cada vez se  mermaba más mi cordura, mi emocionalidad cada día se me hace más difícil, no ser un animal.