Young blood - 5sos

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No me gustaba siquiera observarla, porque temía que ella se diera cuenta de que me importa. Pero la ignoro por completo, ya estoy harto de que me acerque y luego me empuje, estoy cansado de dar todo y que ella lo tome sin más.
Las gotas frías de rocio que se colaban por mi ventana congelaban mi cara con el contacto. Mi cama era iluminada por las luces de la calle y el aire frío me ayudaba a dormir.
Sábado en la noche, cualquiera diría que estaría en un antro bebiendo; pero aquí estaba yo.
Ella más que seguro si, ya estaría algo ebria y distraída.
Yo la amaba, ¿Qué digo? La sigo amando pero no puedo afrontarlo o siquiera admitirlo. ¡Diablos Luke, estas hasta el cuello!
Eramos algo. ¿Eramos algo? La verdad no lo sé, no sé que significo para ella y mucho menos ella para mi.
Todo era un juego de idas y vueltas, un círculo vicioso de sentimientos. Yo la noto, me gusta, ella me nota... Le soy indiferente, pero aún así se mete dentro mío como si fuese mi propia sangre. Mi sangre, aquella sangre joven que hierve con ferbor ante sentirla, que hace que mi piel se erice con solo tenerla cerca, que hace que mi corazón palpite con fuerza cuando la beso.
Y de nuevo pasó aquello, me acerqué y salí disparado como si de una bomba se tratase.
No diré que soy un santo, porque no sería honesto. Pero con ella, ella fue diferente; ella me ganó en mi propio juego.
Todo cambia cuando ya no me llama bebé y comienza a decirme por mi nombre.
Es como si me necesitara, me aleja y quedo hecho un trapo pero luego me pide devuelta en su vida. Y ahí comienzan las falsas promesas "Te amaré hasta el día en que muera". Entonces renuncio a todo, pensando que ella siempre será mía.
Mí teléfono comenzó a sonar, como era de esperarse. Pero ésta vez no atenderé. Era costumbre, ebria llamaba y me rogaba volver, diciendo que se había equivocado. Como idiota yo caía.
Me levanté de la cama y entré en el baño, cerré la puerta y aún podía oir aquél ringtong. Mojé mi cara una y otra vez.
"Luke no necesitas ésto de nuevo" me repetí frente al espejo, pero de nada sirvió.
Si la necesito, no hay forma de que no lo haga. Atendí.
—Luke, necesito verte—Habló.
—Estas ebria, sabes que no me querrás ni ver en la mañana.
—No lo estoy, lo juro—Dijo y se formó un silencio—Ven a mi casa si no me crees.
Colgó y mi mente se quedó en sielncio.
La calma se apoderó de mi como un sordo sonido, ya no podía escuchar mis propios pensamientos y comencé a vestirme, salí de mi casa completamente automático, como un zombie me arrastré hacia ella.
Calle tras calle, semáforo tras semáforo. Fui hasta su casa en la mitad de la madrugada como si de mi propio aire se tratase.
Pero ya no me movía el amor, era más deseo y odio. La ira arrasaba mi cuerpo y podía sentir mi sangre arder.
Por fin llegué y toqué a su puerta, entonces ella abrió.
—Llegaste más rápido de lo que creí—Dijo acercándose.
Poco a poco se acercó más a mis labios y no me resistí en absoluto, como si estuviese bajo un echizo.
Rodeó mi cuello con su brazo y la besé sin control, porque lo necesitaba.
Nos metimos a la casa y cerré la puerta detrás.
Podía sentir mi sangre, su sangre hirviendo bajo nuestra piel. Ella también me necesitaba.
Tiraba de mi remera hasta las escaleras, con deseo continúe besándola. Era como si nuestras bocas fuesen hechas para estar pegadas.
Las luces se encontraban apagadas y solo nuestras pesadas respiraciones se oían en la habitación. Arañaba mi espalda y enrede sus piernas al rededor de mi cuerpo tomándola entre mis brazos.
Por más que lo intentase sentir su cuerpo tan cerca me hacía correr la sangre, me hacía sentir vivo pero a la vez muerto. Un zombie que necesita sentirse vivo.
"Luke detente" me dije y al instante reaccioné y la solté.
Me aleje de ella como si fuese una droga.
—¿Qué te sucede?—Preguntó Kristen confundida.
—¿Por qué me haces ésto Kristen?—Dije tratando de recuperar el aire.
—De qué hablas Luke, creí que entendías.
—¿Entender? Me confundes más que a ti misma.
—Luke, sabes que ambos no servimos para estar juntos.
—Ahí ésta de nuevo, ya me extrañaba que me quieras en tu vida de nuevo.
—Luke ¿Para qué vienes?
—Vengo porque te amo y estoy harto de nuestras idas y vueltas—Me acerqué—Vine porque quiero una respuesta simple y consisa.
—Preguntame entonces, tal vez así podamos continuar.
—¡Dime que me quieres fuera de tu vida y entonces te dejaré en paz!
Kristen se quedó callada. El ambiente se volvió tenso.
—¿Lo ves? No puedes porque me necesitas todo el tiempo, no lo quieres admitir.
—Luke, ya basta—Dijo empujandome.
Retrocedí y la quedé observando.
—Parece como si nos gustase alejarnos—Dijo Kristen—Aún no entiendo por qué algún día te elegí.
—Yo te amo Kristen ¡¿Puedes entender eso?!
—Yo también lo hago Luke—Dijo—Te necesito más que a nadie, no hay nadie como tu ¿Qué más quieres que te diga?
—¡¿Acaso no lo entiendes?! ¡Dices tido eso de dientes para afuera, como si solo fuesen palabras—Grite— Me quieres como a un pedaso de carne.
—Tu jamás quisiste a nadie Luke, pero ahora que yo te di vuelta las cartas ¿Dices amarme?
Me quedé pensativo. Su tono irónico no me agradó, pero porque ella tenía razón. Si jamás me he enamorado de alguien realmente, pero con ella era diferente.
—Si Kristen.
No había notado las lágrimas en sus ojos. El tono tenso de la conversación se volvió sentimental.
—Luke de verdad te necesito, pero es que tengo miedo ¿Sabes? No puedo confiarte mis sentimientos una vez más.
—Kristen jamás me los confiaste—Dije—Pero yo si, y soy el único que debería tener miedo.
Tomé mi remera y me la volví a poner, me di la vuelta y me diriji a la puerta.
—Luke, te quiero fuera de mi vida.
Me volví a donde ella estaba.
La uní nuestros labios apasionadamente. Sus labios sabían perfectamente bien.
Nuestras bocas volvieron a jugar entré la oscuridad y seguían el compás de una música inexistente.
—Ambos sabemos que eso no va a pasar.
Me tomó del cuello evitando que me vaya con su agarre. Y volvi a dejar que me aplaste en mi propio juego.

Music: The Real StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora