Unholy - Hey violet

0 0 0
                                    

El sudor me arrebataba, nuestros cuerpos chocaban una y otra vez mientras sus piernas rodeaban mi cuerpo. Me tomó del cuello y comenzó a besarme con desenfreno, mordió mi labio un poco antes de separarse levemente para echar un gemido. Acaricié su espalda con mis dedos y se sintió muy real, podía sentir como se erizaba su piel frente a mi tacto.

La miré tratando de recordar su rostro, pero era una total desconocida. Ambos estábamos atados, al igual que nuestras lenguas cuando se volvían a unir entre besos una y otra vez. Ella se descontrolaba y entrelazaba sus dedos en mi pelo mientras podía ver—pero no oír—como susurraba algo mientras me miraba directo a mis ojos… Entonces me detuve y desperté. Miré a mi lado y ahí se encontraba Samantha.

—¿Estás bien cariño?—Dijo frente a mi sobresalto.

—Si…

—Estas algo sudado ¿Fue un mal sueño?

Entonces no supe qué responder, no era la primera vez que soñaba con la misma chica, tenía sexo con ella y se sentía demasiado real cuando me tocaba o besaba, incluso si ambos llegábamos al orgasmo.

(...)

*POV Violet*

Me senté en mi escritorio y sujeté mi rostro enrojecido entre mis manos cubriéndolo, sin poder creer lo que estaba pasandome… ¿Cómo fue que paso? Entonces comencé a repasar mí día.

La mañana comenzó y coloqué mis pies dentro de zapatos cómodos. Sujeté mi cabello en una coleta y salí de mi casa. Entonces me dispuse a trotar como todos los días, di un par de vueltas a la manzana y cerca de la cuarta vuelta lo ví a él salir a entrenar.

Alto, rubio y bastante bien de físico; ya nos habíamos visto un par de veces o al menos yo lo había visto a él. Trabajabamos juntos en un bufete de abogados, el no me notaba demasiado pero me gustaba y tenía miedo de estar obsesionandome. No podía pasar, era impío si sucedía y aunque me agradaba la idea de tener un amorío con un hombre casado no me parecía lo correcto era algo que solo en sueños podía suceder. El hecho es que no solo trabajamos en el mismo edificio sino que vivimos en el mismo vecindario, así que era casi inevitable que me viera; pero yo no quería eso.

Pero ahí estaba, corría al igual que yo todas las mañanas por lo que cada vez se me hacía más difícil no cruzarlo. En mi mente podría pasar todas las mañanas en sus brazos y no necesitaríamos de ejercicio para sudar. Era muy atractivo a mi vista, era un abogado excelente en sus casos y muy amable con la gente, incluso lo acababa de ser conmigo.

—Violet las carpetas de información no se reparten solas en la junta—dijo mi jefa.

Debía volver a entrar ahí, él me había reconocido, podía sentir como me miraba… no me ponía nerviosa pero sabía que estaba muy mal lo que había hecho.

Entré y comencé a repartir las carpetas, vi que me observaba y entonces yo lo miré también haciendo contacto visual. Pude ver que en su mente estaba confundido, que sabía que me conocía pero no entendía cómo.

Sabía que seguramente se iba a convencer de que todo era producto de su mente, las cosas no estaban bien con su esposa y las discusiones reinaban últimamente.

Me fui de aquella sala de conferencias triunfante. ¿Era impío? Si, pero no me arrepentía, al fin y al cabo yo quería hacerlo y no importaba lo que sucediera… nunca iba a darse cuenta, pero esta noche iba a ser la última, debía dejar de atormentar su mente.

Todas las noches me encontraba sola pensando en Nicholas, recitando su nombre una y otra vez, entonces estoy desnuda y siento el cálido tacto de tus labios, como envías escalofríos a través de mi espalda… y se que te gusta soñar conmigo no necesitas esconderlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 30, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Music: The Real StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora