Treat you better

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Él simplemente no era para ella... solo que ella no quería dejarlo ir.

Ella estaba confundida, nadie la había defendido como lo había hecho James aquella noche.

Esa simple noche en la que aquel chico la salvó de otra de las terribles bromas de su actual novio.

No había sido solo una broma... jamás lo era. El la denigraba, le gritaba, la insultaba y golpeaba... pero claro solo eran "simples bromas" en frente de sus amigos.

James, observaba esto; pues Evan era su peor enemigo. Claro está decir que no se merecía a Ebony y James lo sabía más que nadie.

Varias veces James quiso huir junto a Ebony...Pero por alguna razón ella no quiso hacerlo.

Y ahora ella estaba llorando y James estaba del otro lado... sufriendo en silencio como siempre lo hacía.

Para mayor sufrimiento la pareja era vecina de James... puesto que él debía escuchar cada pelea.

Cada mañana que Evan se iba... James se quedaba rogándole a ella que se fuese con él.

— Ebony sé que puedo tratarte mejor de lo que él puede... cualquier chica como tú, se merece un caballero.

—Vete James—Decía entre llantos—Tu no lo entiendes... y jamás lo harás.

—Ebony. Te diré la verdad de todo lo que pienso... ¿Por qué sigues con él, gastando tu tiempo en una causa perdida?

—Mcvey... ya lárgate. Nadie te necesita aquí Ebony está perfectamente bien—Acotó Evan detrás de él.

—Tú dime si me equivoco... —Dijo y se fue.

James estaba seguro de lo que decía. Él sabía que podía tratarla mejor...mucho mejor de lo que él podía.

Solo quería que de sus dulces labios saliese un simple "Me gustas" y detener el tiempo en ese mismo instante.

Ebony sufría pero no tenía opción ella no tenía a nadie más en su mundo y James no era una opción viable... no iba a meter a otro chico en su vida.

Casi siempre pasaba lo mismo...

Solo que un día ella deseo por el amor de dios que Evan se detuviese. Y otra de las bromas de Evan casi la lleva a la muerte.

La noche anterior Evan no estaba en casa y James no dejó pasar tremenda oportunidad.

No lo pensó dos veces y tocó a su puerta.

—James no estoy de humor para soportar tus buenos modales... —Dijo y cerró la puerta.

Su intento fue fallido ya que James trabó la puerta con su pie.

—Solo déjame demostrarte que puedo tratarte mejor... solo cenaremos y ya.

Ebony sintió que por momentos su corazón latía, que aún seguía vivo y logró sentir que las simples palabras de él le acariciaban el alma.

Así que viendo que Evan no iba a volver hasta mañana abrió la puerta y lo dejó pasar.

(...)

Ya habían cenado y pues se alimentaban de una amena conversación cuando James le replanteo su escape.

—Si es porque tienes miedo de que te mienta... solo confía en mi—Dijo tomando su mano—Prometo jamás defraudarte.

—James yo lo amo...--Dijo sin mencionar su nombre para dejar de mentirse a sí misma.

—Lo veo en tus ojos Ebs... Y ni tú te lo crees—Dijo y luego ella rió con nerviosismo.

El silencio entre ellos dos se fue haciendo ameno.

James se acercó a ella y transformó el silencio en besos y caricias.

Se dirigieron a la habitación hambrientos el uno del otro.

Sus cuerpos acoplados en el marco de la puerta combinaban los compases de su respiración mientras se quitaban la ropa.

Pasado un rato de besos y mordiscos, ambos cuerpos desnudos danzaban bajo las sábanas y solo se escuchaban sus respiraciones.

(...)

No todo era perfecto... al menos lo era hasta la silenciosa llegada de Evan.

James dormía en la cama de Ebony y ella tomaba un baño con sus audífonos puestos.

Evan encerró en la habitación a su enemigo y se apareció en el baño... y luego de eso solo se escuchaban los gritos ahogados de ella.

Esos penetrantes gritos los escuchó James pero no podía salir de aquellas cuatro paredes. Golpeó y golpeó la puerta para salir.

Intentó tirarla abajo y varios fueron los intentos fallidos.

Solo se escuchaba el chapoteo y los gritos de Evan diciéndole a Ebony que no era más que una perra.

Para cuando James llegó el cuerpo de Ebony yacía en la bañera violáceo... pálido.

Evan había destruido todo el mundo de James haciendo que este se desmoronara...

Si Ebs no despertaba... No había un mundo al cual saltar para sobrevivir.

Todo era silencio en el hospital. James estaba descansando junto a ella.

Luego de las sirenas de las patrullas y ambulancia, la calma sobraba.

Ebony estaba bien, pero le habían recomendado estar allí hasta que estén totalmente seguros.

Los gritos de ella mientras eran ahogados... Jamás se fueron de la cabeza de James.

Todas las noches consecuentes a esa tenía pesadillas sobre ese momento.

Lo único que lo ayudaba era verla dormir a su lado.

Y prometerse al mismo y a ella en susurros:

—Te trataré mejor. Prometo jamás defraudarte.

Music: The Real StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora