◆ Nueve ◆

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Cuando me fui de la casa, aún Jong mantenía su mirada triste y lejana. Me sentí tan mal, yo había causado eso con mi tonta curiosidad, quizás no debí meterme en esto.

-Pero debo de ayudarlo. No creo que sea bonito estar en este mundo cuando tú ya no vives- me dije para convencerme de que hacía lo correcto.

Mientras esperaba el autobús comencé a buscar mis audífonos, quizás la música me ayudaría a pensar mejor o tal vez, calmaría mi mente.

Pero alguien interrumpió mi búsqueda al plantarse frente a mí, así que no tuve otra opción que levantar mi vista para ver de quién se trataba.

Los ojos profundos de Taeyong se encontraron con los míos provocándome nuevamente la sensación de la última vez que él me miro de esta forma.

-______, ¿qué estás haciendo aquí tan tarde?- me pregunto con sorpresa.

-Yo... Se me hizo tarde en la biblioteca- me excuse.

-Ay señorita- negó con la cabeza diciendo eso con un tono que me recordó bastante a mi mamá. Al pensar en ella, en seguida sentí como si el alma me abandonara. Estaría en graves problemas-. Iré contigo hasta tu casa para evitarte el regaño- me dijo como si hubiera leído mis pensamientos, creo que mi expresión le había dicho todo.

-Gracias, Tae- agradecí desde lo más profundo de mi corazón.

-No es nada, pequeña. -Me sonrió y miro hacia la calle-. Mira, ahí viene el autobús.

Tae le hizo la parada para que se detuviera y me dejo subir primero. Después de pagar, nos sentamos en los asientos de atrás.

- ¿y qué piensas decirle a mi mamá para que no me regañe?- le pregunte un poco curiosa.

-Bueno, sé que le agrado a tu mamá y sé que si te ve llegar conmigo se sentirá tranquila- me explico con una sonrisa victoriosa.

- ¿y qué explicación le darás del dónde "estuvimos"?- Taeyong me dirigió una mirada pensativa y ligeramente preocupada, con eso fue suficiente para saber que no había pensado bien en eso.

-Pensaré en eso- me dijo guiñándome el ojo.

-Okey- le respondí sonriendo enternecida por su gesto.

Durante lo que siguió del camino no hablamos, pero percibía que Tae me miraba de reojo y esto me hacía sentir nerviosa hasta cierto punto.

No lograba entender por qué él me hacía sentir de esta forma si yo no sentía alguna atracción por él... Quizás es porque es un chico lindo o porque es un chico... No lo sé... No suelo gustarle a nadie y tal vez por eso me sienta de esta forma.

-Linda, es hora de bajar- Tae interrumpió mis pensamientos. Se puso de pie para que yo pudiera salir al pasillo del autobús. Seguido él presionó el timbre y el autobús se detuvo de una forma brusca, logrando que me desequilibrara, Taeyong tuvo que sujetarme contra él para que no me cayera.

Me sonroje al sentirme entre sus brazos y tener su perfume tan cerca recordándome el día en que lo conocí.

Le agradecí sin verlo por el miedo de que me viera sonrojada y bajamos del autobús.

Mientras caminábamos a mi casa, me dediqué a repasar en mi mente el primer momento en que Tae y yo nos encontramos.

- ¿En qué piensas?- me pregunto él con voz tranquila, percatandose de mi "ausencia".

-Es que me acordé del día que te conocí- sonreí mirándolo. Me miro con sorpresa y con una tierna sonrisa dibujada en sus labios.

-También me acordé de eso con lo que paso en el autobús-me confeso un poco sonrojado.

I'm a ghost (JR y _____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora