Carlos.

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Carlos.

Me dirijo hacia a mi habitación, me preparo para la noche así que decido tomarme una ducha, camino al baño, me meto en la regadera y me doy un profundo y relajante baño, salgo y veo que estoy muy marcado y alto, pero mis ojos azules son tristes, al verlos me doy cuenta que están llenos de lágrimas, parpadeo y una lágrima solitaria cae por mi mejilla, me regalo una sonrisa falsa y salgo del baño, caminó por el cuarto y me dirijo al closet, me pongo un traje negro con una corbata azul, me coloco zapatos y cinturón a juego, me peino y me coloco loción, ya listo salgo de la habitación, respiró profundamente y me acerco a la puerta de Emma, cuando estoy a punto de tocar sale Emma tan hermosa como siempre, su cabello está recogido hermosamente, tiene un ligero maquillaje, labios rojos pero sin maquillar, tiene unos hermosos aretes, collar y un vestido color beige ceñido que hace resaltar sus hermosas curvas, lástima que lo hermosa que tiene por fuera, lo tiene podrido por dentro.

--- ¿Lista? --- pregunto y ella me escudriña con la mirada.

--- Te ves muy guapo. --- me adula y sonrió con falsedad.

--- Gracias. --- le respondo y nos quedamos en un silencio incómodo, me mira esperando algo pero no sé qué es.

--- ¿No me dirás lo mismo? --- pregunta ofendida y me río nervioso.

--- Te ves hermosa, Emma. --- maldita falsa.

--- Gracias, ahora sí vamos. --- me indica y asiento.

Caminamos por el pasillo y siento su mirada en mi pecho, al bajar las escaleras me detiene y me voltea hacia sí y de un golpe pega sus labios contra los míos, que asco. Nos separamos y sonríe, se muerde un labio y yo siento como la sangre me hierve no sé si es de enojo o de excitación.

--- ¿A dónde iremos? --- pregunta y tragó saliva.

--- Ya verás. --- le digo con un tono más malicioso del que quiero aparentar.

--- Vamos, estoy ansiosa. --- me dice y sonrío, qué bueno que lo estas.

Seguimos y salimos del castillo, la sorpresa está en una de las muchas cabañas cerca del castillo está a la que vamos está cerca del laberinto, caminamos en un silencio incómodo para mí pero para ella muy agradable, al llegar da un pequeño grito y doy un brinco.

--- ¿Será aquí? --- pregunta y asiento. --- ¡Qué bien!

--- ¿Entramos? --- pregunto y ella acepta con la cabeza y una enorme sonrisa en la cara.

Caminamos rápidamente y entramos, al entrar tengo que respirar profundamente para no perder mi caballerosidad, y entrar en mi papel, me coloco detrás de ella y le comienzo a besar el cuello y siento que mi sangre me quema.

--- ¿Tan rápido? --- pregunta con malicia.

--- Sí. --- susurro y ella se da la vuelta y comienza a besarme, pero sé a dónde la tengo que llevar.

La cargo con un brazo de la cintura, y me sigue besando, la llevó de espaldas al cuarto que está preparado y es una cama llena de rosas rojas y velas que huelen a jazmín, la bajó y se voltea al ver todo eso se tapa la boca y se le salen una que otra lágrima, pongo los ojos en blanco sin que se dé cuenta y al voltearse me abraza.

--- ¿Por qué lloras? --- pregunto sabiendo cuántos hombres ya habrán pasado por ella.

--- Nunca me habían hecho algo así. --- me dice y siento como la piel me arde, <<¿Por qué será, zorra? Me digo en mi mente>>

--- ¿Ni en tu primera vez? --- pregunto y ella dice que no con la cabeza.

Me acerco a ella y la beso sabiendo que será la última vez que lo haga y me olvido de todo el daño por un momento. Me lleva hacia la cama pero al recostarla rechina la cama y esa es la señal, sale Alexander del baño y tose, ella se levanta rápidamente de la cama con ojos como platos y yo me tapo la boca para no reírme.

--- ¿Qué está pasando? --- pregunta sorprendida y me coloco a un lado de Alex.

--- Pues si tanto quieres con los dos ¿Por qué no hacemos un trío? --- pregunta y ella abre los ojos y se muerde un labio, se empieza a poner roja como tomate de la vergüenza y Alex fríamente se ríe. --- ¡Ay! No finjas timidez con nosotros, no le diremos a nadie ¿Qué dices? --- se ríe maliciosamente y Emma se tapa la boca y baja la mirada.

--- ¿Qué creías que iba a ser así toda la vida? --- comienzo a reclamar. --- Emma, bueno si es que ese es tu verdadero nombre porque sabiendo quien eres puedo esperar lo que sea, no sé cómo carajos, pude confiar en ti. --- sube la mirada y perfora la mía. --- ¡No quiero que vuelvas nunca! ¡No te quiero volver a ver! ¡Eres una...! --- me detengo porque la veo llorar. --- Si no fuese un caballero te diría muchas cosas, sin embargo lo soy, agradécelo.

--- ¡Eres una zorra! --- grita Alexander y doy un brinco, ella comienza a llorar mucho más y le tomo un hombro a Alex, él se sacude y la toma de las muñecas. --- ¿Cómo pudiste? ¡Te amaba! --- la sacude y ella llora más fuerte y me mira mí. --- dime ¿A quien amabas de verdad a Carlos o a mí? --- pregunta Alex enfurecido y ella me mira, niega con la cabeza y Alex enloquece. --- ¿Pues cómo no? ¡Eres una maldita y asquerosa zorra!

--- ¡Basta! --- grito pero no sé de dónde demonios salió esa voz.

--- ¡Cállate Carlos! --- grita, pero pierde la cabeza y la tira a la cama, se sube en ella y se comienza a reír. --- Dime ¿Esto querías? --- pregunta entre gritos pero creo que está pasándose así que corro y lo quitó de un golpe de encima de ella. --- ¿Qué demonios te pasa Carlos? --- pregunta mientras se limpia la sangre del labio inferior.

--- Te estás pasando Alexander ante todo hay que ser caballeros, ¡no pierdas la cabeza! --- le digo y él se ríe.

--- Yo soy un caballero con las damas, no con zorras disfrazadas de damas. --- admite y respiro para no decirle una estupidez.

--- ¡Alex! Tranquilo, no dejare que le hagas daño, solo quiero que se largue y que nunca vuelva. --- digo y me vuelvo a ella. --- ¿Escuchaste? ¡vete! --- le ordenó y ella tiene los ojos cristalizados, parpadea dos veces y se va en un abrir y cerrar de ojos.

--- ¡Carajo! ¡Maldito idiota! ¡Se fue! --- grita Alexander y asiento.

--- Así es mejor. --- admito y salgo de ahí, corro hacía al castillo y me encierro en mi habitación, me siento a la orilla de la cama y comienzo a sollozar, cuando siento que me toman por la cara, abro los ojos y es Emma. --- ¡Te dije que te largaras! --- le grito pero ella niega con la cabeza.

--- ¡Perdóname Carlos! --- grita entre llantos. --- ¡Perdóname! --- grita de nuevo y cae de rodillas frente a mí.

--- Cállate, no sabes el daño que has hecho, solo vete Emma. ¿Qué te costaba estar con solo uno de nosotros? --- pregunto y ella me mira a los ojos.

--- Es que me gustan los dos, demasiado, pero sí solo amé a uno y ese fuiste tú Carlos, a pesar de todo siempre fuiste un caballero y créeme nunca nadie había sido así conmigo y eso te lo agradezco, sí los investigue y por eso me llame "Emma" porque así se llamaba tu madre, nunca la conocí pero conocía todo de ti y de Alexander, mi nombre real es... --- la interrumpo.

--- Cállate, ya no quiero oír más, solo vete. --- le suplico y ella asiente y se levanta, se acerca a mí, sube mi rostro y lo toma entre sus manos, se acerca y pega sus labios con los míos, me da un tierno y mojado beso y al abrir los ojos ella ya no está.

El aire se vuelve denso y me cuesta respirar, me recuesto en la cama en posición fetal y lloro, se escuchan mis sollozos y creo que mi corazón se saldrá de mi pecho, sin embargo respiro y me quedo dormido, sueño con unos hermosos ojos azules y un cabello rojo y largo que me acaricia el rostro, cuando escuchó su voz en el sueño.

--- Tu hermano. --- susurra.

--- ¿Qué? --- pregunto.

--- ¡Tu hermano! --- grita pero su cara se vuelve de demonio y me comienzo a quemar en serio arde.

Abro los ojos con la respiración agitada y me tranquilizo solo fue un sueño me aliento, me pongo mi mano en el pecho y cuando creo que todo irá bien, entran a mi cuarto sin avisar.

--- ¡Tu hermano no está! --- grita Loli y me levanto rápidamente de la cama.  

Eternamente MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora