Alexander.

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Alexander.

Después de darle las gracias a Dafne y de que regresará al fin mi hermano, en la mañana siguiente, me despierto con la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida, Jane está dormida con la boca semi abierta y suelta algunos ronquidos tiernos, jamás me cansaré de verla a mi lado cada mañana.

--- Hermosa. --- susurro para despertarla.

--- Amor. --- susurra y al escuchar esas palabras puedo sentir ese amor que despide de sus labios.

--- Buenos días. --- digo dándole un beso en los labios.

--- Buenos días. --- dice abriendo esos hermosos ojos grises.

Al verla se derrite cada centímetro de piel, como si me quemara con la mirada y yo fuera su vela, que cada día desgasta y vuelve a hacerla, me levanto de la cama y me dirijo a darme un baño, entro en la regadera y comienzo a ducharme, cuando siento unas manos en la espalda, me vuelvo y es Jane mirándome con deseo.

--- ¿Puedo bañarme contigo? --- pregunta con esa candidez en el rostro y me enciendo al instante.

--- Mas bien ¿Puedo bañarte? --- pregunto con sensualidad y ella asiente.

Tomo el shampoo y se lo colocó en el cabello, ella sola se lo agita en sus cabellos negros hasta que sale espuma entra en el agua y cae por su hermoso cuerpo la espuma, puedo imaginar cien maneras de cómo usar esa espuma, una vez listo su cabello, se acerca a mí, y me da la esponja indicando que la pase por su cuerpo, empiezo por su espalda, lentamente paso la esponja bendita por ella y reparto besos por cada parte de ella, al llegar a su parte sensible decido hacer algo muy placentero.

--- Abre tus piernas. --- le pido y ella obedece, bajó lentamente hasta que mi rostro está a la altura de parte sensible, me adentro en ella y relamo con delicadeza y fuerza mientras ella gime tomándome del cabello, su cuerpo se pone rígido mientras la hago terminar en un sin fin de gemidos placenteros.

La tomo por la cintura y la recuesto en el suelo de la regadera, el agua cae en su abdomen y me pongo encima de ella, ahora cae sobre mi espalda, y en una embestida entro en ella con fuerza, grita y se escucha el eco de su grito, doy varias embestidas con fuerza y los dos terminamos al unísono, con el cuerpo débil, ella no puede abrir sus ojos, así que la cargo en mi brazos y la llevó a la cama, regreso y cierro la llave, al regresar me cambio de ropa y veo que ella aún no recupera la conciencia, me acerco a ella y le doy un beso en los labios, abre los ojos y sonríe somnolienta.

--- Qué rico desayuno. --- susurro y ella se ríe.

--- Muy delicioso. --- bromea y se levanta de la cama, va al closet donde ahora está toda su ropa, sale con un vestido color lila hermoso que hace resaltar sus hermosos ojos. --- Lista. --- dice y le sonrío, me acerco a ella y le doy un beso, nuestro beso se vuelve más apasionado y me separa un poco de ella.

--- Si, sigues así te llevaré de nuevo a la cama, pero no tendré compasión de ti. --- advierto y se ríe.

--- Vamos, tengo hambre. --- indica pero en realidad si quería llevármela a la cama.

Bajamos al comedor, donde ya están todos menos mi padre.

--- Buenos días. --- decimos Jane y yo al entrar.

--- Buenos días. --- responden todos con una sonrisa en la cara.

Todos desayunamos hablando de libros y haciendo un gran debate que al fin de cuentas gano yo, era de esperarse.

--- Bueno chicos. --- dice Dafne cuando todos terminamos. --- Tengo que irme. --- admite y pues es claro que se tiene que ir, no todo el día estaremos en el comedor.

--- Adiós Daf, nos vemos en la comida o cena. --- digo y ella me mira con tristeza.

--- Hablo de que me tengo que ir del castillo, Alex. --- admite y todos nos ponemos en pie.

--- ¿Por qué? --- pregunta Jane preocupada.

--- Porque lo tengo que hacer, no puedo quedarme a vivir aquí, siempre sigo con mi camino, nunca me he quedado en un solo lugar. --- explica y me sonríe.

--- ¿A qué hora te vas? --- pregunta Line.

--- Ahora mismo. --- indica.

--- Vamos contigo, Dafne. --- digo y ella asiente.

Caminamos afuera del castillo, donde hay un caballo listo para que ella suba e irse.

--- ¿No llevarás nada? --- pregunta Carlos algo frío, puedo sentir que aún está enojado con ella.

--- No, nunca llevo cosas conmigo, solo las experiencias y recuerdos. --- admite y sonrío con su forma de vivir.

--- Adiós chicos. --- dice a todos pero me acerco y le doy un abrazo.

--- Adiós Alex, voy a buscar mi paraíso, el tuyo está aquí. --- susurra y mira a Jane detrás de mi, asiento.

Cuando veo que mi padre viene corriendo hacia nosotros a toda prisa.

--- ¡Dafne! --- grita y ella lo mira asustada. --- Te pude recordar ¿eres Dafne Klein? --- pregunta y Dafne asienta. --- Te dejo esto mi esposa antes de morir. --- dice mi padre sonriente. --- ¿Tu eras esa amiga Alemana, la que le enseñaba a hablarlo verdad? --- la mira con felicidad.

--- Sí. --- admite Dafne y Carlos y yo nos miramos confundidos. --- Yo no quería que supieran, pero claro si quieren y pueden ¿Podría hablar con los dos a solas, Carlos y Alexander? --- pregunta y asentimos, caminamos un poco lejos debajo de un árbol bastante grande. --- Alex, Carlos, yo sí conocí a su madre. --- suelta y eso es obvio lo acaba de decir mi padre. --- Pero cuando ella supo que moriría me pidió a mí enamorarlos a ambos. --- Carlos y yo quedamos petrificados mientras la miramos con asombro y confundidos.

--- ¿Por qué? --- pregunta Carlos enojado y confundido.

--- Porque no hay mayor unión de aquellos hermanos que han vivido la decepción de la misma mujer, ustedes se unieron más cuando yo los lastime ¿o no? --- pregunta y si lo recuerdo muy bien, después de ella los dos nos unimos más. --- Su madre hizo un trato con una bruja la cual haría que ustedes soñaran conmigo o me vieran en su futuro, pero en realidad no soy parte de su vida, como destino. --- suelta y me quedo sin palabras.

--- ¿Todo este tiempo, te odiamos por algo que según mi madre nos hacía bien? --- pregunta Carlos despectivamente.

--- Claro y no la juzgo, es la mejor mujer que he conocido en toda mi vida, fue como una madre para mí, muchas veces, después de hacerles tanto daño, perdí la cabeza, puesto que me había enamorado de ambos, pero luego me di cuenta que no podía hacerlo, así que volví a intentar arreglar sus vidas, bueno la de Alexander, porque la tuya Carlos va muy bien y te felicito, espero seas inmensamente feliz. --- admite y le sonrío.

--- Gracias Dafne. --- dice Carlos con afecto.

--- ¿Me perdonarían? --- dice Dafne con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.

--- No hay nada que perdonar. ---- dice Carlos, ella se acerca y nos abraza a ambos, nos da un beso en la mejilla a cada uno y nos abraza con más fuerza.

--- Ahora sí ¿un trío o qué? ---- bromeo y todos rompemos en llanto y risas a la vez.

--- ¡Ay cállate, el "no puedo tocar otra mujer porque amo a Jane"! --- grita entre bromas y todos nos reímos.

--- Claro. --- afirmo lo dicho por Dafne y comenzamos a caminar de regreso al castillo.

--- Adiós. --- replica Dafne y se sube al caballo.

--- Adiós. --- susurro antes de verla encaminar su camino, me sonríe y empieza la búsqueda de su paraíso.

Cuando la vemos hacerse más y más pequeña a lo lejos, hasta que termina por desaparecer ante nuestros ojos, te deseo un buen paraíso Daf.

Eternamente MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora