Eternamente Malditos

Alexander.

Alexander.

Mi hermano se va y me deja a solas, ¡Carajo! ¿Qué paso?, camino durante un tiempo y cuando escucho un ligero ruido de agua, sé que es el río, y con todo y traje me aviento al agua, creo que me estoy ahogando pero no lo siento, cuando me golpeo con una roca salgo del agua y siento cómo se abrió mi cabeza pero después de un par de minutos deja de sangrar y comienza a sanar.

--- Pero que carajos... --- digo en voz alta a sabiendas que tan solo tengo 15 años.

Salgo rápidamente del agua y tomo una roca del suelo, me corto en la muñeca, y me duele pero después de un par de minutos sana, esto es una excepción, yo Alexander el único agazama con 15 años que se convierte antes de tiempo.

Camino rápidamente al castillo, pero subo por mi ventana, porque ahora soy más ágil y más rápido, entro y me doy una ducha rápida, me coloco unos pantalones negros, una playera negra y una chamarra de cuero, me peino, me coloco loción, me veo en el espejo y sonrío.

--- Es hora de que cambies por completo Alexander. --- me digo a mi mismo, mientras miro mi reflejo.

Coloco algunas cosas en la mochila y brinco por la ventana, al llegar al suelo, me tambaleo y me siento poderoso, necesito más y más. Corro y sé que me quedaré en algún lugar del pueblo, lo bueno es que tome dinero antes de salir, al llegar al pueblo veo un lugar a lo que parece un hotel y entro rápidamente.

--- Buenas noches. --- saludo.

--- Buenas noches. --- me escudriña con la mirada, así que pongo cara de pocos amigos y lo asustó un poco.

--- Necesito una habitación. --- le ordenó y él saca una llave debajo de su escritorio.

--- 107. --- dice y asiento.

--- ¿Cuánto? --- pregunto.

--- 15 por noche. --- admite y sacó una bolsa que tiene por lo menos lo de 1 mes.

--- ¿Esto bastará? --- pregunto y le brillan los ojos.

--- Adelante, señor. --- me indica. --- ¿Cómo se llama? --- pregunta. Lo miro molesto y él traga saliva.

--- Me llamo... --- <<Carajo no le puedo decir mi nombre>> --- Vladimiro. --- admito como el libro de mi primer amor, sonríe y asiente.

Sigo caminando y encuentro la habitación 107, entro y es una pocilga, sin embargo es de lo mejor que habrá en este estúpido pueblo. Pongo mi mochila en la silla y me recuesto en la cama, siento como se amolda mi espalda a ella y suspiro, cuando me doy cuenta que estoy pensado en Emma me levanto de una patada y me quito toda la ropa quedándome en bóxer. Me quedo dormido y sueño con ella, pero de momento siento como si durmiera 5 segundos y me levanto, no podré dormir bien esta noche y si no me equivoco han de ser como las 3 de la mañana.

Salgo de la cama y me pongo mi ropa otra vez, camino hacia la recepción y veo al tipo parado leyendo un libro.

--- ¿Hay algún lugar para tomar aquí cerca? --- pregunto y este asiente.

--- Mire aquí saliendo a la derecha como a dos calles. --- me indica y asiento.

--- Gracias. --- le contesto y salgo caminando rápido de ahí.

Me dirijo hacia donde me dijo, las calles son oscuras y lúgubres, escucho como aúlla un lobo y a unos cuantos metros de mi escucho como rompen una rama con una pisada pero no logro ver nada, caminó más y más rápido, pero no encuentro el lugar y se escuchan pisadas detrás de mí, cuando por fin veo una cantina con luces y un señor muy borracho tambaleándose afuera del lugar, me quedo parado y veo detrás de mí, una silueta con un abrigo negro y sombrero, se sigue de frente y se pasa sin siquiera mirarme.

Entró en la cantina, y todos me miran por un momento, me acerco a la barra con expresión ruda, pero sé que si lo necesito tendré que usar lo que me enseñó Tommy cuando era más pequeño, lo mejor es que soy indestructible y tengo la fuerza de un millón de hombres y soy bueno en combate mano a mano, soy su peor pesadilla así que no tengo miedo. Y como no vengo de humor el día de hoy, quiero golpear a muchos así que ruego porque uno se quiera pasar de listo conmigo.

--- Tequila. --- le ordenó al cantinero, un señor horrible con un cigarro apagado entre los dientes, la nariz arrugada, una gran verruga en la mejilla y unos ojos color negro intenso, tiene un cuerpo demasiado grande y ancho, cuando me escudriña con la mirada, lo miró cabreado y él se dirige por el tequila, me sirve un caballito y me lo tomo de un trago, siento como quema mi garganta y como me limpia por dentro este intenso dolor. --- otro. --- le ordeno y este me sirve más.

--- ¿Es de por aquí? --- escucho al típico viejo borracho de cantina que intenta asustar con su estúpida voz ronca.

--- No. --- le contestó secamente y un grandulón se pone a un lado mío, me empuja ligeramente y respiro antes de azotarle un puñetazo en la cara.

--- ¡Quítate! --- me ordena el grandulón y respiro profundo.

--- Otro. --- le pido al cantinero y este me sirve otro, cuando el grandulón me quita mi tequila pierdo la cabeza y lo empujó.

--- ¿Quieres problemas mocoso? --- pregunta en tono furioso con la cara roja, tiene la cara ancha y gruesa y sus ojos están inyectados en sangre.

--- Atrévete. --- lo tiento y este me suelta un golpe, lo esquivó y le asestó uno en el rostro, tan fuerte que se escucha como se rompe su nariz y los dientes de enfrente se quedan incrustados en mi mano, este sale volando y cae al suelo, con cuerpo inerte y repleto de sangre... Está muerto.

Todos se levantan y miran al grandulón, me miran a mí y se vuelven a sentar con cuidado. Me acerco de nuevo a la barra.

--- Otro. --- le ordeno y este me sirve otro poco, el viejo a un lado me sigue observando, le devuelvo la mirada y él se levanta y se va.

Mi primera noche y he matado a alguien no sé qué carajos será de mí estos días fuera de casa.