CAPÍTULO 8

22.9K 1.1K 272
                                    

Me levanté. Tenía los ojos pegajosos, la boca pastosa y la cabeza me daba mil vueltas, es decir, no era una buena mañana. Abrí los ojos lentamente parpadeando varias veces para acostumbrarlos a la luz y ver con claridad.

-¿¡PERO DÓNDE ESTOY!?-Grité con todas mis fuerzas. No había visto ese sitio en mi vida y ahora que lo pensaba, no recordaba nada de la noche anterior. Mi pulso se empezó a acelerar extremadamente rápido.- ¡¡AHHHHHHHH!!-Como no sabía que demonios hacer en esa situación, empecé a gritar y gritar como loca. ¡¿Me habían secuestrado!? No, no podía ser. Escuché una puerta abrirse al fondo del pasillo y unos pasos rápidos y fuertes. Tenía tanto pánico y miedo que faltó poco para que perdiera el conocimiento.

-¿¡Se puede saber que demonios pasa?!-gritó Castiel apareciendo por la esquina.-¿¡Por qué gritas?! ¡Son las malditas siete y media!

-¿¡QUÉ HAGO AQUÍ?! -entonces caí en que Castiel llevaba tan solo unos calzoncillos bóxer como vestimenta.- OH POR DIOS. ¡¡ME ROBASTE MI VIRGINIDAD, MALDITO VIOLADOR PERVERTIDO!! -me tapé la cabeza con una sábana que tenía cerca para no verle más.

-¿Qué dices?-rió- ¿Para qué me iba a acostar con una cría? Ni que fuera un asalta cunas...- se rascó la cabeza.

-Tenemos la misma edad eh, te lo digo así como dato.-le recordé.

-Uau, ¿en serio? Bueno, da igual. Mira, ayer un tipo te dio una pastilla que hizo que te durmieras. Yo me di cuenta y te traje a casa, solo eso.-Abrí los ojos sorprendida, ya lo recordaba. Aquel tipo me dio una bebida que me inmovilizó, después empezó a manosearme sin que yo pudiera hacer nada, y luego... no recordaba nada de lo que pasó después.- Me debes la vida, eh, te lo digo así como dato.-sonrió y me apartó la sábana de la cabeza. Me giré y no pude evitar fijarme en el estado de Castiel. Su cuerpo estaba lleno de hematomas, su labio inferior roto y con la sangre seca cubriéndolo totalmente, lo que significaba que no lo había tratado y podría estar infectado. Lo volví a mirar de arriba a abajo, imaginándome cada golpe en su cuerpo. Oh Castiel, ¿qué demonios pasó mientras estaba inconsciente ? Empecé a acariciar una de sus marcas en su torso y su sonrisa se esfumó rápidamente.- No es nada, no lo siento.-Yo seguí acariciando sus moratones, como si así fuera a desaparecer.

-Esto te lo hicieron cuando me salvaste ¿cierto? -Me sentía culpable de todo lo sucedido. Si me hubiera alejado de aquel hombre... No era de fiar, se veía desde kilómetros a la redonda y aún así fui tan ingenua como para aceptar una bebida suya. ¡Y gracias! Si Castiel no me hubiera sacado de ahí podría haber despertado tirada en cualquier carretera. O no haber despertado nunca. Por mi culpa habían lastimado a Castiel. Esos hematomas deberían estar en mi cuerpo, no en el suyo. Me mordí el labio frustrada.- ¿Tienes botiquín?-Me levanté bruscamente del sofá.

-En el baño...-señaló una puerta a la izquierda del pasillo mientras me miraba de una forma entre confuso y curioso. Sin perder tiempo abrí la puerta de un armario pequeñito, cojí el botiquín y mojé una gasa en agua caliente. Volví a donde estaba el pelirrojo y me senté a su lado.- ¿Q-que haces?

-Shht...-Empecé a pasar la gasa por su labio inferior quitando la sangre seca. La herida no era nada grave, se le cerraría en unas semanas.- Siento mucho que te golpearan por mi culpa. Siempre causo problemas a los demás, es muy molesto. No se que habría sido de mi si no me hubieras rescatado. Gracias Castiel. No se cómo agradecértelo.- Castiel apretó los puños, frunció los labios y apartó la cabeza.

Tú eres mía [Fanfic Castiel, Corazón de Melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora