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[🎐]

FINAL.

Diez años después.

—¡No!

Hoseok se incorporó jadeante, bañado de sudor y con el corazón en la garganta.

—¿Qué pasa, cariño? —susurró YoonGi a su lado, roncamente debido al sueño interrumpido.

El castaño escuchó como encendía la lámpara que había sobre el buró y suspiró, lanzándose a los brazos del mayor y sintiéndose reconfortado cuando este le devolvió el abrazo.

—¿De nuevo pesadillas? —susurró, besando su frente—. Está bien, Hobi, ya pasó, nadie va a lastimarte ahora —le tranquilizó, acariciando su espalda.

—YoonGi... de verdad... se sintió como si lo hubiese vuelto a vivir —susurró, acariciando los hombros del mayor—. Estoy tan agradecido... si tú no hubieras llegado a mi vida...

—Shhh —le calló, depositando un suave beso en sus labios—. Pero llegué. No pienses más en eso o habrá guerra de cosquillas —dijo con una sonrisa, acostándolo nuevamente en la cama y tapándolo con las sábanas.

—YoonGi... —susurró nuevamente—. ¿En serio me quieres?

YoonGi suspiró otra vez, acostándose a su lado y abrazándolo.

—Te amo —contestó.

—¿A pesar de todo?

—A pesar de todo —respondió con seguridad—. No hay una sola cosa de ti o de tu pasado que me desagrade o no me guste. Te amo —repitió, besándole la mejilla—, y te amaré mientras sea capaz de respirar.

Hoseok suspiró, atrapando los labios del mayor y dando un gran beso.

—¿Aunque no pueda verte?

—No necesitas verme —le susurró en el oído, acariciándole la suave piel de la cintura—. Contigo puedo ser quien realmente soy, porque sólo tú me escuchas... sólo tú me entiendes.

Hoseok sonrió, acariciando el rostro del mayor.

—¡Papi! ¡Papá! —fueron interrumpidos por aquella vocecita infantil y chillona, y el sonido de la puerta abriéndose de golpe.

Sintieron como la cama se hundía ligeramente y como un pequeño ser saltaba sobre ellos y los abrazaba.

—¿Qué pasa, YoonJi? —preguntó Hoseok, sentándose y acariciando el cabello negro y corto de la niña.

—¡Papá, papi, hay un monstruo debajo de mi cama! —gritó asustada, abrazando a YoonGi. El mayor la sentó en sus piernas.

—¿El mismo de siempre?

La niña asintió, mientras YoonGi reía disimuladamente y Hoseok lo golpeaba con el codo al escuchar como se burlaba de la inocencia de su hija.

—Nena, los monstruos no exist... —sonrió dulcemente Hoseok.

—Cuando lo vuelvas a ver —interrumpió YoonGi, ganándose la atención de YoonJi—. Gruñe así... ¡raaaawrr! Eso hará que se asuste y se vaya.

AVEUGLE ( 솝 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora