Capitulo 23

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Desde que despertó no paro de entrenar día y noche podía escuchar sus gritos y jadeos de guerra, o quizás dolor.

Según ella, estaba oxidada, que hacía tiempo que no entrenaba de esa manera, tan seguida, tan exijida. Pero no había otra manera, la base 45 fue conocida como creadora de las más salvaje guardias. Entre ellas, risitos de oro. Osea, Lucy.

Ya conocía la historia, entre Wendy y Lucy me la habían contado todo. Incluso las torturas.

Me levanto, harto de qrue Lucy se sobre exija. Salgo de mi carpa y voy a la zona de entrenamiento que tenían.

Ahí la veo, con un fierro entre las manos, lo hacía girar alrededor de su cuero mientras lanzaba patadas al aire. Me atrevo a caminar más adelante y detengo el fierro con mi mano, ¡Ay, Carajo! Ojalá no lo hubiera hecho.

- ¿Natsu? - Ella estaba sudando, me miraba confundida - Lamento si te desperté... - Sus músculos estaban tensos, y vestía un corto traje de entrenamiento.

- para... - Susurro.

- ¿Qué?

- Para. - Hablo más claro - Basta de sobre exijirte, vas a terminar colapsando.

- Estoy muy lejos de colapsar en momentos así Natsu, necesito protegerlos.

- Lucy, podemos pelear a tu lado, nos has entrenado para que no nos pase nada si algo te pasa a ti - Un atisbo de angustia cruza su mirada.

- Pero no me ha pasado nada, no es necesario que ustedes hagan algo - Sonrio nerviosa.

- Lucy, estas colapsando - Di vuelta sj muñeca mostrándole los moretones que habian a lo largo de su brazo - No estás durmiendo, y no Paras de entrenar, me duele verte así y más aun sabiendo que no puedo estar en tu vida para ayudarte.

- Esa fue mi elección Natsu, yo doy mi vida por ustedes y ustedes viven, yo soy su soporte - Me hablo, con ojo casi suplicantes.

- Y yo te dije que yo sería el soporte que nunca tuviste - Lance el palo al otro lado logrando sobresaltarla.

- Natsu no me hagas esto - Suplico alejandose lentamente.

Me acercaba - ¿Hacer que? - Pregunte con voz más ronca.

- Eso... Me... ¡Me enganches a ti! Y no se que hacer, jamas he sentidho esto y tengo miedo, tengo miedo de hacerte sufrir... Tengo miedo de perder. - Se abrazo a su misma.

- No vas a perder. - Afirme.

- ¿Como lo sabes? Tu no has visto lo que yo he visto y aunque yo tenga la super fuerza que ellos no tienen, son bestias, ellos no dudan en matar, ¡Me van a ma - Le corte.

Agarre su cintura con una mano y co la otra su nuca, acerco mi boca a la suya y las estrelló en un fugaz beso.

Al principio no reacciona, pero sus manos se colocan con delicadeza sobre mis hombros y de manera tímida corresponde a mi beso.

Movemos nuestras bocas en un Balz que solo ellas saben bailar y aunque parezca cursi pareciera que ella encaja con mi cuerpo. Llegamos contra una pared y ahí me aferro más a ella.

Me alejo lentamente y sin dejar de mirar sus ojos, tratando de descifrar el sentimiento que hay en ellos.

- No digas eso, vas a vivir... Vamos a vivir, juntos... ¿Si?

Lucy no muy convencida me mira, luego a mis labios y por último esconde su rostro en mi pecho - Si.

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