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Me giré desanimada y aún con lágrimas resbalando de mis ojos.

-Neels...., ahora no- Murmure apenas, el no dijo nada, solo se acerco a mi y me abrazó. Estaba tan débil, que lo unico que necesitaba era el calor y apoyo de alguien. Y ese alguien era Neels, que en toda la semana la cual Ivan estuvo ausente, se portó como todo un caballero conmigo
Comencé a llorar en el abrazo. Y lo abracé más fuerte, como si no quisiera dejarlo ir, y en realidad no quería. Por que el era un buen amigo.
-Tranquila, _________.... Todo estará bien lo prometo.
-¿Haz visto como me trato?- Pregunte sin dejar de llorar.
-Si, es todo un hijo de puta.....
-Neels, yo, yo, no merecía esto, no después de lo que paso entre nosotros.... Me entregué a él Neels...... y mira como me trata.
Mis lagrimas no paraban, era un llanto, que parecía no acabar nunca. Neels volvió a tomarme en sus brazos. Luego escuche la vocecita de Carolina, luego de varios segundos no volví a escucharla, pero sentí como otros brazos me abrazaban demasiado fuertes. Ahora tenía a dos buenos amigos conmigo.
Caro había traído consigo mis cosas, y a Sean, el cual despues también me había estrechado entre sus brazos diciéndome que Ivan era un "Completo hijo de puta". No habíamos decidido entrar a clases, así que nos habíamos montado en el carro de Neels, y nos habíamos ido de "Pinta", las clases.
El día con los chicos había sido divertido, un poco. Por que cada cosa me recordaba a Ivan, y me hacía romper en llanto. Así que había sido una batalla difícil para mis amigos.
Habíamos ido por mi BMW al estacionamiento de la preparatoria, y cada quien había tomado su auto, así que nos habiamos separado. Al llegar a casa, hable con mi madre diciéndole que me ausentaría por una semana de clases. Ella había aceptado, sin tomarle mucha atención a lo que decía, ya que estaba en el telefono. Mi padre se habia encerrado en su despacho, después de una pelea con mamá. En fin, mi vida se estaba volviendo un completo asco.
La semana de "ausencia", llamemosle así, había pasado lenta. Carolina me tenía al tanto de todo lo que sucedía en la preparatoria. Según lo que practicaba, Ivan estrenaba novia. Una rubia flacucha, de segundo grado, que acababa de entrar. Lo cual me dolía en el corazón como si me hubiesen encajado una espada. Sean se había peleado con Ivan, por nuestra situación y se habían dejado de hablar. Y ahora en la cafetería, en nuestra banca se sentaban, Carolina, Neels y Sean.
Neels contaba que Sean y Caro estaban muy cariñosos últimamente. Según él había hablado con Sean, y él había dicho que si le gustaba Carolina, pero tenía "miedo" a no ser correspondido. También habian dicho, que las porristas habían corrido todo el rumor sobre lo que había sucedido entre Ivan y yo. Me dijo que el lunes, había tenido una pequeña pelea de "palabras" con Ivan y que habían recibido retención los dos.


En fin, era domingo por la noche cuando mis 3 únicos amigos, habían ido a visitarme a mis casa, con pizzas y regalos.
-Me alegro que ya estes mejor, ________- Me dijo Sean
-Si, no mentiré. He estado llorando toda la santa semana, pero seguro que la herida sanara y será una......
-Cicatriz- Dijimos al unisonó Neelsny yo. Lo mire sorprendida y sonriente
-Si, eso- Asentí.
-Bien- Caro miró a Sean, algo nervioso. -Vamos por la coca-cola y la película...Regresamos en un rato chicos
-De acuerdo no tarden mucho. Y Sean , cuida a ese mujeron que tienes ¡eh!- Dijo Neels, Sean asintió sonriendo y minutos después salieron de la casa.
-Me encanta tu sonrisa- Dijo Neels, mientras se hacía un espacio en el sillón.
-Gracias, nunca te lo había dicho, pero tu mirada me encanta.
-Gracias señorita- Hizo una voz de gay,lo cual me hizo reír. Luego tomó mi mano, lo que me hizo mirarlo. -__________... debo decirte algo- Suspire y asentí sonriendo. -Yo, eh.....
El teléfono comenzó sonar,Mire a Neels y el asintió. Me pare y conteste.
-¿Hola?- Pregunté pero nadie respondió, solo escuchaba su respiración. -¿Hay alguien ahí?- Pregunté, y luego de esto, colgaron. Mire el identificador de llamadas y el número se me hacía conocido, rápido tome mi celular y busque el número de Ivan. Me estremecí al ver que era el mismo número, y nuevamente las ganas de llorar se apoderaron. Mis manos comenzaron a temblar. ¿Le devolvía la llamada? "Devuélvela _________, ¿para algo te llamo, no?" Me estremecí, y comence a teclear los numeros de vuelta.

Secret 》Ivan MartínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora