LMAO {Fanfic} {Spanish}

Capítulo IV

Después de hacerlo varias veces involuntariamente por mi parte aunque en realidad no del todo todavía seguía apoyada sobre la pared mientras él todavía me daba húmedos besos por el cuerpo. Podríamos decir que fue violacion pero no lo hacía nada mal.

"Tengo hambre."

Subió la cabeza extrañado y mantuvimos el contacto con los ojos, me sostuvo solamente con una mano y con la presión de su cuerpo a la vez que se acercaba al sofá para coger su ropa interior y ponersela, me dejo sobre el suelo y andamos hasta la cocina.

"Bueno ¿Qué quiere la niña caprichosa?" Se rió.

"Mmm, un plátano."

En su cara apareció media sonrisa y se bajó los pantalones.

"Ahí tienes tu plátano." Soltó una carcajada mientras lo señalaba.

"No ese tipo de plátano." No pude evitar sonreír.

"Pues no hay otro en toda la cocina." Guiñó un ojo.

"Pues una manzana."

Cogió la pieza de fruta y la lavó debajo del grifo, seguidamente me la dió.

"Si quieres puedes subirte los calzoncillos." Di un mordisco.

"Sí, mejor porque sino te vas a volver loca." Rió

Le lancé una mirada fuminante.

Tenía que admitir que a pesar de que no hubiese accedido en un principio a tener esa noche de pasión con él no había estado mal, pero que nada mal. Sin mencionar su físico, el típico tío por el que las tías suspiran y darían su vida por estar una noche entre sus sábanas y que él estuviese dentro de sus piernas, tenía algo que provocaba en mí una curiosidad y un deseo que hasta entonces no había sentido por nadie. Le gustaba picarme y yo me picaba con facilidad por lo que si fuesemos algo más que un simple lío de una noche siempre acabaríamos discutiendo para acto seguido terminar en la cama, y quién dice la cama habla de otros lugares de la casa.

"Debería irme a casa, Aly me matará." Dije en voz alta.

"Puedo acercarte a tu casa, si quieres"- Dijo con una media sonrisa y luego añadió: "Así sabré dónde buscarte si te necesito de nuevo."

"Tengo poco tiempo, así que accedo a tu propuesta."

"Sí es que no puedes decirme que no a nada"  Volvió a mostrar una media sonrisa

El silencio duró pocos segundos.

"Déjame algo de ropa, rompiste mi vestido." Añandí seria.

Me agarró de la cintura mientras me llevaba a su armario donde escogió una camiseta blanca con un paisaje veraniego dibujado con palmeras en el centro.

Tras vestirme y ponerme los tacones y coger mis llaves, entramos en el coche y con la luz del día observé mejor y con más detenimiento el barrio en el que estabamos y sin duda, no estaba equivocada, debe de trabajar en algo turbio. Es un mal barrio, pero con cierta clase, un lugar idóneo para los traficantes.