Capítulo V

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Aquel chico, del que todavía desconocía su nombre intentó arrancar el coche, pero no pudo.

"Mierda, la betería." Exclamó. "Tendremos que ir en moto, nena."

Me limité a poner cara de asombro mientras veía como sacaba otras llaves de la guantera del coche y me indicaba que saliera, dimos la vuelta a la casa que parecía ser de las únicas decentes de ese barrio y entramos al garaje por una gran puerta gris. Allí, aparte de trastos se encontraba una moto negra y brillante. 

Se montó en la moto y la sacó del garaje, acto seguido cerró la gran puerta. y volvió a subierse.

"No voy a montarme en esa moto contigo."

"¿Por qué? Si sabes que te va a gustar." Guiñó un ojo.

"Porque no voy a darte el gusto de agarrarme a ti para no caerme de la moto." 

Soltó una carcajada con esa grave voz.

"¿Te crees que me estás haciendo un favor? Dentro de poco te moriras de ganas de que folle contigo."

"Eres un creído."

"Porque tengo cosas que creerme, ya sabes a lo que me refiero, nena." Dijo sonriente. "Venga, sube a la moto que no tengo todo el día."

Suspiré. ¿Qué otra opción me quedaba? Pero ¿cómo iba a ir en moto vestida así? Llevaba la camiseta blanca que él mi había dejado, me quedaba lo suficiente larga para que no se me vieran las bragas, ya que no llevaba pantalones, ese chico me había roto mi vestido y ahora quería que cayera en su juego, já. Además de tan sólo llevar su camiseta, en los pies tenía unos tacones de más de 13 centímetros. Conclusión, parecía una puta barata.

Al final subí a la moto, él me miraba triunfal y sonriente.

"Agárrate, pequeña." Susurró.

Por fin habíamos llegado a la puerta de mi casa y me pudé soltar de su torso, aunque su cuerpo me gustaba, cada vez que daba un acelerón sus biceps y abdominales se tensaban. A lo mejor hubiera querido estar así un rato más.

Me miré la mano. ¿¡Y mis llaves!? Mierda. Se me habían caído en la carretera o..

"Dame mis llaves." Dije frunciendo el ceño.

"¿De qué me hablas?" Sonrió. A él y a su media sonrisa le parecía divertida la situación.

"Las llaves de mi casa, devuélvemelas."

"¿Y por qué las tengo que tener yo?"

"Que me las des."

"Que no las tengo." Volvió a sonreír.

Suspiré. <Cabrón, más te vale que no las tengas.> Pensé.

Fui a llamar al telefonillo, pero me di cuenta de que la puerta del portal estaba abierta. Iba a empujarla, cuando él se me adelantó.

"¿No pretenderás subir a mi casa?" Pregunté, aunque estaba más que claro que lo haría.

"Es justo lo que intento."

"No vas a subir, no sé ni tu nombre."

"Harry." Sonrió.

"Yo soy Ro, adiós Harry." Me adelanté a pasar.

"De alguna manera me tendrás que agradecer que te he traído a tu casa."

Le miré. ¿De verdad? Este tío siempre se salía con la suya. No le contesté y seguí escaleras arriba, él me seguía, intuía que me estaba mirando el culo, bueno en realidad lo sabía.

Tercero C. Llamé al timbre, para mi sorpresa fue un chico de ojos azules el que abrió la puerta.

LMAO {Fanfic} {Spanish}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora