*Narra Annia*
Pasó una semana desde que Tania salió del hospital, pusieron una orden de alejamiento a Héctor y ella cada vez se encotraba mejor, íbamos todas las mañanas al gimnasio para que mejorara ya que el médico se lo dijo, Dani venia todas las tardes.
-¿Tania estás lista?
-Sí, ya bajo.- como siempre bajó y cogió su muleta y yo cogí la bolsa con la ropa, ya que ella iba, yo aprovechaba.- ¿Vamos?
-Sí.
Llegamos al gimnasio y como siempre apareció Silvio, el entrenador personal. Era un brasileño macizorro, y sí, no hace falta decir que era gay.
-Hola guapas, hay Annia esos leggins te hacen un culo espectacular, así que te voy a poner a tonificar esos muslos para que estés ideal.
-Perfecto, jajajaja.
-Bueno, ¿tú cómo vas preciosa?
-Mejor, aunque aún noto molestia.
-Pues hoy vamos ha hacer estiramientos y un poco de pilates ¿vale?
-Perfecto.
Cada una se fue ha hacer sus ejercicios y cuando acabamos, nos fuimos a las duchas, nos despedimos de Silvio y nos dirigimos a casa.
*Narra Tania*
Llegamos a casa y Annia se puso ha hacer la comida y yo mientras me senté en la barra. Entoncés llamó mi Blue como siempre.
*conversación telefónica*
-Hola Blue.
-Hola gupa, ¿que tal vas?
-Mucho mejor, Silvio me ha dicho que a partir de ahora haré estiramientos y pilates.
-Eso está bien, esta tarde pasaré con los chicos, dicen que tienen ganas de verte.
-Vale, hasta esta tarde Blue, te quiero mucho.
-Yo también te quiero mucho princesa.
*fin de la conversación telefónica*
Suspiré y apoyé la cabeza en la barra.
-Anda Julieta, vamos a comer.
-Ja ja ja que graciosa...- la miré mal.- Sí, vamos a comer CHIQUITITA.
-Eh...-Se sonrojó.- Callaté.
Comimos entre risas. En acabar subimos a cambiarnos y bajamos para ver la tele un rato, hasta que me quedé dormida.
*Narra Dani*
Quedé con los chicos para ir a ver a Tania, así que decidimos comer juntos para hablar un rato y después irnos para allí. Llegamos al bar y nos sentamos en la mesa más apartada y nos pusimos ha hablar.
-Tíos, tengo una pregunta.- dijo Blas.
-¿Que pasa bro?- dijo David.
-¿Creeís que le tendría que pedir una cita a Annia?
-SÍ.-dijimos todos a la vez.
-Pues decidido, me lanzaré, pero...-se quedó pensativo.-¿Y si me rechaza?
-Bro, después de lo que vi en casa dudo que te diga que no.- dijo David riendose, Blas se puso rojo.
-Además, un pajarito me ha dicho que a ella también le gustas...-dije yo riendome. Blas me miró y todos nos reimos.
Eran ya las 16:00 y nos dirigimos al piso de Tania. Llamamos al timbre varias veces pero nadie contestaba. Menos mal que tenia las llaves del piso ya que Annia hizó una copia por si ella no estaba que viniera yo. Abrimos y lo primero que vimos fue a Tania y a Annia abrazadas en el sofá durmiendo.
