I'm not your Sugar Baby [TordTom]

#4

TW: AutoleS10n3s,Violencia, Violacixxxx

Al  poder levantarse, caminó lenta y silenciosamente hacia la puerta de su habitación. Cerró la puerta con seguro, al igual que la ventana. Arrancó las sabanas llenas de sangre y semen ajeno, las tiró a una esquina de la habitación enrabiado,muchos sentimientos carcomían sus nervios en esos momentos.

Por ello, entró al baño, cerrando también la puerta con seguro, y se metió en la tina.

Con el agua caliente hasta el mentón, ambos brazos a un costado de su cuerpo, sumergidos en esa espesa y sucia agua, Los líquidos que alguna vez estuvieron en él, se escurrían de su piel, tiñendo aún más la bañera.

Unos golpes en la puerta lo alertaron, temía que fuesen de quien creía que eran.

Pero él nunca tocaba la puerta, solo entraba y le pegaba, lo agarraba del cabello y lo tiraba escaleras abajo, riendo al ver como la sangre salía de sus heridas.

Los golpes no cesaban. Temeroso pero alerta, guardó silencio.

Al escuchar los pasos alejarse después de un rato, se deslizó fuera del agua, apoyando sus pies en la suave alfombra del baño.

Miró su cuerpo desnudo frente al espejo del baño, disgustándose al ver aquella delgada y esquelética figura, llena de marcas y moretones.

Se agachó y levantó con delicadeza una de las blancas baldosas del brillante suelo mojado, y sacó de dentro de ese hueco una botella de alcohol.

Tomó un buen sorbo y limpió sus heridas en la tina, para que todo se fuese al quitar el tapón.

Se cubrió de vendas y curitas, en especial en la cara y cuello, tapando las mordeduras con un gran pedazo de algodón.

Salió del baño cuidando que nadie estuviese cerca, escuchando con sumo detalle cada paso, cada chirrido, cada respiración, el sonido de la tele encendida al lado de la cocina.

Sacó su polerón azul,  el sin cierres, el que cubría mas abajo de sus partes íntimas y parte de sus muslos.

"Tanto e bajado de peso?" se preguntó, agarrando su ropa interior. Acercó la prenda a su rostro, para poder oler el suave olor a detergente.

Era su éxtasis.

El fuerte olor a químicos de limpieza con toques de lavanda.

Luego de colocársela, volvió al baño y destapó la tina. Miró con melancolía el agua sucia irse por el alcantarillado, dejando ir todas esas sensaciones de suciedad que estuvieron en su cuerpo.

Ya era la quinta vez esa semana, ya debería de dejarlo tranquilo por un rato.

Escondió las sábanas entremedio de un par de ropas que ensució a propósito, para que pasara desapercibido.

Quitó el seguro de la puerta y bajó con cuidado las escaleras, entrando a la cocina y dejando la ropa y las sábanas dentro de la lavadora con mucho detergente.

Encendió la máquina, agarró la canasta vacía de ropa sucia, caminó hacia las escaleras, y desde ahí vio algo que hubiese preferido no ver.

El comunista se besaba con el castaño, quien estaba pegado a una pared, forcejeando con disgusto y desesperación. Sin embargo el noruego agarraba su trasero y manoseaba su cuerpo, provocándole todo tipo de sonidos.

El corazón del menos palpitaba con fuerza.
Muchas sensaciones, muchos sentimientos pasaban por su cabeza en ese instante.

Una lágrima cayó por su mejilla.
Subió las escaleras rápidamente, corrió y entró a su refugio, encerrándose nuevamente en su habitación.