Capítulo Dos♥

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A decir verdad Florencia nunca creyó que Jazmín le fuera a escribir. Y tampoco sabía porque se había sentido tan rara con ella, ni porqué se ponía nerviosa cada vez que recordaba el momento en que la conoció.

A Flor nunca le habían atraído las chicas, de hecho hacía muy poco que sus relaciones amorosas eran un completo fracaso, y no tenía muchas ganas de intentarlo de nuevo, al menos por el momento. Sin embargo, lo primero que pensó al despertar al día siguiente fue en la sonrisa de Jazmín, en sus ojitos achinados, en sus pestañas infinitas y en el pelo rojo que caía como cascada sobre su espalda.

Tomó su celular para ver la hora y se encontró con un mensaje de un número desconocido y sonrió porque supo sin siquiera leerlo de quién se trataba.

"Hola Flor, soy Jaz, la chica del té, gracias por dejarme tu número, estaba media tolola ayer y me había olvidado de pedirtelo. te mando un beso, espero que estes bien"

Flor se sentó rápidamente en la cama con el corazón que le latía a mil por hora, y lo primero que hizo fue mirar su foto de perfil, ¿cómo alguien podía ser tan lindo? pensó. Y no encontró explicación lógica para la belleza de Jazmín. ¿Qué le estaba pasando?, ¿se estaba volviendo loca?.

"Hola Jaz, que bueno que me escribieras! muchas gracias por todo lo de ayer, de verdad! cuando quieras déjame devolverte el gesto, si queres podemos juntarnos a comer o algo, te mando un beso"

Y después de eso tiró el celular en la cama y se tapó la cara, ¿Acaso acababa de invitar a salir a Jazmín? ¿Pero la invitó en sentido de amigas no? ¿no? ...parecía que todas las preguntas de Florencia esa mañana no tenían respuesta.

"Claro que si gorda, si querés y no estás muy ocupada podés pasar por el local hoy a las 19 y vamos a cenar, que tengas lindo día♥"

Y Flor pensó que si Jazmín se lo deseaba seguro que sí, que tendría un lindo día.

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Eran las 18.30 en Té de Jazmín y la dueña del lugar solo estaba concentrada en una cosa: en media hora llegaría Florencia a buscarla.

A Jazmín siempre le gustaron las chicas, y siempre no es un decir; literalmente ella lo sabe desde que tiene memoria.

Sería muy tonta si negaba que le había gustado mucho Flor, pero la realidad es que tampoco quería precipitarse, no tenía idea de la vida de ella, si bien habían charlado un rato, jamás tocaron el terreno sentimental, ¿y si tenía novio? de solo pensarlo Jazmín sintió un nudito en el estómago y se maldijo a sí misma por ser tan intensa, apenas la conocía, no tenía porqué sentirse así.

Dejó a sus empleados a cargo del lugar un ratito y subió hasta su casa, que era tan linda como ella. Abrió su placard y no supo qué ponerse, eso aumentó un poco sus nervios, era pleno otoño pero a diferencia de la noche anterior, era una noche muy cálida; quizás podría presentirse que una de las últimas nochecitas que dejaba atrás al verano para adentrarse en el otoño profundo.

Se puso un vestido con florcitas de color azul por encima de sus rodillas, un saco blanco y dejó su pelo suelto.

Cuando bajó las escaleras hacia el local se encontró con una Florencia Estrella parada en el mostrador principal, también con su pelo suelto, un pantalón blanco ajustado y un top de color rosa.

Florencia simplemente era brillante.

-Hola Flor, que lindo verte! - la saludó Jaz con un beso en la mejilla

-Jaz, igualmente, que....que linda estás (dudó) - ¿de verdad había dicho eso?

Jazmín se sintió sonrojar nuevamente, -gracias, vos estas hermosa Flor.

Ambas se quedaron mirando hacia abajo, quizás por la vergüenza, quizás por no saber cómo continuar la conversación.

-Busco las llaves y vamos si queres -rompió el hielo la colorada

-Sisi obvio, ¿a donde queres ir? la verdad es que no tengo un lugar planeado porque bueno, supuse que decidiriamos juntas.

-Gracias por eso, la verdad es que no sé, ¿caminamos te parece?

Caminaron lentamente, disfrutando del anochecer cálido, hablando de sus vidas y conociéndose un poco más. No paraban de hacerse preguntas una a la otra, como si tuvieran hambre de querer conocerse por completo si es que eso fuera posible.

Llegaron hasta el jardín botánico y se sentaron en un banquito rodeadas de flores.

-Bueno parece que estamos en nuestro lugar - dijo Jaz

-Por las flores?

-Obvio, querés que nos saquemos una selfie? preguntó Jaz desbloqueando su teléfono como si no fuera a aceptar un no como respuesta.

-Si, me encanta la idea, pero después pasamela no te olvides.

Se acercaron más para la foto y Flor sintió de cerca el perfume de Jazmín, era dulce, como ella. Y cerró los ojos sintiéndose abrumada por tanta cercanía.

-Mirá quedó re linda! - dijo Jaz entusiasmada

-Es que vos sos linda - dijo Flor sin pensar

Jazmín pestañeó varias veces seguidas intentando procesar lo que acababa de escuchar. Y cuando se sintió apta para responder algo Flor interrumpió sus pensamientos, proponiendo un lugar de comida vegana y riquísima cerca del lugar.

Mientras iban caminando juntas se sentía una energía rara en el aire, como cuando sabes que va a pasar algo pero no sabes bien qué, o como cuando está terminando el verano (que ciertamente estaba sucediendo) y querés que ese instante dure para siempre.

Si existiera la magia ambas podrían jurar que lo que había en el aire era magia. Había un montón de silencios pero no eran incómodos, eran de ese tipo de silencios que necesitas para respirar profundamente y sentir la compañía del otro sin necesidad de hablar.

Pero Jazmín que era un poco más ansiosa que Flor no aguantaba tanto los silencios

-Así que tenes cuatro hermanas? a mi me parece increible! yo soy hija única, medio embole pero estoy acostumbrada.

-Si, somos cinco estrellas! como un hotel! dijo Flor riendose. Pero la realidad es que no nos llevamos tan bien todo el tiempo, nos amamos pero bueno, las relaciones humanas son complicadas.

-Y si, me imagino, pero que lindo estar tan rodeada de gente. -Dijo Jazmín con un tinte melancólico

- Si, pero a veces aunque estés rodeada de gente te podes sentir sola igual- dijo Flor exponiendo implícitamente sus miedos

- Si, yo estoy tan acostumbrada a estar sola, que hasta me gusta.

-A mi no, me da pánico la soledad, es un trauma de la infancia igual, supongo

- Bueno entonces te prometo que nunca más vas a estar sola - dijo Jaz frenando la caminata y mirándola a los ojos

-¿De verdad? preguntó Flor un poco emocionada

- Claro, si en algún momento te llegas a sentir sola, triste, preocupada sabes que yo voy a estar con vos, me llamas y aparezco. Es una promesa - Dijo Jaz levantando la palma de su mano

- Así como un ángel? dijo Flor poniendo su palma en la de Jazmín

-Si, asi, como vos quieras.-Dijo Jaz

Y ambas sintieron fuegos artificiales en el cielo, que ninguna se atrevió a romper el contacto visual del momento, dejando para siempre la intriga de si fue producto de su imaginación. 

Té de Jazmín (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora