Té de Jazmín (Completa)

Capítulo Veintinueve♥

Adentro del club hacía muchísimo calor. La gente estaba muy apretada, el humo y las luces cubrían todo el lugar, la música retumbaba en las paredes, y Flor y Jazmín estaban besándose en la barra mientras esperaban sus respectivos tragos.

-Está re bueno este lugar - dijo Flor separándose y observando todo

- Vos estás re buena - respondió Jazmín y continuó besándola

Los besos fueron interrumpidos por los tragos que acababan de llegar.

La noche aún era muy joven y Jazmín ya estaba muy alegre, Flor en cambio estaba más controlada, ya que estaba en una ciudad que no conocía, recién llegada, quería poder estar consciente para observar todo y disfrutar lo máximo posible, pero esa tarea no le sería tan fácil con su novia al lado que parecía no tener fondo si de alcohol se trataba.

-Amor pará de tomar, te va a hacer mal

- mal me hacía no tenerte acá, dejame ser feliz

- si yo te dejo, solo te estoy cuidando

Jazmín achinó sus ojitos de la risa y continuó moviéndose al ritmo de la música, con una mano sostenía su vaso y con la otra tomaba a su novia de la cintura atrayéndola más a su cuerpo.

-Soy muy mala bailando- Dijo Flor riendose

- No no, sos hermosa haciendo cualquier cosa

- ¿cualquier cosa?

- ajá - respondió Jazmín y su mirada cambió

Florencia que la conocía más que nadie en el mundo entendió la situación perfectamente, pero decidió seguir con el juego.

-¿Soy yo o hace demasiado calor acá?

-Las dos cosas ¿querés ir a otro lado?

-Todavía no, es muy temprano

Y Flor se dedicó a tomar igual que su novia, la noche recién comenzaba y sin dudas sería muy prometedora.

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-Me vuelve loca ese escote - Dijo Flor subiendo las escaleras del edificio de su novia

- Vos me volves loca a mi - dijo Jazmín entre besos intentando embocar la llave en su departamento

- La estás poniendo al revés Jaz! - Florencia no podía contener la risa y ya tenía sus zapatos en sus manos

- Shh yo sé lo que hago

-No no tenés ni idea lo que haces, perdiste el control totalmente

- ¿Querés ver como tengo el control? - respondió Jazmín desafiante dejando a Flor con su espalda contra la puerta, la acorraló allí y comenzó a besarle el cuello.

Florencia sentía la mezcla del olor a shampoo que destilaba en pelo de Jazmín y a su vez el olor a alcohol que desprendía con sus besos.

La sensación la estaba mareando más de lo que estaba pero no tenía fuerzas para parar eso. Y sinceramente, tampoco quería.

-Estamos en el pasillo - Dijo Finalmente con un hilo de voz Florencia.

-¿Te importa?

-mmmh.... no

-qué bueno porque no hay nada que me importe menos - respondió Jazmín y le arrancó la parte de arriba del vestido comenzando a besar sus pechos. Se entretuvo largo rato pasando su lengua húmeda y cálida por sus pezones mientras escuchaba a Florencia largar pequeños gemidos, y sentía los dedos de la misma presionar su cabeza generando más intensidad.

-Jaz....

Jazmín ignoró la voz de Florencia y comenzó a bajar con besos por el abdomen descubierto de su novia que por instinto abrió más las piernas apoyada contra la puerta.

-¿Querés? - se apartó para responder Jazmín

- Sssi, si , pero adentro dale - en un pequeño acto de cordura Flor tomó las llaves e intentó concentrarse. El calor interno y el alcohol no estaban ayudando pero finalmente logró abrir la puerta del departamento.

Lo que pasó después fue un torbellino de pasión y emociones.

Florencia comenzó a desvestir a Jazmín por el camino hacia su cama, en el piso iban quedando una a una las prendas y demoraron en llegar a destino ya que debido al nivel de alcohol consumido por ambas fueron dándose contra diversos muebles en el intento, además de que siempre venía bien detenerse a besarse intensamente sobre alguna mesa por ejemplo.

Cuando finalmente llegaron ambas tenían solo su ropa interior y estaban completamente agitadas.

-Quiero algo - habló finalmente Jazmín

-pedime lo que quieras, te doy todo - respondió Flor

-¿todo?

-decime

Jazmín esbozó una sonrisa pícara y tumbó a Flor en la cama, acto seguido se acostó sobre ella pero al revés, dejando su cara en el centro de la Estrella. Ante esto la misma abrió las piernas lo más que pudo para que Jazmín tuviera un acceso perfecto.

Y ella desde abajo tenía a cada lado de su cara una pierna de Jazmín. Era el paraíso. Un perfecto 69.

-Sos hermosa - se animó a hablar Florencia antes de comenzar a quitar la tanga de Jazmín

Jazmín respondió solo con actos, con dos dedos corrió la tanga de Florencia y la tocó. Estaba muy mojada. Comenzó a dar pequeños toques con su lengua, y pudo escuchar a Flor gritar en su entrepierna. La sensación le parecía lo más cercano al cielo que había conocido y necesitaba mucho más.

Ansiosa por empezar a sentir a Flor comenzó a moverse sobre su boca, al principio lentamente, pero cuando comenzó a sentir la lengua de la morocha deslizándose en forma circular sobre su clítoris empezó a moverse sin control alguno, totalmente desesperada.

Sopló sobre el clítoris de Flor y el aire calentito hizo que Florencia comenzará a moverse también y a pedir más.

Ambas estaban viviendo una experiencia increíble, todo lo que tenía que ver con ellas era intenso, en todos los sentidos.

-No pares - pidió desesperadamente Flor

-Vos...vos tampoco - pudo hablar Jazmín

Y comenzó a moverse más fuerte sobre la boca de la morocha.

-Dale, dale, quiero que me acabes en la boca - le dijo Flor mientras la lamía

Y todo fue demasiado. Jazmín explotó en un orgasmo intenso. Y fue con tanta intensidad que de solo escuchar a Jaz gemir en su centro Florencia acabó también en un orgasmo increíble.

-Un día me vas a matar- finalmente pudo decir algo Flor mientras Jazmín se enderezaba para recostarse sobre su pecho

- Sos increíble

-Si el alcohol te vuelve así de intensa te voy a emborrachar todos los días- comentó divertida Flor mientras le acariciaba el pelo a Jaz

- Ay sabés que tengo miedo de no acordarme de esto mañana

-no te preocupes que si no te llegás a acordar, lo repetimos las veces que sea necesario así no se te olvida nunca más

Jazmín se mordió el labio y la besó. La besó unas cuantas veces más, hasta que se durmieron desnudas y abrazadas en otra noche cálida de París.