CAPÍTULO 02

66 7 0
                                    

Ya era de mañana y Catalina seguía durmiendo plácidamente mientras abrazaba a su pequeña mascota en sus brazos y este reaccionó al tacto que trasmitía su dueña,la pequeña mascota trato de zafarse del agarre pero no logró nada poco a poco intento moverse para despertar a la pequeña y después de varios intentos lo logro se logro liberar y se dispuso a explorar el lugar y cuando estaba apuntó de salir de la habitación alguien lo interrumpió.

—adonde cree que vas gatito—decía la pequeña entono amenazante.

—Neow...—obtuvo de respuesta.

—ja ja ja que gracioso—decia la niña riendose—se supone que los gatos no hablan!!ahg que tonta....

—Bueno ya tengo el nombre ideal para ti.

—meow—el gatito la miro con confusión.

—Que te parece alexandro—dijo la pequeña con una tierna y sincera sonrisa a lo cual el felino empezó a acercarse y poder sentir contacto entre ambos y soltó un leve ronroneo a lo cual la pequeña soltó una corta risa.

—Bueno alexandro que te parece si salimos a divertirnos—dijo la pequeña a lo cual cogió suavemente a su mascota y la cargo no sin antes cubrirlo con un pequeña manta de algodón, mientras salía de su habitación noto que había una cierta ausencia en su hogar así que se sentía mejor al saber que nadie sospecharía su repentina salida.

—muy bien alexandro que te parecería si subimos a árbol—el felino respondió con sus típicos maullidos ante las palabras de su dueña.

Estuvieron mirando el hermoso cielo azul iluminado con una radiante mañana,luego de eso fueron a una pradera que estaba cerca de su casa,se la pasaron jugando casi todo el día hasta llegar a atardecer.

—Hay ya es tarde si no llegó puntual mis padres me castigarán—decía la pequeña con un tono preocupación  y miedo a que se aparecieran lo H.G —alexandro sera mejor irnos esto es peligroso.

Unos minutos después se encontraban cerca de su casa aunque estaba oscureciéndose poco a poco sin contar que los H.G. salen de noche a cazar así que no faltaba mucho para qué oscureciera y estarían en un mayor peligro.

Continuaron caminando y hasta ahora no se les había aparecido ningún H.G. así que eso  indicaba que estaban fuera de aquel peligro.

Pasaron unos minutos y ya se encontraban afuera de su casa y la pequeña corrió de alegría hasta llegar mientras el pequeño Alexandro la perseguía.

Abrió la puerta y no encontró a nadie así que solo entró y aseguró la puerta según como le indicaron sus padres.

Luego se dispuso a acurrucarse en sus pequeña cama y mientras se cubría con las mantas y colchas que la arropaban y empezaba a entrar en calor ya que afuera estaba del peor clima.

Cierto gatito subió a su cama y se acurrucó en en sus brazos luego entre los dos concentraban el calor para abrigarse.

Las horas pasaban mientras ellos seguían durmiendo,aunque travieso felino se fue reincorporando para poderse levantar  y lamió la mejilla con ternura de la pequeña que aún dormía.

—Ummm...alexandro...—Murmuró la pequeña aún dormida.

El felino se dispuso lamerle de nuevo al escuchar esas palabras tan dulces a lo cual la pequeña reaccionó.

"MI FELINO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora