Día 63: El Plan.

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Capítulo 2

El Plan.

Liam

-Ah, hombre, esa mierda apesta.- estuvo de acuerdo Zayn, mi mejor amigo con una mueca en su rostro que no estuve muy seguro de cómo interpretar, pero lo que sí era cierto es que tenía que ser igual a la que yo cargaba en mi propia cara.

-Ni que lo digas. Jamás hubiera imaginado que mi madre, de todos los hijos de puta en este mundo, se hubiera fijado en el padre de la señorita exagerada.

Zayn hizo otra mueca extraña, pero esta vez, para contener la risa.

-¿"Señorita exagerada"? ¡Vamos, Liam! ¿Cuántos apodos le tienes ya a la chica? ¿15?

Me encogí de hombros, si me tomaba mi tiempo para contar los apodos que le había colocado a Christa White desde la primera vez que se comportó como una perra loca...entonces probablemente acabaría mañana... o tal vez el siguiente mes.

-¿Acaso importa?- respondí al ver que estaba mirando la calle que tenía delante de él mientras sorteaba los otros autos en un Miata Mazda 91, el cual le habían regalado sus padres para su cumpleaños número 17.

-No lo sé, hombre, ¿te importa?- preguntó, mirándome por primera vez mientras sacudía sus cejas de arriba abajo de forma sugerente.

Si no hubiese estado conduciendo, le habría pegado un puñetazo en ese mismo momento, por si quiera sugerir que algo en Christa White me importaba.

-¡Por Dios, qué asco! 

Zayn soltó una carcajada sonora.

-Bueno, ¿y qué van a hacer ahora?

Me rasqué la nuca, uno de mis gestos característicos y luego respondí:

-Pues, anoche llegamos a una tregua e hicimos un trato.

-¿Qué clase de trato?

-Vamos a separar a nuestros padres.

Zayn frenó súbitamente y estuvo a punto de arrollar a una anciana que iba cruzando la calle, la cual, al recuperarse del susto, le mostró el dedo medio a mi amigo y continuó con su camino hacia no le voy a preguntar dónde.

-¡¿Qué?!- reaccionó mi amigo, girándose hacia mí, aprovechando que el semáforo antes de llegar al instituto, estaba en rojo.

Me volví a encoger de hombros.

-No pienso pasar el resto de mi vida bajo el mismo techo que esa psicópata.- me expliqué de la forma más relajada que pude, como si el hecho de que estar en una peligrosa tregua con Christa White, alias iPad, no me inquietaba.

-Pues tú eres más psicópata que ella si estás dispuesto a arriesgar tu vida y tu inocencia sólo para separar a tus padres.- alegó Zayn mientras nos ponía de nuevo en marcha.

-¿Mi inocencia?- solté una carcajada parecida a la de una hiena- Te aseguro que esa chica jamás va a lograr meterse en mis pantalones. No si puedo evitarlo.

Los continuos rumores acerca de la chica porrista a lo largo de los años, no habían hecho otra cosa que contribuir a que mi odio hacia ella creciera cada vez más y más. Empezando porque mis nuevos compañeros del equipo de fútbol no hacían más que contar historias sobre las quince mil maneras en que la habían tenido desnuda en su cama... y en su auto... en la mesa y... ¡Oh por Dios! La tabla de planchar de su abuela. Sip, indudablemente asqueroso. Resulta ser que la chica es bastante menos inocente de lo que da a entender con su pequeño tamaño y su carita de inocencia, por no decir del horrible mal carácter que suele tener a todas horas, sobre todo en el almuerzo, cuando a alguna alma inocente se le ocurre colarse en la fila justo por delante de ella...la última vez que sucedió, pensé que el chico no saldría de allí con vida. 

64 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora