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La situación era muy incómoda. Hacía semanas Hyoyeon había tenido que aceptar a la fuerza que esa chica fuera su nueva compañera. Pertenecían a grados iguales, pero, afortunadamente, no tenían clases juntas. Y era afortunadamente porque Hyoyeon ya tenía suficiente con tenerla que ver a diario. Era muy insoportable. Todos los días se la encontraba en la habitación, ya sea haciendo tarea y dejando papeles por todos lados, o usando el computador, provocando pues un ruido molesto con las teclas ir y venir.

La verdad es que estaba teniendo mucha paciencia. La chica era muy rara. Sin embargo, dentro de su rareza, también había algo que a Hyoyeon le llevaba a preguntarse muchas cosas como, por ejemplo, si tendría hermanos, o de dónde habría venido. Incluso se habría preguntado cuáles serían sus aspiraciones, o si tendría pareja... Sí, hasta eso alguna vez se preguntó.

Hyoyeon, pensativa, suspiró. Aquel día, como todos los demás, llegó a su habitación; mejor dicho, a la habitación compartida que tenía con Seohyun, su compañera. En cuanto la vio con un montón de folios en su mesa de trabajo, sintió que la desesperación la dominaba por completo y, cansada, se dirigió a ella.

—Oye... sé que eres nueva y todo eso, pero... ¿podrías ser un poco más ordenada? De verdad no te haces una idea de cómo esto es desesperante... —dijo y se echó en su cama con un gesto muy fastidiado.

—Oh, l-lo siento... es sólo que tengo mucho trabajo que hacer, tengo que ponerme al corriente en las clases y no entiendo algunas cosas; por eso es que utilizó tanto material—. La chica hizo una pausa—. Lo siento, de verdad.

Las palabras lastimosas de la chica hicieron que Hyoyeon suavizara su ánimo. Cerró los ojos por un momento y después se levantó, caminando directamente hacia la cama contraria con el fin de coger uno de los folios que habían esparcidos en la mesa.

—Ecuaciones lineales... uff —bufó cuando observó apuntes sobre matemáticas avanzadas—, ¿tanto problema por esto? —le preguntó, mirándola mientras alzaba una ceja.

Seohyun se sonrojó.

—Sí, bueno... —sus manos temblorosas fueron a su cabello para peinarlo—, es que siempre he tenido algunos problemas con las matemáticas.

—Pues no es tan difícil. La cuestión se trata de saber usar las fórmulas y saber las operaciones básicas, mismas que todo mundo debe saber.

Una vez dicho esto, Hyoyeon se hizo un lugar a su lado, cogió un lápiz que estaba cerca y empezó a hacer un ejercicio con ecuación lineal.

Seohyun le veía francamente maravillada. Hyoyeon hacía números y borraba otros, luego soplaba de vez en cuando los restos del borrador tirado en aquel folio.

Hyoyeon, al sentir la próxima mirada de la otra, se cohibió. Detuvo el lápiz que tenía escribiendo sin parar y se giró para mirarla. De tan cerca que estaban, sus respiraciones parecían una sola.

En tu compañía, por AnnaKat |Mini fic|Where stories live. Discover now