La mayoría de los estudiantes estaban bailando en la fiesta; sonaba una canción de Taylor Swift. Todo mundo alzaba las manos, regocijándose uno con otro, muy contentos por la ocasión.
Hyoyeon y Seohyun arribaron al evento hacía un buen rato atrás. En su mesa privada, acompañadas de algunos compañeros de sus clases, se lo pasaban igual que el resto. Aunque, pese a que ninguna de las dos lo comentara, sus rostros, por alguna razón que todavía no era cien por ciento segura, se sonreían cuando sus ojos quedaban fijos en los contrarios.
Seohyun había sorprendido esa noche a Hyoyeon. La chica que era muy difícil de impresionar, había recibido una sorpresa al apremiar a su compañera para que partieran así camino a la fiesta anual de su instituto. Cuando Seohyun salió del cuarto de baño de su habitación, Hyoyeon se encontró con la magistral silueta de una chica casi irreconocible. Ataviada de un vestido corte princesa en un enérgico tono, Seohyun le dio una sonrisa que llegó hasta sus ojos. Estaba satisfecha con el resultado. Llevaba tacones, así que le sacaba varios centímetros por arriba de la cabeza. Viendo tal escena, Hyoyeon acabó asegurándose que su modesto vestido azul petróleo no tenía punto de comparación con el de su compañera. Pero no guardaba ningún interés en competir con ella puesto que Hyoyeon estaba también segura que le encantaba ver a Seohyun tan bella, como jamás antes. Todo su arreglo de aquella noche sólo acentuó más lo linda que era naturalmente.
En la fiesta no había podido eludir dejar de mirarla sin que ella se diera cuenta. Cuando su habilidad no era suficiente para apartar la mirada, Seohyun la pillaba y entonces se sonreían.
Aquella noche estaba siendo mágica.
La gente que las conocía, les había dicho que se veían diferentes, mas no diferentes sólo porque iban presentadas a esa fiesta con sus mejores galas. Había algo distinto en las miradas de cada una. Uno de sus conocidos había comentado, incluso, si esa noche estaban esperando a alguien especial.
En el fondo, las dos consideraron si eso que decían las personas pudiera ser cierto. Por un lado, Hyoyeon sabía que su felicidad de esa noche era en gran parte por Seohyun. No había más que decir sobre eso, porque ni ella misma lograba entenderlo aún. ¿Qué le estaba pasando con esa chica? Seohyun era una chica de bellos sentimientos, y aunque su falta de propiedad y orden a veces le sacaban de quicio, ella sabía igual que sus manías eran soportables. En realidad, ya no le molestaba mucho nada de ella.
Luego estaba Seohyun. Ella no era tonta ni era ciega para no comprender que algo había cambiado entre las dos. Hyoyeon había cambiado su rígido y moderado carácter a uno más comprensivo y paciente desde hacía unos meses atrás. Era por esto que Seohyun siempre sonreía cuando pensaba en ella. Lo que sentía por Hyoyeon... ¿se trataba sólo de agradecimiento, entonces?
—¿Por qué no vamos a bailar? —propuso uno de los amigos de Hyoyeon, animando a todos en la mesa, incluidas la aludida y Seohyun.
El grupo se abrió paso hacia el centro de la pista de baile mientras por los altavoces Ariana Grande terminaba de interpretar una de sus más recientes canciones.
Al terminar la canción, vino pues una melodía lenta y extrañamente melancólica. Era una canción de amor, tal vez un amor no correspondido. Hyoyeon y Seohyun intercalaron miradas y luego miraron a su alrededor, hallándose así con la escena de fotografía de muchas parejas bailando al ritmo de aquella melodía. Torpe y con un poco de nervios, Hyoyeon decidió no hacer la situación más incómoda y tiró de una mano a Seohyun, diciéndole de este modo que siguieran a los demás. Ambas se rieron. Un segundo después, en respuesta, Seohyun tomó aire y sujetó con fuerza su mano, comenzado a mover de un lado a otro sus cuerpos.
Sin importar que la diferencia de sus estaturas era destacable, los ojos de ambas jóvenes no rehuyeron en ningún momento. Las chicas siguieron el ritmo de la canción y se movieron en su sitio bajo una repentina iluminación lluviosa en el salón de fiestas del instituto. El ambiente pareció de película. Seohyun esbozó una sonrisa de oreja a oreja mientras alzaba la cara. Luego, la volvió a bajar y sintió otra vez que sus latidos cardiacos cobraban más celeridad al observar a Hyoyeon. Estaba muy guapa esa noche. Su rubio cabello rebelde proporcionaba un plus a su atuendo. A Seohyun le gustaba mucho cómo se veía.
La más alta, muy dichosa pero actuando con timidez, sonrió débilmente y apretó la mano de su compañera.
—Hyoyeon, esto es increíble. ¿Te lo estás pasando bien?
No importando que hubiese oscuridad, la rubia alcanzó a notar las mejillas regordetas y color tomate de Seohyun. No supo por qué la esperanza se acomodó en el centro de su pecho al entender por fin que aquella chica se ponía nerviosa cuando estaba con ella.
—Claro que sí. Tu compañía es de lo más agradable...
Hyoyeon abrió la boca para decir otra cosa, pero se detuvo por unos segundos, sintiendo a la vez la piel delicada de las manos de Seohyun tan cerca de ella.
—¿Qué está mal, Hyo? —quiso saber su amiga con una voz precavida, a lo que Hyoyeon movió la cabeza negativamente y se rio por lo bajo.
—Bueno... es que no sé qué me sucede o quizá sí, pero no quiero aceptarlo... La verdad no lo sé, Seohyun.
De manera irónica, se quedaron en un cómodo silencio. La rubia sintió unos segundos más adelante que su pecho saltaba muy rápido y con naturaleza constante. ¿Qué sentía? Ella no era así... Nunca lo fue. No hasta que llegó esa desconocida a su vida. "Soy una cursi soñadora, demasiado para ser ya tan grande", pensó Hyo mientras observaba fijamente a Seohyun.
Al final, no le importó ser tan emocional. La gratificación de estar con Seohyun no se comparaba con nada en el mundo. Jamás había sido dueña de una sensación como esa en toda su vida.
Fatigada de llevar una lucha inconsciente, Hyoyeon optó por no engañar más a su terco corazón. Ella sabía lo que pasaba. Suspirando, fue capaz de ver que su compañera se estremecía por estar tan cerca de ella. El rocío de su aliento impactó de golpe, muy cerca de su barbilla. Se encontraron a escasos centímetros de distancia, más cercanas que nunca antes. Hyoyeon, la miró con dirección otra vez y, un segundo previo de decirle lo que pensaba decir, cerró los ojos por un instante. Entonces los abrió.
—La verdad es que me gustas mucho, Seohyun.
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En tu compañía, por AnnaKat |Mini fic|
FanfictionHyoyeon estaba cursando el último grado de universidad; como vivía muy lejos de sus padres, tenía que quedarse en los dormitorios del instituto mientras estudiaba, era así que su vida se había convertido en algo monótona. Sin embargo, ella pensaba q...