Un sonido clásico de hospital la hizo plantarse en la conciencia, o la inconciencia. Hyoyeon parpadeó una vez. Luego otra vez. Entonces una tercera vez. Cuando abrió los ojos, se había encontrado con un impoluto color blanco sobre ella. Estaba echada sobre algo, parecía ser el suelo, aunque, cuando se sentó con ayuda de sus manos, aterrada, notó que una capa de algún material algodonado y traslúcido la rodeaba. Hyoyeon arrastró las piernas y gritó con miedo. ¿Dónde rayos estaba? Movida por el pensamiento de buscar respuestas, Hyoyeon soltó otro grito al ver a un joven al lado de ella, a quien no había visto hasta ese momento.
—Tranquila, la altura no es la que tú piensas. En realidad, no estamos tan arriba como lo supones —le dijo buscando su calma, pero Hyoyeon entendió menos que poco. No tenía idea de quién era ni lo que estaba haciendo allí con ella. ¿Estaría soñando? —Puedes llamarme como quieras —añadió aquel joven con una sonrisa escondida—, cada persona asume las cosas dependiendo de sus intereses.
Hyoyeon menos comprendió. Movió la cabeza para todas partes. Parecía encerrada en aquel lugar. Era una extraña habitación de pulcro tono. No logró ver alguna puerta o algún resquicio por donde salir. Confundida y aterrada a partes iguales, la joven acabó concluyendo que probablemente estaba soñando, o que en algún momento alguna persona la había llevado hasta allí con un motivo que mejor prefería no saber. Aunque, lo último que recordaba era ir acompañada de... ella... de Seohyun.
—Hablando de ella, tengo que decirte que Seohyun está sufriendo mucho —comentó el joven desconocido y Hyoyeon lo miró a cuadros sin entender cómo era que sabía que estaba pensando en Seohyun—. Ahora más que nunca necesita de tu indulgencia, Hyoyeon.
La chica arrugó el ceño hasta juntar sus cejas.
—¿Y tú cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres? —le preguntó.
Él encogió los hombros y sonrió.
—Conozco algunas cosas de ti —contestó—, pero mi identidad es de entera irrelevancia. Para este punto, lo importante es saber cuál será tu decisión.
—¿Mi decisión?
Él asintió.
—Sí. Estás en una etapa que yo llamo, abstracta... y la situación no puede continuar de esa manera pues hay muchos que están sufriendo por ti y por lo que te ha pasado.
—¿Lo que me ha pasado? —Hyoyeon cerró los ojos para después cogerse por la cabeza y negar muchas veces—. Esto es un sueño... ¡Tengo que despertar! No tiene sentido nada de lo que estoy oyendo.
—Tienes que creer, Hyoyeon. No te encuentras en ningún sueño. Ahora mismo, temo decirte, que tu vida dista mucho de ser un sueño. Hay demasiado dolor a tu alrededor.
—Pero ¿de qué hablas? —echó de vuelta una Hyoyeon contrariada y con la mirada fija directamente en él—. ¡Todo en mi vida está mejor que nunca! ¡Tus palabras no tienen sentido!
El joven permaneció inmutable a pesar de su férrea intención de no creer en lo que le estaba diciendo. Con un gesto lánguido con la mano derecha, le pidió que mandara la vista hacia una parte en específico, donde ella recordaba que no había nada, salvo la tonalidad blanca del lugar; luego, como por arte de magia, alguna clase de nube apareció frente a sus ojos, desarrollando una escena que para nada era lo que ella deseaba ver. Hyoyeon miró pues el interior de otra habitación, ya diferente a esa donde se hallaba. Una lágrima intrusa acarició su mejilla sin poder evitarlo. No tuvo fuerza para decir algo al comprender la situación.
La fiesta, las luces, sus amigos, las puertas de la universidad, los faros de un auto y, por último... el rostro de Seohyun, la chica de sus sueños.
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En tu compañía, por AnnaKat |Mini fic|
FanficHyoyeon estaba cursando el último grado de universidad; como vivía muy lejos de sus padres, tenía que quedarse en los dormitorios del instituto mientras estudiaba, era así que su vida se había convertido en algo monótona. Sin embargo, ella pensaba q...