Diario, hoy es lunes. Lunes. Un maldito lunes. ¡Los odio! Creo que en el fondo, lo que odio no es el día en sí, sino el hecho de que debo volver al instituto a reencontrarme con los imbéciles de mis compañeros. Oh, y con Marta, lo cual es una de las pocas cosas buenas de este asco de día. En fin, si no existieran los lunes, odiaríamos los martes; y si estos tampoco, entonces sería problema del miércoles y así sucesivamente. Las personas no tenemos remedio, siempre tendremos esta clase de sentimientos negativos hacia todo lo que signifique regresar a la rutina.
Pues sí, hoy es lunes, y no ha sido un día bueno en el instituto. Déjame que te cuente esta triste historia, diario.
Todo comenzó como un día normal. Me levanté, me aseé, me vestí, desayuné, golpeé una sartén con una cuchara para despertar a Zed... Ya sabes, lo típico de cada día. Mi hermano mayor se había dormido, así que íbamos tarde. Zed aparcó su descapotable rojo frente a las puertas del instituto y Willow y yo nos bajamos a la velocidad de la luz, encaminando una carrera después hacia las grandes puertas. Ahí despedí a mi hermana y corrí lo más rápido que mi cuerpo me permitía hasta llegar a mi clase. Genial, por las ventanas que daban a los pasillos se podía ver como Matilde había comenzado su clase.
"Buenos días, disculpen mi retraso" hablé, tratando de mostrarme confiado, tras llamar a la puerta y recibir permiso para entrar.
"¿Otra vez, Hunter?" comentó nuestra tutora, llevándose las manos a las caderas y adquiriendo un tono de autoridad que asusta. "¿Qué fue esta vez?" preguntó firmemente.
Sentía la mirada de todos mis compañeros sobre mí. Tenía ganas de matar a Kendal por estar reprimiendo una carcajada, pero por otro lado, una mirada rápida a Marta me tranquilizó. Ella tiene ese don de transmitir buenas vibras, mucho mejor mirarla a ella antes que a la profesora.
"Realmente no fue mi culpa, mi hermano se quedó dormido. Le prometo que no volverá a pasar, profesora" me disculpé, viendo como ella asintía lentamente, dándome permiso para ocupar mi asiento con los murmullos de mis compañeros de fondo.
Oh, maldita reputación. Todos están comentando acerca de si habré pasado la noche con alguna chica y por eso me retrasé un poco. Las personas pueden llegar a ser muy crueles, pero también muy malpensadas. ¿Acaso realmente me creen capaz de hacer algo semejante? Pero si todavía soy virgen...
En fin, llegué a mi puesto y me senté, recibiendo una mirada de soslayo por parte de Marta. Matilde dio retomó el tema de la clase de hoy en un abrir y cerrar de ojos. Las tres primeras horas de la mañana fueron horribles, largas y pesadas. Primero español, un idioma inventado por un pirado que se quiso complicar la vida con tantos tiempos distintos y tanta complejidad; luego sociales, con el psicópata de nuestro profesor aficionado al Candy Crush; y más tarde, lengua, con esa mujer que no para de dar chillidos para que atendemos, menudo vozarrón que tiene...
Dicen que después de la tormenta llega la calma, y es taaaaan cierto. El recreo, ese tiempo libre creado por los dioses que se compadecen del sufrimiento continuo de los estudiantes. Recreo, ven a mí...
"¿A quién te tiraste hoy, Conny?" escucho a Kendal llegar a mi lado, junto a la máquina dispensadora.
Rodé los ojos, acomodando mi mochila sobre mi hombro izquierdo. Kendal y yo no acostumbramos a salir juntos de clase, preferimos que cada cuál salga a su ritmo y pase por su taquilla tranquilamente para, ya después, encontrarnos en algún punto del instituto. Verlo a él es bastante fácil, solo tengo que buscar a un tío que vaya vestido de pies a cabeza de color negro.
"Ayer no me cogiste el teléfono" me quejé, observándolo.
"Ya, es que tuve una charla con mis padres y no tenía ganas de escuchar tu odiosa voz" comentó con una mueca divertida.
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Diario de un pervertido
Teen FictionConnor Hunter, más bien conocido como el chico MÁS pervertido de TODO el curso. Pero, ¿y si en realidad él no es TAN malpensado como todos creen? O puede que sí, solo él y su diario lo saben. Porque... ¡Connor es la perversión personificada! Te invi...