Extra de San Valentín

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―A ver, a ver, a ver... ―hizo una pausa y agitó las manos―. Explícame eso de que quieres hacer un especial por San Valentín.

―Pues... Sí, eso. ¿No estás emocionado por poder volver a ser leído?

―No, yo estaba muy bien terminando el último capítulo de 50 Shades of Grey y ahora me vienes tú con estas... Green, así no se puede, te lo digo ya.

―Pero, hombre, que solo quiero que aparezcas un ratito. Con lo mucho que te echo yo de menos...

―Bueeeno ―se giró hacia los lectores, paseando la vista por ellos―. Pero qué gente más rara hay aquí... ¿Y me contabas que todos ellos han leído lo que he escrito aquí? ―levantó un cuaderno de color azul oscuro donde se leía "Diario de un pervertido".

―Sip.

―Joder, qué formas de invadir la privadicad de los demás. ¿Con qué permisos te has puesto tú a predicar por ahí mis secretos?

―Connor, anda, deja la tontería o te juro que haré que Marta se quede com Dylan.

―¡Con el Putidylan no! ―se arrodilló a los pies de la escritora y se abrazó a sus piernas, suplicando.

―Haz la maldita presentación.

―Me recuerdas a Zed cuando me obliga a que fregue yo los platos... Me gusta. ―Se incorporó en el escenario de madera en el que se encontraban de la nada. Las butacas estaban llenas de personas que lo observaban atentamente, conteniendo la risa. ―Oye, que yo no soy ningún payaso ―señaló a una de las lectoras―. Tú, si tú, la que lee esto. La sonrisita ya la puedes estar quitando. ¡Oye, que no te rías! ¡TIKKI! Se están riendo de mí.

―Ya, ya... ¿Y bien? Habla.

―Vale, vale... ―hizo una pausa y se sacó unos papeles del bolsillo que comenzó a leer en voz alta―. Bienvenidos todos a este especial de San Valentín. Sí, no hace falta que le recordemos a la escritora que San Valentín fue hace tres días, pero es que la pobre es tontita y no sabe gestionar el tiempo para escribir.

―Y entonces, Dylan sujetó a Marta por la cintura y pegó sus labios. Ella le correspondió con emoción y... ―escribía frente a su portátil en una mesa que acababa de salir de la nada.

―Que no, contra, ya me callo, ya. Retiro lo de que eres tonta.

―Y entonces Connor despertó de su pesadilla y continuó narrando... ―cliquea mientras lo mira con diversión.

―Vale, mi nombre es Connor Hunter y hoy he venido a continuar con mi manía con las listas. Sin más preámbulos, os presento la primera entrega de Connorconsejos, si la cosa sale bien, quizá haga más. Así que... aquí tenéis los 14 Connorconsejos para sobrevivir a San Valentín:

»Es que, de verdad, ¿no estáis hasta las narices de que todo el mundo suba fotos de postureo con sus parejas mientras vosotros estáis completamente solos viendo por la pantalla como otros son felices y

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»Es que, de verdad, ¿no estáis hasta las narices de que todo el mundo suba fotos de postureo con sus parejas mientras vosotros estáis completamente solos viendo por la pantalla como otros son felices y...?

Diario de un pervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora