26-10-2016

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   Hola, diario. Me gustaría decir que hoy ha sido como cualquier otro miércoles, pero por desgracia no ha sido así. ¿Recuerdas que ayer dejé la historia inconclusa? Bien, pues hoy la voy a continuar. Si estás esperando encontrarte con un cuento de hadas, vamos bastante mal. 

   Ahora mismo se supone que estoy haciendo mi tarea tranquilito, disfrutando en silencio de la hora de estudio del miércoles. Pero, por desgracia o por fortuna, tengo otras cosas más importantes que contar, como el hecho de que mi hermanita haya podido ser víctima de acoso. Sí, sí, tal y como lo oyes. 

   ¿Por dónde lo dejé ayer? ¡Ah! Con una voz misteriosa diciéndome que conocía lo que le había ocurrido a Willow. Bien, pues sigamos.  Para situarnos de nuevo, repasemos la escena una vez más. Yo estaba sentado en el pasillo pensando acerca de mi salud mental y todas las situaciones posibles en las que podía imaginarme envuelta a Willow, a cada cual peor. En medio de mi análisis mental, alguien me interrumpe, y al levantar la vista me topo con Blair. Obvio, ¿quién si no iba a estar al corriente de todo?

   "¿De verdad?" le pregunté. No me sorprendió en absoluto, conozco a Blair desde primaria y siempre ha sido una gran cotilla. Con el tiempo creo que me he acostumbrado a sus apariciones de la nada y a su conocimiento sobre la vida privada del resto. 

   "Sí, ahora mismo te lo cuento todo" respondió mientras tomaba asiento a mi lados. Hice a un lado mi mochila para que pudiéramos estar más cerca. "Esos chicos acosan a tu hermana, desde hace un tiempo. Los he visto otras veces. Admite, Connor, que tu hermana es preciosa, sobretodo con esa actitud tan aniñada y adorable. Stuart, ese es el nombre del chico al que Kendal golpeó".

   "¡Yo tenía un hámster con ese mismo nombre!" exclamé.

   Blair tiró levemente de mi oreja derecha, con aspecto molesto, inflando sus mofletes. Ahora quien me recuerda a Mr. Stuart es ella. Reconozco que Blair tiene, en ocasiones, detalles faciales adorables, al igual que una gran personalidad. 

   "Estamos hablando de algo importante. Cierra el pico y déjame hablar. Además, Mr. Stuart falleció hace siete años, supéralo ya, Connor" dijo. Yo nunca le conté sobre mi hámster. "Bien, lo que te estoy tratando de decir es que se meten con Willow precisamente por eso. La toman por una niña pequeña e inmadura, se aprovechan de su inocencia para gastarle bromas. No son buenos chicos, precisamente" escuchar a Blair hablar sobre la situación de mi hermanita estaba haciendo que se me encogiera el corazón. "Y la cosa no acaba ahí... Como te decía, Willow es preciosa, y aunque les parezca inmadura... supongo que no lo ven como un impedimento como para tratar de... divertirse".

   "¿Me estás diciendo que esos idiotas han tratado de aprovecharse de mi hermana, que tú lo has visto varias veces y que nunca, jamás, me has avisado? Me tomas el pelo, ¿cierto?" no pude ocultar la molestia en mi tono de voz, es solo que no me hacía ninguna gracia la idea de que me hubiera ocultado ese tipo de información.

   "No, no" respondió rápidamente. ¿Es cosa mía o parecía herida? "Yo he hablado muchas veces con los profesores, incluso me he metido en el asunto hasta el punto de hablar con el director. También les he dicho que la dejen en paz, pero ella misma me pidió que no os contara nada a Zed y a ti, Connor".

   "Por favor, eso es una estupidez. ¿Me puedes explicar por qué te pidió eso?" me estaba agobiando cada vez más con ese tema. Fíjate si esto me afecta tanto, que hasta deseé no haber echado al Putidylan para pedirle que le diera una paliza a esos infelices de pacotilla. 

   "Tiene miedo de que si interveníais, las cosas se complicaran. No es tonta, sabe que en cuanto tengan oportunidad, volverán a la carga. Y no te ofendas... pero te he visto entrenar boxeo en tu habitación y das pena luchando" vale... A partir de ahora hay que empezar a ducharse con toalla para evitar que Blair vea de más. Y lo peor es que no miente. "Además, quiere tratar de controlar la situación por si sola. Parece una idea absurda, pero para ella significa muchísimo eso de podérselas valer por sí misma".

Diario de un pervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora