1. Para empezar...

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Miraba la chica en su teléfono el vídeo. Intentaba no llorar, recordando aquellos momentos felices en su vida.

Esa canción hacía que recordara todo lo malo por lo que había pasado, y sin saber por qué no lo quitaba.

Hacía ya un año desde que vivía en Nueva York. Hacía ya un año que no tocaba ni cantaba. Hacía ya un año desde que dejó todo su pasado atrás.

Acababa de despertarse, como siempre se quedó dormida, y se levantó de un salto de la cama. Se fue corriendo a darse una ducha.

Recibió esa llamada que recibía todos los días desde que se fue, su único compañero de la academia con el que seguía hablando tras lo ocurrido.

-Hola Ana!!- decía contenta la pamplonesa a través del teléfono.

-Hola Amaia- decía la canaria con su acento.

-¿Qué tal? ¿Cómo lo llevas todo por ahí?- preguntaba cómo cada día

-Bien, grabando el single, con el concierto y todo eso- explicaba Ana War.

Ana se convirtió en una gran cantante. Tras "El Remedio", Ana no dejó de sacar discos y realizar conciertos por toda España y América Latina.

Además, dejó su relación con Jadel, y empezó a salir con Roi, que en cuanto salió de la academia rompió con Crislo, lo que puso muy contenta a Amaia, pues siempre se supo que había feeling entre ellos dos.

-Además...- decía al otro lado del teléfono -¡Roi y yo nos vamos a casar!- decía gritando en el oído de Amaia!

-¡No puede ser!- gritaba Amaia como una loca- ¡me alegro muchísimo tía!

-Gracias- decía la canaria- pero...

-¿Qué?- empezaba a decir Amaia preocupada

-Me gustaría que vinieras a España para mi despedida de soltera, y a mi boda.

-Ana... sabes que....- decía, pero fue interrumpida por la otra chica.

-Amaia, ha pasado un año- decía con voz seria War- a demás, significaría mucho para mí que vinieras.

-¿Van a estar ellos?- pregunta la chica sabiendo la respuesta, con la voz quebrada

-Tia Amaia...- decía la otra, pero fue interrumpida por la de Pamplona

-Ana tengo que irme a trabajar, ya hablaremos.

-Vale...- dice , y Amaia iba a colgar cuando- ah, y Amaia.

-¿Si?- preguntaba la última.

-Piénsalo

Iba a responder pero la canaria cortó la conversación.

Entonces Amaia miró la hora y se dio cuenta de que llegaba tarde al trabajo. Cogió corriendo su uniforme, se lo meto en el bolso, para luego cambiarse en el local.

Recorrió viendo las calles que la separaban del restaurante 5 estrellas donde trabajaba de camarera. Amaia seguía sin hablar muy bien inglés, pero sabía decir lo básico que necesitaba para hablar con los clientes.

Cuando entró por la puerta, el jefe empezó a reírse.

-Amaia siendo Amaia-dijo Carlos con una sonrisa. El jefe de Amaia tenia 23 años y es español, por lo que sabía quién era Amaia y se hicieron amigos intimos. Él era de los pocos que sabía lo que ocurrió.

-Buah perdona Carlos es que estaba hablando con Ana y se me echó el tiempo encima-explicaba la chica.

-Tengo que hablar contigo-dijo el chico con el rostro serio.

-Vale...-dijo ella siguiéndome hacia su oficina

Cuando llegaron, Carlos cerró la puerta tras de ella.

-Buah Carlos me estás asustando

-Tranquila- dijo riendose- no pasa nada malo

-Ah vale- río

-Solo queria pedirte algo. Tori está enferma y hoy no va a poder cantar. Viene gente muy importante que podría darle mucha fama al restaurante, y me preguntaba...- explicaba Carlos, pero fue interrumpido.

Tori era la cantante del lugar, cada día cantaba al piano, y cuando ella faltaba al día siguiente había menos gente en el restaurante.

-Carlos, no- dijo Amaia- no puedo.

-Amaia llevas un año sin hacer lo que mejor se te da hacer, cantar. No puedes dejar que aquello no te permita seguir siendo la misma.

-Es que...¿que pasará después?-decía triste Amaia- volveré a ser la misma, y se volverá a abrir la herida

-Nunca la cerraste-dijo su amigo llamando su atención-nunca se va a cerrar. Siempre vas a recordar lo que pasó, pero lo que puedes hacer es plantearle frente a lo ocurrido, y con la frente alta.

Amaia bajó la mirada, pero Carlos la cogió de la barbilla levantando la cabeza de Amaia

-No lo hagas por mí, hazlo por tí.

Amaia pensó en silencio. Unos recuerdos en concreto pasaron por su cabeza. Y decidió.

-Está bien, lo haré.

°°°

Allí se encontraba la de Pamplona, antes de que el restaurante abriera, rozando las teclas del piano con sus dedos, pero sin atreverse a tocarlo Lentamente, se sentó en el taburete, tocando poco a poco una melodía.

-Siento que bailo por primera vez...- decía poco a poco- eres el arte que endulza la piel... De mi mente viajera que sigue a tus pies- paró unos segundos, para decir esa frase que tanto le dolía- Siento que bailo por primera vez. Junto a tí...

Y cerró el piano de golpe, para llorar en silencio.

-Cuanto te necesito ahora mismo- susurró para sí misma.

Entonces recibió una llamada que no se esperaba.

-¿Si?- dijo con voz llorosa.

-Hola Amaia- dijo esa voz femenina.

-Lo acabo de hacer Noe- dijo la pamplonesa- acabo de cantar.

-Lo sé cariño- dijo la mujer que era como su madre- Carlos me contó que te había pedido eso y sé que es difícil.

Noe era la tía de Carlos, y en cuanto Amaia se fue a Nueva York le pidió a su sobrino que cuidara de ella.

-Noe no sé si podré hacerlo delante de la gente- dijo llorando- estoy llorando tocando sin nadie delante ¿que pasará con todo el mundo mirándome?

-Haciendo lo que hacías delante de toda España, cantar. Eres Amaia de España, y no te rindes ante nada.

-Buah gracias Noe. Tengo que irme, luego te llamaré.

-De acuerdo cariño- dijo Galera- luego hablamos.

-Chao...

Se quedó unos minutos en silencio, hasta que se fue al vestuario a cambiarse para lo que tendría que hacer. Cogió el mono rojo que le recordaba al que llevo en la final, se maquilló, con sus labios de rojo como normalmente, y se dejó el pelo rizado.

-¿Amaia estás lista?- preguntó Carlos al otro lado de la puerta.

-Sí, ahora salgo.

-Te voy presentando, el restaurante está lleno. Ve saliendo.

Los nervios hicieron que no escuchara nada. Salió con confusión al escenario, donde el piano se encontraba

-...Amaia!- fue lo único que escuchó decir a Carlos.

Se sentó en el piano, pensando en que tocaría, y entonces, una melodía surgió de su voz y sus manos volviendo a llevarla al pasado con la música.

MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora