9. Rompí tu mundo en dos...

455 30 12
                                    

~Flashback~

-Titi- dijo Alfred en su oído mientras la de Pamplona le seguía rodeando con sus brazos- tengo que irme.

-Solo un ratito más- dijo ella con la cabeza apoyada en los hombros del catalán.

Era día 24 de Julio. Alfred iba a salir de viaje para ir a continuar con las giras de verano. Saldría el mes entero, y no podría volver a ver a Amaia hasta el próximo concierto.

Ella se estaba quedando unos días en el piso del catalán, para ella buscar piso cerca por temas de la discográfica.

La de Pamplona se negaba a dejarle marchar. Siempre que se tenían que separar, era igual. Uno de los dos se negaba a dejar marchar al otro.

-No quiero que te vayas- dijo Amaia abrazándole más fuerte todavía.

-Pero si nos vamos a ver en dos semanas- dijo él riendo- hoy estás muy rara- le dijo él mirándola a los ojos poniendo sus manos en su cintura- ¿Pasa algo?

-No titi- dijo ella mintiendo- es que, jope, que te voy a echar de menos.- dijo poniendo la chica los brazos por encima de los hombros del catalán

-Y yo Amaix- dijo el dándole un beso en los labios y cogiendo la maleta- t'estimo titi.- dijo saliendo por la puerta.

-Yo también...- dijo ella sin poder terminar pues la puerta se cerró- t'estimo...

Amaia fue directa a su piano, mientras acariciaba con sus uñas amarillas y rosas cada tecla. La música y ella, solas de nuevo. Cada una complementaba a la otra. Eran sólo una.

Déjame esta noche soñar contigo.
Déjame imaginarme en tus labios los míos.
Déjame que me crea que te vuelvo loca.
Déjame que yo sea quien te quite la ropa.

Un mensaje hizo que la pamplonesa torciese la vista hacia el teléfono blanco que se encontraba encima de la mesa. Una foto de Amaia y Alfred mientras cantaban City of stars estaba de fondo de pantalla, sacando una sonrisa a la chica.

Aitana
Amaia!! Sigues en Barcelona no?? Vamos con Martí a Port Aventura??

Yo
Hoy no puedo. Tengo que ir al médico. Vamos mañana??

De verdad que tenja ganas, pero aquello era imposible de evitar. Podria cambiar su vida para siempre. Entonces Amaia miró la hora de la pantalla, dándose cuenta, que, como siempre, llegaba tarde.

Cogió su bolso, y salió corriendo del apartamento de Alfred. Esquivó como pudo a la gente que se paraba a pedirle fotos, pero se disculpaba diciendo que tenía prisa. Amaia siempre seguiría siendo la misma, pidiendose perdón hasta a sí misma.

Llegó al hospital, donde se sentó. Una chica de unos 18 años se sentó al lado suyo. Tenía el pelo rubio y los ojos color Hazel.

-Perdona- dijo ella. Tenía un acento inglés muy notable- ¿eres Amaia?- preguntó ella pronunciando su nombre con dificultad, causando una risa a Amaia- me encantas, tu voz y todo.

-Buah gracias. Pero que no que no, que no es para tanto.- dijo Amaia con una tímida voz- ¿Cómo te llamas?

-Beatrice, pero me puedes llamar Tris- dijo ella tendiéndole la mano.

-¿No eres de aquí verdad?- preguntó Amaia- lo digo por tu acento.

-En realidad soy de Nueva York, pero estoy aquí viviendo con mi novia. Ella es de aquí, me enseñó un poco de español. Aunque sigue sin darme muy bien hablar.- dijo ella riendo.

MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora