Spencer Reid 》Oneshot's《

🔞 Caliente 🔞

Tienen que ver el vídeo si o si >:)

Los preparativos estaban casi listos, los platos estaban colocados en la mesa principal que habían colocado en el patio trasero de la casa de Rossi, luces adornaban la estancia y globos dorados flotaban alrededor, los hijos de JJ y Hotch corrían por todos lados riendo y emocionados por volver a ver a su tío favorito, la cena estaba tomando su punto metida en el horno, Penélope sacaba las botellas de alcohol de la nevera para colocarlas en hieleras sobre la barra, Derek ponía música y riendo se acercaba a las chicas para jalarlas al centro de la cocina mientras meneaba sus hombros. El humor de todos era de más pura alegría, esa mañana Spencer había sido finalmente liberado luego de tantos meses de estar en esa cárcel por un delito que nunca cometió y mucho menos cometería, todos acompañaron a Melanie, su novia, a su salida, las lágrimas, abrazos y palabras de amor no se hicieron esperar, Spencer perdió unos cuantos kilos y su barba estaba de un largo que nunca antes había estado lo cual le daba un aspecto de ¨niño malo¨ o al menos eso es lo que decía Rossi, los chicos se despidieron y Mell llevó a Spencer a ver a Diana, su madre, las lágrimas de Diana brotaron al instante de verlo, ella se sentía culpable pero su hijo le susurraba una y otra vez que nunca tendría la culpa de nada y que la amaba con todo su corazón. Tras dejar a Diana más tranquila y cerciorando que había comenzado a tomar su medicamento nuevamente se había hecho de tarde, Mell y Spencer llegaron a la casa de él en donde ambos ya vivían juntos desde hace dos años, un sentimiento de tristeza invadió al genio cuando vio cómo su novia había enmarcado sus fotos sobre los estantes, pero había otra cosa que tenía inquieto a Spencer desde que vio a Mell al salir por esos grandes portones, la sensación que invadía su cuerpo lo colocaba en un estado de casi autocombustión, las manos le picaban por tocar su piel y su miembro palpitaba por hundirse en ella hasta el día siguiente, él era consciente de que el momento no era, tal vez, el adecuado para arrinconarla y no dejarla levantarse en lo que queda del día así que solo le dijo que estaba cansado y se fue a dormir hasta la noche.

-¡Hey, Spence!- Mell sacudió suavemente al genio y este se revolvió entre las sábanas, Spencer abrió sus ojos lentamente y mientras el enfoque se ajustaba a la luz del bombillo la imagen de su novia envuelta en un vestido rojo ajustado a su figura con una pequeña abertura en su muslo derecho encendió de nuevo esa mecha que estaba quemando en su interior desde la mañana.

-Te ves muy bien...- la risa de Mell flotó queda por la habitación y ella siguió en lo suyo mientras buscaba su labial favorito en el cajón de su tocador.

-Oye genio halagador, levántate que tienes que cambiarte-

-Ajam, ¿puedes venir un momento?- ella se levantó en automático mientras se acomodaba su largo cabello negro tras su oreja, distraída se acercó a Spencer y él la tomó del brazo hasta acostarla bajo su cuerpo -te ves tan bien con esto puesto, pero te ves mejor sin él-

-¿Spence?, vamos no es momento de jugar, tenemos que ir con los chicos- ella tomó la acción como una broma, a fin de acabo Spencer nunca había insinuado directamente que quería tener sexo así que intentó levantarse pero fue en vano, Spencer aseguró sus muñecas sobre su cabeza apresándolas con una de sus manos mientras que con la otra recorría sus muslos y vientre.

-No tienes idea de cuanto he extrañado este cuerpo tuyo, tu piel, tu olor, la forma deliciosa en que me aprietas cuando te vas a correr- los labios de Spencer viajaban desde su cuello hasta sus orejas, el sonido ronco de su voz erizaba la piel de Mell -mientras estaba ahí dentro trataba de entretener mi mente en los libros pero cuando me visitabas y sólo podía imaginar tocarte a través de ese cristal... cuando te ibas en lo único que podía pensar era en ti, no tienes idea de cuántas veces he cerrado los ojos recordando lo caliente que se pone tu piel cuando follamos- la expresión de Mell era una mezcla de excitación y desconcierto, Spencer nunca se había comportado de esa forma con ella, los ojos del joven genio tenían las pupilas dilatadas y el marrón claro se había fundido en un dorado intenso, Mell sumida en esa mirada no se percató del momento en que Spencer había colocado su brazo alrededor de su cintura y cuando menos lo imaginó él la había dejado bocabajo contra la cama-